Los
Niners reciben por segundo año consecutivo el playoffs divisional en
Candlestick Park. Las condiciones en las que llegan son diferentes. Más allá de
tener un record similar y recibir a un equipo que entro a enero con mejor racha
que ellos, la diferencia es esencialmente de personal. Para los Packers es el
primer enfrentamiento contra un equipo que ofrece las características ofensivas
de los Niners. A pesar del enfrentamiento de la semana 1 como antecedente, es
poco lo que la revisión de ese video pueda decir sobre lo que se verá el sábado
en la noche en San Francisco.
Green
Bay en San Francisco (FOX):
Las revanchas que se juegan en enero tienen otro sentido si el partido de
temporada regular se jugó en septiembre. No por nada se llama comúnmente
“overreaction wekeend” a la semana 1. Eso no es menos cierto para este partido.
Los Niners de la semana 1 son especialmente diferentes a los que clasificaron a
esta instancia. Lo que ha cambiado es la filosofía ofensiva. Con el ahora
suplente Alex Smith fuera del libro, el enfoque se ha centrado en jugar read-option, un esquema que explicamos
la semana pasada en la previa de Seattle y Washington. Pero de todos los
equipos que ejecutan esa idea, los Niners son los que tienen al pasador de
bolsillo menos clásico. Ahí está la diferencia básica respecto al partido de
temporada regular. Alex Smith es un pasador de bolsillo, al que Jim Harbaugh
convirtió en un administrador respetable. Colin Kaepernick tiene capacidades de
playmaker, pero el porcentaje de riesgo es más alto. Smith fue el titular en la
semana 1, Kaepernick será el titular en el divisional del sábado. A efectos de
la revisión de video, es poco lo que puede sacar la defensiva de Green Bay.
Enfrentaran por primera vez en la temporada la read-option es su más amplio concepto (Seattle no lo aplicaba
plenamente cuando lo enfrentaron en la temporada regular). Si bien el acarreo
es importante, Harbaugh ha intentado darle presencia al juego de pase. En esa
apuesta, Michael Crabtree ha sido clave. Entre las semanas 13 y 17, fue él la
principal opción de Kaepernick en el juego de pase. En esas 5 semanas, Crabtree
fue buscado por Karpernick 56 veces. En todos los partidos intento, al menos 9
pases en la dirección de su arma favorita. En intentos profundos también fue
Crabtree la principal opción. En total, Kaepernick lanzo 49 pases de 20 yardas
o más desde la semana 10 cuando asumió la titularidad. Completo 24 (49%),
promediando 14 yardas por intento, con 5 TD’s y 2 INT’s. 15 de esos intentos y
2 de esos TD’s con Crabtree. Números bastante respetables. Va contra una
defensiva que, si bien mejoro defendiendo la bomba, aún tiene problemas para
secarla. El año pasado, Green Bay permitio 49.3% (70 de 142) de completos, en
pases que viajaron más de 20 yardas; 1879 yardas. En 2012, el promedio aumento
a 67.5%, pero los valores absolutos bajaron considerablemente (77 de 114); 1016
yardas. El sábado necesitan combinar dos
cosas en su secundaria: por un lado secar a Michael Crabtree. Esa debería ser
responsabilidad de un Tramon Williams que es una garantía en el mano a mano. La
otra es mantener a Kaepernick en la caja. El pasador de los Niners es un buen
corredor en campo abierto, pero tiene problemas para reconocer carriles. Los Packers
deben obligarlo a mantenerse en la caja, con espías en la zona de los
apoyadores y esquineros activos en los flats. La bomba siempre estará presente
contra Kaepernick, pero perderá efecto si Green Bay es capaz de enviar la presión
consistentemente. Para San Francisco si hay varias cosas que capitalizar del
video de la semana 1. Aquel día, Green Bay tuvo apenas 6 jugadas dentro de la
yarda 40 de los Niners. Los 3 drives anotadores de los Packers aquel día
sobrepasaron las 70 yardas. Ninguno de los restantes 8, sobrepasaron las 40
yardas. Les fue particularmente mal deteniendo la presión de los apoyadores, además
de no haber intentado ningún acarreo del centro a la izquierda (la zona de
Justin Smith). Los mejores números de Rodgers fueron pasando a la ranura. Intentó
aprovechar la sobre-persecución de los safeties de los Niners, en especial de un
Dashon Goldson con más asignaciones en la presión que en la marca. La aparición
de Dujuan Harris es una buena noticia para Green Bay. Al menos permitirá tener
algo más de los 14 acarreos que intentaron en la semana 1 (aunque el acarreo
quedo fuera de la ecuación temprano en el tercer cuarto con San Francisco
tomando ventaja de 23-7). Correr contra la caja de los Niners es una aventura
que solo es posible si los obligas a jugar nickel
y dime en porciones amplias de los
drives. La duda sobre la presencia de Jordy Nelson (cuestionable-no ha practicado
en toda la semana) se mantendrá hasta minutos antes de comenzar. Para Green Bay
será mucho más sencillo enviar su ofensiva sin reunión en espacios más amplios
de tiempo que en la semana 1. La clave es trabajar medio y rápido, aprovechando
la zona de unos apoyadores medios que suelen morder el anzuelo del acarreo
bastante rápido en fases tempranas de los partidos. Si Nelson juega, la atención
en él y Greg Jennings generara espacios, contra los safeties, para James Jones,
Randall Cobb y Jermichael Finley. El eslabón débil de la línea ofensiva, el
tackle derecho Don Barclay, necesitara ayuda contra un Ricky Jean Francois, que
cerro muy bien la temporada. Las asignaciones de los apoyadores medios a la
hora de presionar deberían ser de los guardias. El enfrentamiento entre Josh
Sitton y Navarro Bowman definirá varias cosas en ambas facetas del juego
ofensivo de Green Bay.
Pronostico: Como hace un año, los Niners recibirán
en casa en el divisional a un equipo de ofensiva explosiva. Como hace 4 meses,
los Packers enfrentaran a una defensiva que destruye el ritmo de cualquier
pasador de la liga con presión y buena marca en las esquinas. Rodgers necesita
encontrar ritmo temprano, para obligar a los Niners a dedicar más recursos a la
presión. Ese es el peor escenario posible para San Francisco, que está
acostumbrado a presionar únicamente con 4 de los miembros de su caja. Para los
Niners es un juego que depende altamente de lo que pueda hacer su defensiva.
Secando en las esquinas a Rodgers y obligándolo a ejecutar distancias medias
contra apoyadores y safeties. Básicamente porque, para ganarle a esta versión de
Green Bay, las guerras de puntos no son la mejor receta. Packers 24 – Niners 17.