domingo, 22 de enero de 2012
NFC Final de Conferencia: Giants v 49ers
New York en San Francisco: La semana pasada, los Giants ganaron la clase de partidos que acostumbran en enero. Con todo en contra, le pasaron por arriba a la peor versión de los Packers de los últimos 2 años (y hay poco de exageración en eso último). En términos de esquema, fue una victoria plena de Perry Fewell. Jugaron defensiva base 4-3 o formaciones más pesadas en 7 ocasiones. El resto, fue todo defensiva nickel con Cover 2 clásico en la zona profunda. Esa receta funciono en la medida que elimino cualquier jugada profunda de los Packers. Contra los Niners, es otra la historia. Básicamente porque Alex Smith no necesita de la bomba para sobrevivir. Pero lo realmente interesante en estos Giants es como engañan al que no mira con atención. La percepción general es que los Giants viven de la presión con 4 y el resto es simple cobertura en zona con diferentes presentaciones. La estadística va contra ese argumento. Nueva York envía 4 a presionar en 63% de los snaps. Son la defensiva 19 en ese ranking y apenas número 10 entre las de base 4-3. Donde sí están en el top 10, es entre las defensivas que más veces cargan con 6 o más. Son sextos en esa estadística con más de 20%. Lo anterior no es un tema menor contra un equipo que, como los Niners, sufre para trabajar paquetes de presión grandes. Es, básicamente, un panorama parecido al de la semana anterior para el coordinador ofensivo Greg Roman, Alex Smith y la ofensiva de los Niners. New Orleans aposto todo a la presión. Apostaron a que la presión desactivara la ofensiva de los Niners antes que las desventajas del emparejamiento de Vernon Davis con los safeties fuera un problema. Los Niners demostraron en el último cuarto que esa apuesta es un castillo de naipes que se cae si no puedes parar el acarreo, si Smith esta en un buen día en las jugadas de finta y pase con movilidad fuera del bolsillo y, muy especialmente, si la presión falla en llegar hasta el QB y Vernon Davis puede victimizar al miembro de la secundaria que lo marca 1 a 1. Los Giants no cargaran como los Saints. Pero tampoco es negocio vivir de la cobertura profunda en zona. El reto para Perry Fewell es encontrar un plan de juego que coloque a Smith en problemas frente a las cargas de secundaria, sin abandonar la zona dejándole libertad de acción a Vernon Davis. En el partido de la semana 10, los Niners se aprovecharon de su fama de ofensiva de primacía de acarreo para enviar más pases de lo que acostumbran. EN la temporada, San Francisco envió pases en menos del 55% de sus snaps ofensivos. Contra los Giants en la 10, el porcentaje estuvo arriba del 65%. Pasaron especialmente en primera oportunidad donde, como mencionamos la semana pasada, los números de Alex Smith son infinitamente superiores a los de cualquier otra situación de juego: 113 completos en 171 intentos, 1363 yardas, 7 TD y 1 INT. Lo interesante de esa línea es que esa única intercepción de Smith en primera oportunidad, fue precisamente contra los Giants en la 10. Greg Roman armo un plan donde mover el bolsillo era la solución a la presión de Nueva York. El de la 10 fue uno de los seis partidos esta temporada en que los Niners no alcanzaron las 100 yardas terrestres. No fue merito de los Giants. Los Niners abandonaron el acarreo por diseño de plan de juego y por la lesión temprano en el partido de Frank Gore. Aun así, Kendall Hunter promedio 6.7 yardas en 6 acarreos y Alex Smith tuvo otros 6 para 27 yardas. Pensando en un partido como el de la semana pasada, en que Aaron Rodgers pudo correr libremente con la mayoría del personal de los Giants encargado de la zona profunda, Smith podría trabajar una táctica parecida, pero por diseño y no como consecuencia de lo que entregue la defensiva. La otra contribución importante en la 10 fue de Delanie Walker. Si para una defensiva que vive y muere de la presión es difícil detener un ala cerrada, imaginen lo difícil que es poder hacerlo con 2. Lo más difícil es que los Niners usan a Walker y Davis en formaciones de máxima protección, es decir, formaciones de acarreo. Si Walker juega el domingo, la finta y pase será una de las principales armas de Smith en situaciones de corto yardaje. Del otro lado, es un tema menos complejo. Básicamente porque si los Giants tienen problemas acarreando el balón, los Niners no tienen ninguno deteniendo el acarreo. Si, es cierto que Ahmad Bradshaw no estuvo en la semana 10. Pero también es cierto que los Niners solo permitieron a 3 rivales sobrepasar las 100 yardas terrestres en lo que va de temporada. El juego de los Giants pasa, fundamentalmente, por lo que pueda definir el pase. Y eso es todo un reto, porque pasa por definir lo que los Niners presenten en defensa. En la 10, con Víctor Cruz siendo ya una amenaza importante, San Francisco mostro el respeto debido colocando a Carlos Rogers a marcarlo en la ranura. Con Tarrell Brown en un costado marcando a Hakeem Nicks y Chris Culliver con Mario Manningham. La consecuencia: Manning se aprovecho del novato Culliver y de los problemas de adaptación de Rogers a la ranura. Intento 21 pases a Manningham y Cruz, completo 12 para 161 yardas y 1 TD a Manningham. Habrá que revisar cual es el plan de Greg Roman para el domingo. Especialmente porque es casi un hecho que los Giants jugaran con 3 receptores en el terreno buena parte de sus snaps. Porque el pase es lo que sostiene a esa ofensiva y porque el receptor extra obliga a los Niners a jugar defensiva nickel y elimina un miembro de la caja, lo que puede ser útil al momento de acarrear el balón. Encontrar soluciones al problema llamado Justin Smith es el otro reto de los Giants. Básicamente porque Smith no tiene posición fija en la caja de los Niners. La mayoría de los snaps sobrecarga el costado izquierdo de la línea con Aldon Smith, pero puede alinearse en cualquier espacio. Mas rápido que la mayoría de los guardias de la liga (le dio una paliza a Carl Nicks la semana pasada), también puede alinearse en el hombro externo del centro y generar un dolor de cabeza al lado de Isaac Sopoaga. La línea ofensiva de los Niners no es precisamente una oda a la eficiencia. Pero pueden sostenerse si Manning encuentra un emparejamiento que pueda explotar. Lo que debe preocupar a los Niners es poder tacklear efectivamente. Si, es un fundamento. Pero contra los Giants debes maximizar ese fundamento. San Francisco elimino la pantalla del libro de los Saints con Donte Whitner espiando cerca de la caja todo el partido. Dependiendo del empleo que piense darle Roman a sus safeties, será fundamental evitar que los Giants tenga espacio para estirar jugadas. Especialmente porque si los Niners pudieron ganar en la 10, aun sin alcanzar 100 yardas por tierra, es porque forzaron 2 entregas de balón que aprovecharon al máximo. Y esas entregas solo pueden forzarlas en drives largos donde las oportunidades se duplican.
