La liga estableció un estándar a inicios de la década pasada: “construye un estadio y te daremos un Super Bowl”. Jerry Jones lo hizo. Y no solo construyo un estadio, construyo la instalación deportiva más imponente de los Estados Unidos y una de las más sorprendentes del mundo. El domingo, Jones tendrá que ver como en el salón de gala que construyo para ver coronarse a su equipo, dos equipos de clase trabajadora pelean por el titulo de campeón de la NFL. En algún lugar del mundo, todos los que odian a los Cowboys sonríen al pensar en esto. Más allá de las consideraciones por el lugar, la edición 45 del Super Bowl entrega uno de los duelos más parejos del último tiempo. Parejo, mas allá de las características ofensivas y defensivas de ambos equipos. Parejo en intangibles, en historia y, especialmente, en momentos.
Ofensiva Pittsburgh v. Defensiva Green Bay.
El primer y quizás más importante punto en este apartado, es la lesión y no participación del centro novato de los Steelers Maurkice Pouncey. El miembro más atlético de una línea ofensiva que sufre de manera monumental contra la presión. Dom Capers preparo su plan de juego mucho antes de saber que Pouncey no estará en el terreno el domingo. Pero se preparo para Doug Legursky o para un Pouncey con problemas de movilidad. En ese contexto, la presión por el centro aparece como una de las principales cuestiones a tener en cuenta. Hay varias cosas que mirar en los esquemas de Capers, mucha más si se trata de presión por el centro. La primera, es el papel de BJ Raji y Cullen Jenkins en esas situaciones. Para una 3-4 como la que maneja Green Bay, la carga con los apoyadores por el centro marca, prácticamente, una declaración de zona en secundaria. Especialmente en la zona media, donde la necesidad primordial es quitarle los pases rápidos a Ben Roethlisberger. Dom Capers no vende sus esquemas de cobertura casi nunca. Es decir, es de los coordinadores que menos cargas con 6 envía (3.2% de las cargas de los Packers este año fueron con 6 jugadores o más, solo Washington tuvo un porcentaje menor). Pensemos entonces en una presión que incluya a Jenkins y Raji mas Clay Matthews (por ser el mejor pass rusher del equipo), AJ Hawk (por ser el que peor marca el pase entre los apoyadores medios del equipo) y, muy seguramente, Charles Woodson. Es precisamente ese el segundo punto a tener en cuenta: el papel de Charles Woodson en el plan de juego de Capers. Desde la semana 15 (o desde que los Packers se han estado jugando la vida), Tramon Williams y Sam Shields se convirtieron en los esquineros 1 y 2 habituales. Capers ajusto el esquema para que Woodson pasara a formar parte de la caja y dejar a Nick Collins como único safety en campo. El movimiento no fue descabellado. Charlie Peprah y Morgan Burnett mostraron muchas debilidades para cubrir el pase. Con Woodson haciendo las veces de un safety que está en la caja en todas las jugadas, Capers encontró un buen espía contra scramblers, una gran marca para alas cerradas, un jugador rápido para retroceder a la zona cuando quieran jugar “Cover 2” clásico y un muy buen pass rusher. Todas esas, características que necesitan los Packers contra un equipo que tiene un buen Ala Cerrada receptor (Heath Miller), al mejor QB cuando de improvisar fuera del bolsillo se trata y una línea ofensiva que tiene serios problemas contra las cargas “A” (en los espacios que se forman entre el centro y los guardias). Para los Steelers, este será un interesante campo de pruebas. Especialmente una prueba para Bruce Arias y su libro de jugadas con primacía de pase. Olvidemos la producción terrestre en la primera mitad contra los Jets en el campeonato de la AFC. Esa producción tiene varias características que la hacen parecer poco creíble. Especialmente, la particular ausencia de tackleo efectivo de parte de los defensivos de los Jets. La mejor manera de sacar a Woodson de la caja, es tener 3 receptores en el terreno. Eso obligara a Capers a marcar al receptor extra con un apoyador o a tener que hacer