Pronóstico: La receta de San Francisco todo el año ha sido acarreo, eliminar los errores propios y forzar la mayor cantidad posible en el rival. En la 10, probablemente el partido menos parecido a ese guion de los que ganaron en la temporada, la clave fue ser consistentes con la idea del plan de juego que habían creado. No improvisan demasiado estos Niners. Ni siquiera en las situaciones en que otros se verían obligados. El momentum de los Giants existe en la medida que han sido capaces de correr efectivamente el balón. Desde la semana 14 (incluyendo playoffs), los Giants promedian 114 yardas terrestres por partido y tienen record de 5-1. Es un arma de destrucción masiva, con un dispositivo de desactivación más sencillo de lo que parece. Niners 23 – Giants 17.
AFC Final de Conferencia: Ravens v Patriots
Baltimore en New England: Es una especie de oportunidad única para los Ravens. Si, ir a Foxborough en enero es un problema. Más aun después de ver el festival que pusieron los Pats la semana pasada. Pero enfrentan a la peor defensiva que recuerde haya jugado un partido en esta instancia en los últimos 3 años. Eso es una ventaja. Al menos, en la medida que Cam Cameron sepa utilizarla. Para los Ravens el gran tema del domingo esta en cómo impedir que los Pats conviertan a su secundaria en la nueva víctima del la pareja Hernandez-Gronkowski. Bill Belichick y el recién retornado Josh McDaniels encontraron un nuevo rol para ambos en la ofensiva: acarreo. Gronkowski y Hernandez representan el reto más grande para cualquier secundaria de la liga. Básicamente porque están redefiniendo el juego de pase alrededor de la idea de tipos extremadamente atléticos y físicos. No hay personal de secundaria con las características para marcarlos mano a mano. La mejor solución es la zona. Y, contra esta clase de alas cerradas, debe ser zona expansiva. Básicamente porque pueden recibir pases pantalla, pases en rutas cortas a la zona media, pases a los flats, o bombas profundas. En plena conciencia de esto, Belichick los emplea en tantas formas como formaciones tine su libro de jugadas. Y esa misma cantidad de presentaciones demanda la zona de los Ravens si no quieren tener problemas el domingo. Para los Ravens es un tema de cómo emparejarlos. La mayoría de los equipos de la liga marca a las alas cerradas de New England con esquineros. Pierden en el tema físico, pero tienen la velocidad para compensar. Los Ravens rara vez envían a sus esquineros a marcar alas cerradas rivales. Bernard Pollard y Jameel McClain, safety y apoyador, son los encargados de esa tarea en la mayoría de ocasiones. No les ha ido mal. Los Ravens permiten 6.3 yardas por pase intentado a las alas cerradas rivales (tercer mejor promedio de la liga). Contra los Pats, ese emparejamiento iguala lo físico, pero entrega ventajas en el tema de la velocidad. Si no hay apoyo en la zona profunda, Brady puede verse tentado a aprovecharse de la ventaja en velocidad de ambos emparejamientos. Es ahí donde entra la presión como factor diferenciador en el partido. Si Baltimore quiere tener alguna posibilidad, presionar efectivamente a Brady es lo único que les asegura éxito. Es básicamente un tema de diseño este. En la mayoría de los libros ofensivos de la liga, las alas cerradas y corredores son la opción de escape para jugadas rutas (los llamados checkdowns). En el libro ofensivo de los Pats, las alas cerradas tienen responsabilidades de lectura primaria. Es decir, en buena parte de las jugadas, las primeras opciones de Brady son sus alas cerradas. La presión, especialmente por el centro, colocaría a Brady en necesidad de usar sus rutas de escape. Y eliminaría del mapa a Gronkowski y Hernandez. Otra cosa a la que muchos se ven tentados contra New England es a zonas amplias. Zonas que significan presión con solo 3 y 8 jugadores marcando el pase. Brady destruye esas propuestas con sus alas cerradas. La presión con 4 y hasta 5 es lo que los Ravens hacen mejor. Especialmente si Haloti Ngata y Terrence Cody pueden establecer superioridad en el centro de la línea. Eso obligaría a dobles marcas en el centro y a un mano a mano entre Logan Mankins y Terrell Suggs. En ofensiva, el partido pasa por la capacidad de Joe Flacco de pegarle a la peor secundaria de la NFL. En términos de filosofía no será sencillo. Los Ravens son el equipo que más veces utiliza formaciones con solo 2 receptores. Eso encuentra explicación en los problemas de sus tackles para sostener el acarreo y en la inexistencia en roster de un jugador que se ganara la designación como tercer receptor. Las veces de tercero las hace el ala cerrada Dennis Pitta. Y eso, a diferencia de los Pats, es un problema para la ofensiva de pase de los Ravens. Con solo 2 receptores en el terreno, New England puede sentarse a jugar Cover 2 en zona profunda con marcas individuales sobre Torrey Smith y Anquan Boldin. Con la caja llena de todos los elementos posibles para detener el acarreo. Darle más opciones que marcar a los Pats (obligarlos a jugar Dime) es obligatorio para los Ravens. El acarreo no sufrirá aun con la caja de los Pats llena de toda la población de Massachusetts. Los Pats tienen serios problemas con el acarreo por el centro y sus apoyadores sufren con los cambios de dirección. La semana pasada Belichick, notablemente más concentrado en la defensiva desde la llegada de McDaniels, envió como base una 3-4, que generó presión en el centro y asentó a los apoyadores como espías en los flats. Eso fue contra un scrambler como Tebow. Esta semana enfrentan un pasador de bolsillo clásico y una línea cuyo centro es mucho más fiable. Apostar por otra 3-4 sería darle demasiadas responsabilidades a Vince Wilfork. Los Pats seguramente querrán darle más espacio a la 4-3 que han jugado todo el año, aunque todo depende de la cantidad de retos que encuentren en la secundaria y de cómo logran esparcir por el terreno el cortísimo personal que tienen para marcar el pase.