lo propio pero con Heath Miller. La otra solución es jugar esquema nickel (5 backs defensivos), pero resulta igual de insegura en la medida que Peprah y Burnett sufren contra el pase, especialmente cuando juegan zona. Los Steelers tienen esos 3 receptores: Hines Ward, Mike Wallace y Emmanuel Sanders. Ward trabajara seguramente la zona media. AJ Hawk tiene problemas contra el pase y Desmond Bishop se encarga de un costado de las hashmarks (algo muy parecido a lo que hace Lance Briggs en la Tampa 2 de Chicago). Wallace y Sanders son receptores de distancias. Seleccionar marcas adecuadas para ambos es un juego interesante. Desde inicio de la temporada, Tramon Williams ha trabajado consistentemente a receptores en coberturas 1 a 1 con éxito importante. El receptor 1 del equipo rival promedio 54.4 yardas por partidos contra Green Bay en la temporada regular, el promedio de la liga fue de 64.5 yardas por partido. Williams permitió 5.5 yardas por pase intentado en su contra esta temporada, el decimo mejor promedio entre los esquinero de la liga. Eso dice mucho. Siendo el esquinero más rápido del equipo, es más que presumible que tenga el trabajo de marcar a Wallace y evitar las bombas de Roethlisberger. El problema, es que eso dejaría a Shields con Ward, al menos si Capers no renuncia a la idea de tener a Woodson en la caja durante la mayoría del partido. La otra solución es la zona. Capers no es enemigo de la zona. De hecho, de no ser por el buen 2009 de Woodson y el buen 2010 de Williams, su secundaria habría jugado zona la mayoría del tiempo en sus 2 años en Green Bay. La zona plantea un reto en la medida que Roethlisberger mueve el bolsillo habitualmente y un esquema que entregue 5 yardas delante de la línea de golpeo, convertirá a la defensiva de Green Bay en una que vera a Ben correr toda la noche. Hablando de correr, hay que decir que el acarreo es un planteamiento absolutamente diferente en este partido. Quizás, sea el punto donde los Steelers marcan una diferencia importante respecto a los Packers. En una enfrentamiento de línea ofensiva pesada contra caja atlética, siempre ganara la primera cuando se trate de correr el balón. Aunque en este punto, la ausencia de Pouncey pesa enormemente. Correr contra BJ Raji es un problema. De hecho, correr contra cualquier tackle nariz clásico es un problema. Contra las 3-4, aprovechar las burbujas y los pass rushers externos es la mejor receta. Y los rivales de Green Bay lo llevaron a cabo de esa manera en la temporada. Contralos Packers, el 44% de los acarreos fue por el centro (entre el centro y los guardias). Mientras que por los costados se repartieron 28% cada uno. Los promedios de la liga con 50% por el centro y 25% por cada costado. Raji y Jenkisn son excelsos contra el pase, pero están en desventaja física contra el peso de Chris Kemoeatu y Ramon Foster. Para que tengan una idea de lo importante que es Maurkice Pouncey en el esquema de los Steelers: 61% de sus acarreos fueron por el centro, cuando el promedio de la liga es 49%. Es la presencia física de Pouncey, Kemoeatu y Foster lo que permitió que los Steelers dominaran el centro de la línea de esa manera. Con Doug Legursky como centro, la historia no debería ser similar.
Claves para Pittsburgh:
1.- Establecer temprano el acarreo. Eso permitirá que la jugada y finta y pase sea efectiva. Contra un equipo que llena la caja con 8 y hasta 9 jugadores, la finta y pase es un problema. Más aun si consideramos las características de improvisador que tiene Big Ben.
2.- No vender demasiado temprano las ayudas en la línea. Flozell Adams tendrá que marcar 1 a 1 a Clay Matthews y Doug Legursky tendrá que hacer lo propio con BJ Raji. Cullen Jenkins y Charles Woodson también merecen atención y las marcas dobles harían de esa una difícil asignación. Comprometer a Heath Miller o Rashard Mendenhall (o ambos) como bloqueadores demasiado temprano, le entregara toda la ventaja a los Packers. Dejar que la línea se defienda sola y ayudar solo en caso de extrema necesidad.