Pronóstico: Todo se reduce a la capacidad de los Ravens para, por primera vez en mucho tiempo, demostrar que el nivel de la temporada regular es sostenible en enero. Escribía en la previa del partido de ronda divisional contra Pittsburgh en enero de 2011: "El problema es que lo visto hasta ahora, no se aleja de las versiones de los Ravens que llegan con mucho empuje a morir en partidos desastrosos en Heinz Field. Hasta que no prueben que son capaces de lo contrario, hay que irse con Pittsburgh". Que la frase aplique perfectamente a este momento y lo único a cambiar sean el rival y el lugar, es cualquier cosa menos una casualidad. Pats 34 – Ravens 21.
domingo, 15 de enero de 2012
NFC Divisional: Giants v Packers
New York en Green Bay: Sorprende que tantos se sorprendan por el festival de fuegos artificiales que dieron estos equipos en Metlife Stadium en la semana 13. La defensiva 29 contra el pase se enfrento a la defensiva 32 contra el pase. Ambos pasadores se combinaron para 7 TD's, 2 INT's y 716 yardas aéreas. La idea de repetir un partido de ese estilo en estas fechas no es risible, pero queda lejos de las posibilidades si consideramos que es un rematch y en la era del video es poco lo que no se puede estudiar. Los números de ambos aquel día fueron extraordinariamente parecidos. En castigos, entregas y eficiencia en tercera oportunidad y zona roja, jugaron partidos casi idénticos. La diferencia estuvo en el último drive de Aaron Rodgers, que con un instinto asesino digno de aquel Rodgers del playoffs 2011 creó la escena para el gol de campo ganador de Mason Crosby. El desarrollo sin embargo, invita a pensar que los Packers tuvieron más control de la escena y del partido de lo que el resultado invita a pensar. Durante todo el año, los Packers sufrieron contra el pase largo. En esencia porque la ausencia de presión coloco a su secundaria en aprietos en varias ocasiones. En la 13, permitieron recepciones para 67, 51 y 42 yardas respectivamente. Una de esas fue una bomba de Manning a Travis Beckum para que los Giants tomaran ventaja de 7-0 al inicio. Aun con semejante ventaja detrás de la línea de golpeo, los Giants necesitaron mucha pantalla. Completaron 6 de 11 pases detrás de la línea de golpeo para 35 yardas, 2 primeras oportunidades y la INT devuelta para 6 de Clay Mathews. Los Giants dependieron de esa arma buena parte del año ante la ausencia casi absoluta de su juego por tierra. En la 13, ese no fue el caso. Los Giants alcanzaron las 100 yardas terrestres en apenas 20 acarreos. Fue más un tema de conformarse con lo que les entregaran en esas jugadas que un tema de filosofía o esquema. Entendieron los Giants que trabajar corto era la única forma de mantener ocupada la mente de la zona media de Dom Capers. De alguna manera, funciono. La falta de presión fue un problema para Green Bay todo el año. Es Clay Mathews contra el mundo. Aunque en la 13 no le fue nada mal contra Chris Snee y Kareem McKenzie: 1 captura, 1 pase defendido, 2 hits a Manning y 1 INT dan fe de la clase de partido que dio Mathews aquel día. Los Packers necesitaran uno mejor o parecido si no quieren sufrir. Cargar contra Eli Manning con 6 o más es un problema. Promedia 11.7 yardas por pase contra esa clase de presión. Los Packers rara vez envían esa clase de presión (solo el 6% de los snaps de esta temporada). Al contrario, cargan con 5 en el porcentaje más alto de la liga (17%) y contra ese modelo de presión, Manning promedia 6.7 yardas por pase. Green Bay tuvo problemas para presionar todo el año, pero jamás se rindieron a la tentación de enviar combos grandes. Esa tendencia debería sostenerse. En la 13, el miembro de la secundaria que peor la paso fue Charles Woodson. De no ser por el terrible año de Sam Shields, Capers no tendría problemas en dejar a Woodson en el lugar donde más útil ha sido en los últimos dos años: la caja. Asumiendo que Capers coloque a Tramon Williams sobre Victor Cruz, Hakeem Nicks seria la asignación de Woodson. Del otro lado, todo se resume a la Nascar. En la 13, los Giants capturaron a Rodgers 2 veces y le pegaron otras 6. Solo 1 de esos contactos no fue de un miembro de los 4 frontales (1 hit de Kenny Phillips). El resto de la presión llego siempre de esos 4 hombres. Cuando los Giants enviaron 6 o más a presionar, Rodgers completo 2 de 3 para 42 yardas y 1 TD. Cuando enviaron 5 Rodgers sufrió un poco más, pero fue capaz de convertir dos terceras oportunidades por piernas. Todo el partido defensivo de los Giants pasa por su capacidad para presionar solo con 4. En general, cargar contra Rodgers es una locura si se considera que su número de yardas por pase aumenta a medida que aumenta el número de pass rushers enviados a presionarlo. La presión por el centro, la más difícil de lograr para cualquier línea, es la que los Giants deben poner en ejecución. Especialmente contra Evan Dietrich.Smith a la izquierda. El concepto de la Nascar, de colocar 3 alas en la línea y solo un tackle natural funciona cuando dos alas juntas hacen cruces que sacan de la ecuación las dobles marcas por el centro. Eso aplica a Smith porque se sabe que Josh Sitton es capaz de marcar hombre a hombre a cualquier miembro de la línea de los Giants. La presión con 4 genera zonas extensas de demasiado tráfico. Rodgers ha dado demostraciones increíbles de cómo pegarle a las costuras de esas zonas, pero el reto siempre es interesante. Y es la única manera en que podrán sacarlo de ritmo e intentar forzar un error.
Pronóstico: Es la clase de partido que se define por detalles. Los Packers saben perfectamente bien lo que les espera. Después de los rivales de división, los Giants son el equipo al que más han visto en el último año. Que sea un partido de muchos puntos es lo que la estadística parece proyectar. Pero ambos han demostrado que en los exámenes más difíciles de la temporada, los que han parecido sus puntos más débiles, han emergido al más alto nivel. Localia en playoffs es un escenario nuevo para estos Packers. Quizás sea el único punto a su favor en un duelo más que igualado. Packers 27 – Giants 20.
AFC Divisional: Texans v Ravens
Houston en Baltimore: Para los Ravens, el problema que le han significado los Steelers en el último lustro no solo se refleja en sus derrotas en Heinz Field en playoffs, también refleja en su record en estas fechas. Baltimore tiene record de 7-4 como visitante y de 1-3 como local en playoffs. Mayoría de juegos como visitantes, implica que clasificaron como comodines en una división dominada por Pittsburgh. El partido de la semana 6 sirve como antecedente solo de esquema y eso con algunas excepciones. Aquel día el pasador de los Texans fue Matt Schaub y no estuvo presente Andre Johnson. Los Ravens no tuvieron a Ben Grubbs ese día. Sin Johnson, los Texans vivieron de la pantalla como opción de pase. Schaub envió 9 pases detrás de la línea de golpeo, completo 5 y solo consiguieron 23 yardas. Sin profundidad, fue un poco más sencillo diagnosticar lo que los Texans podían enviar en cada snap. Ray Lewis definió los esquemas de pase de Schaub aquel día. Cuando Lewis cargaba o se acercaba a la línea previendo acarreo, Schaub atacaba la zona media con rutas cortas. El problema para Schaub estuvo cuando Lewis retrocedía porque eliminaba la zona media como posibilidad y solo le dejaba la pantalla al flat como opción. Con Johnson presente, TJ Yates no debería sufrir tanto con Lewis y las opciones medias. Aunque, por encima de cualquier cosa, los Texans son un equipo corredor. En la 6, Arian Foster tuvo serios problemas para atacar la línea. Houston también trabajo esa parte de su ataque basados en la manera en que se alineara Ray Lewis. En formaciones 5-2, usualmente enviaron formaciones escopeta con acarreos de Foster o Ben Tate al costado opuesto al de Lewis. Es más que probable que contra Yates, Lewis se estacione toda la tarde como espía en el centro de la zona. Especialmente si los Ravens pueden parar el acarreo por el centro sin la ayuda de sus dos apoyadores medios. Si los Texans pueden correr, vienen las malas noticias para Baltimore. No se trata de sufrir con el acarreo en sí mismo, sino con lo que trae en términos de esquema: el play action. Contra Cincy, Yate completo 4 de 8 en pases de más de 15 yardas. Todos los que completo, llegaron en jugadas de finta y pase incluyendo el TD de Andre Johnson. Piensen además que Jay Gruden vende bastante bien sus jugadas de finta y pases, con formaciones de solo 2 receptores en las que Yates tiene rating de 112.2. La gran incógnita del partido pasa por la ofensiva de Baltimore. Cualquiera que haya visto a este equipo en la semana 1 contra Pittsburgh pudo pensar que eran los candidatos A1 al Super Bowl en la AFC. Y cualquiera que los haya visto contra Jacksonville en Monday Night, pudo pensar que eran contendores a la primera selección del draft. Los apagones ofensivos de los Ravens fueron escandalosos en la temporada. Joe Flacco es un pasador que necesita ayuda del esquema. No es casualidad que los peores momentos de Baltimore en el año fueran con Flacco intentando dos y hasta tres veces más pases que acarreos Ray Rice. Tanto como Eli Manning, el brazo de Flacco parece tener múltiples personalidades. En esencia, porque la bomba viene y va de su arsenal semana a semana. La solución de los Texans es la usual: presión y más presión. Con 44 capturas y el número más alto de hits en la liga (115), la de los Texans es, hoy en día, la caja más peligrosa de la NFL. En la 6, los Ravens amasaron 113 yardas terrestres contra esta defensiva. La clave estuvo en la manera en que pudieron desactivar el combo que en el centro forman los apoyadores Brian Cushing y DeMeco Ryans con el tackle nariz Shaun Cody. Es pura y simple disciplina de gaps (espacios) en la línea. Los apoyadores se encargan de las burbujas. Trabajan mucho esquema 4-3 de un espacio que parece en principio 3-4 o 5-2. Usualmente es Cushing el que más presiona contra el acarreo. En la 6, la solución que le dieron los Ravens fue enviar a Vonta Leach a bloquear un espacio al que inmediatamente se presentaba Cushing, mientras Ray Rice cambiaba de dirección. Será mucho más difícil esta vez, especialmente si los Texans logran sellar su secundaria como lo hicieron contra Cincy.