3.- Explotar los duelos favorables en la secundaria. Puede ser un apoyador o alguno back defensivo. Pero en jugadas donde al menos 3 jugadores salgan por pase, Roethlisberger encontrara un duelo favorable y deberá explotarlo. Eso obligara a Capers a utilizar más zona o a cambiar el formato de sus marcas.
Claves para Green Bay:
1.- Cargas de espacios “A”. Cargar por el centro contra un jugador que tendrá su primera titularidad en la NFL en el partido más importante del año. En las últimas semanas, Capers encontró formas de alinear a Clay Matthews como apoyador medio y enviarlo a presionar desde esa posición contra un guardia. Que cambie el objetivo y en lugar de buscar un guardia intente presionar contra el centro suena comprensible. Es cierto que físicamente lo supera, pero Matthews ha demostrado el atleticismo para ganar esa clase de duelos.
2.- Mantener a Roethlisberger en el bolsillo. Big Ben no es un scrambler clásico. Es más un improvisador experto. Obligarlo a mantenerse en el bolsillo es una manera de reducir el impacto que pueda tener. Especialmente porque la tentación de dejar la marca e ir a tacklearlo es demasiado grande en ocasiones y eso dejaría expuesta a la secundaria a jugadas grandes de los sprinters Wallace y Sanders.
3.- Quitarle los pases cortos a Roethlisberger. Marcar bien la zona media es una regla fundamental contra un receptor como Hines Ward. Si los Packers tienen que jugar zona de 7 lo harán sin ningún problema. La carga en zona es una solución más que factible en ese caso. Asignar un espia para Rashard Mendenhall es otra medida necesaria. Casi obligatoria cuando el corredor en el terreno sea Mewelde Moore.
Duelos clave:
-Mike Wallace v. Secundaria Packer: evitar la jugada grande de Wallace debe estar en el tope de prioridades.
-Doug Legursky v. BJ Raji: Legusrky debe haber visto unas 1500 veces el video de la INT salvadora de Raji en el Campeonato de la NFC. Prepararse para lo que sea (que en esencia es carga en zona), es primordial.
-Heath Miller v. ¿?: Pittsburgh no puede darse el lujo de tener 3 receptores en el terreno muchas veces, lo endeble de su línea ofensiva se los impide. Por eso, su tercer receptor será Miller en la mayoría de las ocasiones. Encontrarle marca adecuada (presumiblemente Charles Woodson), es algo que aun debe estar pensando Capers.
Ofensiva Green Bay v. Defensiva Pittsburgh.
¿Qué hacer contra una defensiva que tiene la mejor presión y la mejor defensiva por tierra de la liga? La respuesta no es un qué, sino un quien. La respuesta es Aaron Rodgers. Ben Roethlisberger es el mejor improvisador de la liga, Peyton Manning el que mejor lee defensivas, Tom Brady el mejor pasador en distancias cortas, Jay Cutler el mejor en distancias largas y Michael Vick el mejor scrambler. Si tienen que elegir a un pasador que trabaje bien todas las distancias (cortas, medias y largas), quédense con Rodgers. Lo impresionante de Rodgers, es la facilidad con la que trabaja con lo que las defensivas contrarias le entreguen (por vía aérea o terrestre). Ante un QB asi, es difícil traer presión. Pero estamos hablando de Dick LeBeau, el creador de la carga en zona y probablemente el coordinador más importante de la última década en la NFL (con el respeto de Tom Moore). Así que hay que asumir, que el pan de juego trabajara las falencias de Rodgers. La primera y quizás la más importante, es la manera bastante rudimentaria en que maneja la presión por el centro. Escapar de un bolsillo colapsado en uno de los costados es una cosa. Tener que hacerlo cuando es el centro el que se viene abajo, es un problema. Especialmente, porque los Steelers compensan el poco talento individual de su secundaria con una zona que es bastante difícil de leer. Lo que enfrentará esa defensiva el domingo, es al cuerpo de receptores más versátil de la liga. Rodgers cuenta con receptores para cualquier situación y distancia. Y los Steelers no tienen precisamente la secundaria más confiable en talento o entendimiento