Pronóstico: Dos equipos muy parecidos. Quizás demasiado. La clave estará en la manera en que cada uno afronte el escenario. Los Ravens tienen todas las obligaciones del caso y el historial muestra que no les va bien en esas situaciones. Para los Texans es no olvidar su guion de toda la temporada y trabajar las situaciones del partido con el mismo ímpetu de todo el año. Para los Ravens y probablemente para todo el partido, lo fundamental es la versión de su ofensiva, especialmente de su ofensiva de pase, que se presente. A esta altura y con el historial reciente aun fresco en la memoria, es difícil imaginar lo que pueda llegar a pasar. Texans 27 – Ravens 23.
sábado, 14 de enero de 2012
AFC Divisional: Broncos v Patriots
El primero de tres rematch consecutivos del fin de semana se juega en la misma escena del crimen que en la temporada regular. Denver fue a Gillette Stadium en la semana 15 y dejo flashes de lo que podrían hacer si afinan la sintonía. New England solo cubrió el pronóstico. Luego de lo visto la semana pasada en Invesco Field, la tentación de pensar que este será un partido distinto por razones diferentes es enorme. Para los Broncos, el secreto esta en no olvidar los mejores 15 minutos de su temporada terrestre.
Denver en New England: Denver llego a Foxboro en la 15 con 6 victorias consecutivas. Y en los primeros 15 minutos de aquel partido, lucieron como ese equipo y lograron que los Pats lucieran como uno que había perdido 6 en fila. La historia de ese partido se reduce a un relato bastante simple: Denver consiguió 167 yardas por tierra en el primer cuarto para tomar ventaja de 16-7. Luego, entregaron el balón 3 veces y los Pats anotaron 27 sin respuesta para tomar ventaja de 34-16 y acabar con cualquier nivel de competitividad en la primera serie de la segunda mitad. Queda claro que el partido se define por los 3 errores de balón de los Broncos. Los Pats sacaron 17 puntos de esas 3 entregas. Y asi como es difícil que Denver ridiculice a ese nivel a la defensiva terrestres de los Pats dos veces en una misma temporada, también es difícil que los Broncos entreguen 3 veces el balón una vez más. Los Broncos no deben olvidar lo que los trajo a esta instancia: el acarreo. Funciono en Foxboro y funciono todo el año. El antecedente de Invesco en ronda de comodines es peligroso porque puede tentar a convertir a Tebow en un pasador más efectivo de lo que realmente es. Y de hecho, la defensiva aérea de los Pats es una invitación para que Tebow sea pasador. Y uno del estilo que ha sido más efectivo todo el año: un pasador de bombas. Los Pats permitieron 21 jugadas de 25 yardas o mas por aire en el año. Piensen que ningún equipo en la liga permitió más de 16 de esas. Piensen además que el 17% de los pases que lanzo Tim Tebow este año fueron de más de 25 yardas y que vienen de ganarle a la mejor defensiva aérea de la liga con esos pases. ¿Tentador, verdad? Pero, volvemos al antecedente. Entre la ventaja temprana y las indiscreciones de balón, Tebow lanzo solo 1 pase profundo contra New England en la 15. Y fue a mediados del tercer cuarto cuando estaban detrás por 18 puntos. New England entiende que sus problemas están en la zona profunda y nadie jugara Cover 0 en esa secundaria. El Cover 1 fue lo más habitual en la 15 para los Pats. Y fue Cover 1 porque Belichick entendió que necesitaba la caja poblada para detener el acarreo. Los números del primer cuarto demuestran que el éxito fue poco en ese momento. Pero los 3 fumbles de Denver prueban que el éxito de la caja llena estuvo en forzar errores de balón y no en parar el acarreo. Para New England es volver a rendir un examen que ya aprobaron, pero con serios cuestionamientos alrededor de las formas. Además, ya no tienen a Andre Carter a quien perdieron precisamente en la 15. En la 16 y la 17, los Pats repitieron la historia de Foxboro en la 15: en ambos comenzaron perdieron por 21 y remontaron para ganar por paliza. El secreto en los 3 partidos fue el mismo: forzar cambios de posesión. New England tiene el tercer mejor diferencial robos entregas de la liga (+14), con la cuarta defensiva que más balones robo en la temporada (30). Para Denver, todo se reduce a minimizar el error. Perdieron 3 de los últimos 5 en temporada regular, entregando 14 veces el balón.
Pronóstico: Es difícil pensar en un partido tan atípico como el de la 15. Aunque represento una buena fotografía de la temporada de ambos, no es precisamente la clase de partido que puede ocurrir en esta instancia de un playoffs. Lo difícil para Denver no está en lo que pueda lograr su ofensiva. Especialmente porque la defensiva de los Pats admite demasiado como para pensar que sea ese un duelo medianamente interesante. El problema de Denver está del otro lado. Defender la cantidad de opciones con las que cuenta Tom Brady es prácticamente imposible. Más aun si cometes errores que le entregan el balón. Si New England se presenta al nivel de la 15 y Denver al nivel del partido de comodines, será un duelo competitivo. Pero eso es tan poco probable como la repetición de errores que dieron el escenario del primer partido entre ambos. Patriots 34 – Broncos 17.
NFC Divisional: Saints v Niners
El sistema de siembra y sus curiosidades. Los Saints enfrentan a la mejor defensiva de la NFC fuera de la isla tranquila que les significa Louisiana Superdome. El cambio de escenario es un punto de extraordinaria importancia. Visitantes fuera de un domo, los Saints deben probar que no dependen de un estadio para sacar adelante su boleto a Indianápolis. Para los Niners es la oportunidad de comprobar que su segundo lugar en la Conferencia no es casualidad y que los desmanes del final fueron episódicos. Ambos tienen algo que probar y el choque de escuadras le agrega peso. Lo que veremos en Candlestick Park el sábado en la tarde, es un choque de estilos.
New Orleans en San Francisco: El único partido de la ronda divisional que no es un rematch de la temporada regular, arroja muchos espacios para la especulación en la medida que ambos juegan, por razones diferentes, en escenarios particularmente nuevos o difíciles. Para los Saints es un tema de manejo de enemigos: el público, la defensiva de los Niners y el aire libre. La última victoria de los Saints como visitantes en playoffs fue en el Campeonato de la NFC de 2010 en el Metrodome. En 2011 salieron con una paliza de Seattle. Y ahora enfrentan a un equipo con mucho más concepto que aquellos Seahawks o los mismos Lions de la semana anterior. No significa que sean mejor equipo, pero sí que manejan perfectamente los conceptos del juego para esconder sus debilidades y maximizar sus virtudes. El problema para estos Niners es de experiencia y, dependiendo del tipo de partido, de filosofía. Piensen en esto: San Francisco tiene el mejor diferencial de robos y entregas de la liga (+26), lideran la liga en robos (36) y en menor cantidad de entregas (10). Ese diferencial es la fotografía estadística más exacta de lo que son estos Niners: fuerzan muchos cambios de posesión y reducen, por esquema, al mínimo los errores. El mejor ejemplo: Alex Smith lanzo solo 5 INT’s en casi 450 pases intentados. La reducción de errores pasa por la manera en que se concibe esta ofensiva. Es simple: acarreo antes que todo. Y no es una ofensiva terrestre de elite: 4.1 yardas por acarreo, 127 yardas terrestres por partido y una línea ofensiva que permitió 44 capturas y el segundo número más alto de hits a su pasador (88). Los Niners trabajan el acarreo con bloqueo en zona y mucho peso en el centro. Viven del cambio de dirección y de los combos en los costados de la línea. New Orleans permitió la mayor cantidad de acarreos en campo abierto (10 yardas o más) en la temporada. No es la defensa del acarreo su mejor argumento. El peso por el centro no ayuda. Lo que los Niners deben evitar a toda costa es que el partido se les escape temprano. No quieres tener a Alex Smith como líder de una remontada. En una especie de curiosidad de esquema, la defensiva de Gregg Williams fue la que más veces cargo contra el pase en la liga, pero también fue la que más veces envió solo 3 a presionar y 8 a marcar pase. Eso es un problema para un QB con los problemas de lectura que aun viven en Smith y con una línea ofensiva que suele tener problemas para sostener el juego de pase. Los Saints deben obligar a tercera oportunidades largas. Eso saca el acarreo de la ecuación. Para eso, deben detener a Smith en su mejor faceta: pasar en primera oportunidad. Lanzo 1363 yardas y 7 TD’s en primera oportunidad. Cargar en primera contra Smith es, por lo tanto, una posibilidad más que viable en el catalogo de Gregg Williams. El secreto de los Niners, está del otro lado del balón. Los Saints anotaron 265 puntos en la primera mitad y 282 en la segunda mitad de sus partidos en temporada regular. Enfrentan a una defensiva que apenas permitió 229 puntos en toda la temporada. La semana pasada en Louisiana, Detroit elimino el pase largo del libro de Drew Brees en toda la primera mitad. Las dos jugadas de mas de 15 yardas que consiguió New Orleans en ese medio, fueron jugadas de desarrollo y no pases profundos por diseño. En la segunda mitad, la debacle de los Lions se cimento en permitir 4 pases de 40 yardas o mas de Brees. Los Lions tuvieron que sacrificar presión para llenar la zona profunda de jugadores. En menos del 10% de los snaps presionaron con más de 4. San Francisco puede darse el lujo de marcar con menos hombres en la zona profunda y comprometer sus esfuerzos en la presión. Forzar errores es el secreto de esta defensiva y los Saints sufren cuando juegan contra sus propias indiscreciones de balón. Eliminar la bomba del catalogo de Brees es alargar los drives y obligarlo a ser un pasador mas quirúrgico. Además, drives más largos implican mayor cantidad de posibilidades de forzar el cambio de posesión. La salida New Orleans a esto puede ser la pantalla o el ataque a los flats. Brees vivió cómodamente con esas opciones en la primera mitad contra Detroit (llego a completar 12 pases consecutivos), pero la zona de los Niners es mucho más agresiva. Carlos Rogers con Marques Colston y mucha press coverage es lo que podemos esperar de los duelos en esa secundaria. Otra diferencia con Detroit: los Niners presionan mejor por los costados que por el centro. Aldon y Justin Smith se especializan en sobrecargar costados y el de Jermon Bushrod tiene todos los números para ganar ese sorteo. Los Niners han vivido de forzar el error este año. Saben cómo hacerlo. Lo que deben afinar contra New Orleans es el método para forzar las situaciones. No permitir que la ofensiva de Brees encuentre distancias profundas es la tarea principal.
Pronóstico: La última gran defensiva de la NFC juega sus chances en casa contra una de las ofensivas más prolíficas de la liga. Para los Niners es un tema de sostenerse en sus pilares de toda la temporada: defensiva, acarreo y errores cero. Una receta que parece simple, pero que es realmente difícil de sostener en el tiempo de la manera en que San Francisco ha logrado hacerlo. La localia puede jugar en contra, pero para los Saints no es una ventaja salir de un domo. La experiencia entrara en juego si y solo si los Niners olvidan su guion. Como en Monday Night contra Pittsburgh, para los Niners es el momento de dejar claro su lugar en la conferencia. Niners 24 – Saints 21.
domingo, 8 de enero de 2012
AFC Comodines: Steelers v Broncos
NFC Comodines: Falcons v Giants
sábado, 7 de enero de 2012
NFC Comodines: Detroit en New Orleans
Si debutar en playoffs ya es un motivo para alteración de nervios, debutar en Louisiana Superdome (perdonen señores de Mercedes Benz) es un problema mayúsculo. Los domos no son amigables para los visitantes. Muchísimo menos en enero. Pero siendo este un rematch, el video lo empareja más de lo que pensaríamos.
Lions v Saints: En semanas consecutivas, Detroit mostro su peor cara de la temporada, comiéndose palizas de Packers y Saints. La segunda, fue particularmente aleccionadora. No solo porque mostro la peor cara de los Lions en el año. También porque dejo la sensación de un equipo que bajo los brazos ante la adversidad. Por su bien y por la salud mental de todos los esperanzados fans de Detroit, más les vale que no vuelva a ocurrir. La ecuación contra Detroit es simple: doblemarcar a Suh genera duelos individuales en el resto de la línea que son aprovechados, fundamentalmente, por Cliff Avril y Kyle Vanden Bosch. El partido de la semana 13 no permitió ver cual sería la estrategia de New Orleans ante semejante escenario (Suh fue suspendido luego del bochornoso incidente en Thanksgiving). Pero es el duelo del día: el mejor tackle defensivo de la liga contra la mejor pareja de guardias de la liga: Carl Nicks y Jahri Evans (3.5 y 1 captura permitidas en el año, respectivamente). Solo en la medida que Suh pueda obligar a que las ayudas en la línea se presenten temprano en el juego, Detroit tendrá posibilidades. Detroit no tiene armas en la secundaria para detener la ofensiva de pase de los Saints. El problema esencial de esa ofensiva es la capacidad que tienen para involucrar a todas las armas en el terreno. Si juegas Cover 0, te pegan con Jimmy Graham que seguramente estará emparejado con un apoyador. Si juegas excesiva zona, Brees te matara en las costuras con Robert Meachem (a falta del que lo hace usualmente: Lance Moore). Si traes la casa a presionar, la pantalla en los flats y la zona media te destruirá con Darren Sproles. Es demasiado personal para marcar. La mejor opción es establecer presión con los 4 frontales (y la menor ayuda posible) y trabajar zonas cortas. Obligar a Brees a ser pasador de checkdowns al centro. Para Detroit eso tampoco sería un consuelo, teniendo en cuenta los problemas de sus apoyadores para marcar pase, pero al menos solucionas el problema en el corto plazo. Detroit fallo en sostener los dos momentos grandes del partido de la semana 13. Luego de anotar 7 y con 2:30 en el reloj, permitieron una marcha de 83 yardas de Brees que envió el partido al descanso con desventaja de 17 a los Lions. Esa serie fue demostrativa de lo que genera problemas contra New Orleans: cuando Brees entra en ritmo, es un problema con poquísimas soluciones. El otro, fue entrar al último cuarto perdiendo solo por 7 y fallar miserablemente en ofensiva. Justo en ese momento cumbre del partido, llego la única INT de Stafford. Del otro lado del balón, lo importante para Detroit será encontrar solución a las zonas de Gregg Williams. La temporada de Jabari Greer ha sido extraordinaria y en 13 fue responsable en gran parte del partido de Calvin Johnson. Lo curioso es que INT que lanzo Stafford ese día fue contra Tracy Porter y en zona. Williams acostumbra a dar tramos de los partidos a sus esquineros en una parte del terreno. Involucrar a Nate Burleson y, especialmente, a Titus Young, es fundamental para que el juego de pase no sufra contra Greer. Contra Detroit, el acarreo y la pantalla son poco problema. Aun así, Detroit tendrá que encontrar formas de darle trabajo al pobrísimo cuerpo de apoyadores de los Saints. Las pantallas a los receptores en el flat serian buena solución. Atacar la zona media con Brandon Pettigrew es otra. Pero siempre dependerá de la capacidad de Stafford para ejecutar en el que será su primer partido de playoffs. No solo para él, sino para la gran mayoría de jugadores y fans de los Lions.
Pronóstico: Luego del desastre de Seattle, los Saints deberían aprender la lección. Aquel día perdieron contra una defensiva voluntariosa y con apariciones ofensivas del rival. Estos Lions no solo son mejores en ambos costados del balón que aquellos Seahawks, también tienen la prueba de carácter de la semana 13 como estimulo. Pero siendo visitantes y debutantes, hay cosas que tendrán que ajustar de entrada. Tratar de no estar abajo por 14 cuando lo hagan, es todo un reto. Saints 28 – Lions 20.
AFC Comodines: Cincinnati en Houston
Que sea el primer partido del fin de semana de comodines no es casual. Los ratings de TV no deben ser muy altos para un partido que en temporada regular se habría jugado al mediodía sin demasiado escándalo. Pero para aquellos que gustan de ofensivas de esquema y defensivas de impacto, para aquellos a los que les gusta ver equipos que cumplen más que bien con los conceptos básicos del juego y, especialmente, para aquellos a los que les gustan duelos de playoffs parejos, hay mucho que ver en Reliant Stadium el sábado en la tarde.
Bengals v Texans: Andy Dalton no es un novato común. Y esa afirmación va más allá de sus características como jugador. Pasa más por el estilo de juego y las características de su temporada. Usualmente, los pasadores novatos se apoyan en un par de armas específicas. El gran problema en el caso de Dalton, es que esa arma fue otro novato. Si, AJ Green es uno de los mejores receptores que ha llegado a la liga en el último lustro, pero no deja de ser un novato como Dalton. Lo que le dio Green a esta ofensiva fue profundidad (19 recepciones para 20 yardas o más en la temporada). La profundidad que no tuvo en los últimos 3 años de Chad Ochocinco y con la que se reencontró Carson Palmer en alguna medida en Oakland. Pero cuando se trata de otras distancias, distancias cortas, Dalton va a lo clásico: su ala cerrada Jermaine Gresham. Cincy tiene dos retos el sábado: encontrar formas de involucrar a Green a la ofensiva, mientras vencen los nervios de la visita. En el partido de la 14, la mejor firma del offseason para cualquier defensiva, Jonathan Joseph, limpio a Green. Le permitió 59 yardas y cometió una interferencia (cuestionable como muchas este año), pero defendió 2 pases y lo trabajo con muy poca distancia. Sin separación, Green es poco fiable. Es precisamente por eso que en el ruido de la zona media, Dalton prefiere las manos seguras de Gresham. Joseph no le entregara demasiado, así que el plan de juego de los Bengals tendrá que ir en varias ocasiones a la segunda o quizás tercera lectura de su pasador. Houston tiene la particularidad de estar justo en el promedio de la liga en yardas permitidas al receptor número 1 del rival (66 yardas). Lo interesantes, es que los Texans están por debajo de los promedios contra el receptor 2 y los corredores. Solo sufren con las alas cerradas. Y ese es un mal de toda la liga. Al menos de todos los equipos que no tienen más de un esquinero físico para marcar dentro de la caja. El papel de Greshman en la ofensiva de Cincy será fundamental. El partido de la 14 fue también una oda a la buena protección por parte de ambas líneas ofensivas. La de los Bengals permitió solo 1 captura y dos presiones. La de Houston, 1 captura y 6 presiones. Aun así, el partido de Dalton fue bastante mediocre. Completo 5 de 8 en el segundo cuarto y esa fue su mejor racha ese día. La presión no será un problema para Cincy, su línea es de lo más confiable de la liga. El gran tema pasa por su capacidad para establecerse con juego corto y acarreo. La defensiva de Houston es de las 3-4 que mejor soluciona el problema de las burbujas en el centro de la línea defensiva. Brian Cushing y DeMeco Ryans tuvieron temporadas excepcionales en ese aspecto. Contra Houston, 67% de los acarreos buscaron las burbujas (entre el centro y los guardias) y los Texans tuvieron la cuarta mejor defensiva contra el acarreo de la liga. Eso dice mucho. Si Cincy no puede correr, Dalton comenzara a forzar balones a Green como lo hizo en la 14 y ahí está el dinero para Joseph y los Texans. Del otro lado, TJ Yates tiene un problema llamado Eric WInston (8 capturas permitidas en el año). De hecho, el costado derecho de la línea de Houston es una interrogante. En la 14 permitieron la única captura que tuvo Manny Lawson en el año. Contra Cincy, el problema son los tackles defensivos. Geno Atkins y Domata Peko imponen superioridad en el centro de la línea. Para Houston ese no es un problema, porque distribuyen sus acarreos por todo el ancho de la línea ofensiva. Pero en la 14 no se vieron nada cómodos chocando con la pared que significan Peko, Atkins y Rey Maualuga. La remontada comandada por Yates fue posible cuando los Texans comenzaron a sacar yardas importantes en primera. Solo así pudo Yates convertir 5 de 8 en tercera. Entre las 3 conversiones que fallo, estuvo su INT del día. Para los Texans es acarreo y más acarreo. Aun con Matt Schaub sano, seria así.
Pronóstico: Nunca pongas a un pasador novato y al tercer equipo más joven de la liga como favorito siendo visitantes contra la segunda mejor defensiva total de la liga. El duelo es parejo porque se parecen demasiado. Pero la ventaja de Houston esta en el costado del balón donde no tienen el balón. Esa defensiva fue creada para ganar partidos como este. Que estén en casa, solo le agrega obligaciones a la faena. Houston 24 – Cincinnati 17.