de esquemas. Ike Taylor con Donald Driver, Bryant McFadden con Greg Jennings y el extremadamente vulnerable William Gay con Jordy Nelson. Aun tendrían que encontrarles solución a James Jones y Andrew Quarless (por no hablar de la habilidad de Brandon Jackson para recibir pases). En semejante contexto, la zona se plantea como la solución más factible para los Steelers. La última demostración de Rodgers contra una zona (probablemente la mejor de la liga), fue contra Chicago. Antes del súbito apagón de la segunda mitad (en gran medida relacionado con la lesión de Chad Clifton), Rodgers destruyo las costuras de la zona de los Bears. Pequeña diferencia: aquella era Cover 2 (más allá del retroceso de Brian Urlacher) y el esquema que los Steelers cuando mandan cargas en zona es Cover 3. Las costuras de esa zona son más difíciles de explotar. Al menos, no para tantas yardas como las que Rodgers encontró al inicio del Campeonato de la NFC. Si la zona es la solución, sera interesante ver la clase de cargas en zona que envía LeBeau. Si vienen de los apoyadores medios, algún liniero defensivo tendría que retroceder. No es ese un escenario prometedor contra los rapidísimos Jennings y Nelson. Hacer retroceder a los apoyadores externos, es quitarle un gran porcentaje a las posibilidades de éxito de la presión. La carga de safety se impone. Y en ese esquema, entra a la escena Troy Polamalu. El problema con las cargas de safety (de las que LeBeau es fan confeso) es que los retrocesos son mas largos para el jugador que tenga que cubrir la zona. Y, a menos que sea defensiva nickel, ese jugador sera un apoyador o un liniero que pagara las consecuencias de la rapidez de los receptores de Green Bay. Como hemos dicho ya en varias ocasiones, obligar a Rodgers a trabajar corto no es lo peor que le puede ocurrir al QB de los Packers. Además, ante la casi segura ausencia de yardas terrestres, Mike McCarthy debería colocar su mejor cuerpo en el terreno y esos son sus receptores. Llenar el terreno con 4 y hasta 5 receptores, colocaría a la zona de los Steelers en un problema similar al que enfrentaron contra New England. Y dejaría la puerta abierta para que, con una caja menos congestionada, el acarreo pueda entregar alguna renta. El problema de esa idea es que descansa en las posibilidades de que la línea ofensiva pueda contener por si sola a los Steelers. James Harrison v. Chad Clifton es un duelo más parejo de lo que se piensa. Ziggy Hood tendrá que vérselas con el mejor guardia de la NFL en Josh Sitton. Y el duelo que más dudas despierta: LaMarr Woodley v. Bryan Bulaga. El principal problema de Bulaga es su capacidad atlética. Aun tiene que terminar de resolver sus problemas con el juego de pies. Woodley no es precisamente el pass rusher más rápido de la liga. Y en el duelo físico, Bulaga tendrá ventaja siempre que no se lo coma el escenario. El otro gran problema contra los Steelers es definir el punto por el que vendrá la presión. Si, Troy Polamalu entra casi siempre por el costado de James Harrison. El problema se plantea cuando la carga de secundaria, es de uno de los esquineros. Sobrecargar un costado de la línea para evitar que Rodgers mueva el bolsillo hacia su costado más cómodo (el derecho) es una solución que fácilmente podrían emplear los Steelers con Harrison y Polamalu. Por tierra, el duelo es más que interesante (mas por esquema que por expectativas). Por fuera del tackle izquierdo, los rivales de Pittsburgh intentaron 6% de sus acarreos. Por fuera el tackle derecho: 4%. Los promedios de la liga en ese sentido son 10 y 11% respectivamente. Los Steelers retan la máxima que dice que correr contra un pass rusher es siempre dinero en el banco. Harrison y Woodley son excelsos contra el acarreo. Especialmente, cuando tienen ayuda de alguno de los safetys (Polamalu usualmente). Si Green Bay quiere aprovechar un duelo favorable en la línea, ese es el de Josh Sitton con Evander “Ziggy” Hood. Aaron Smith era el run stopper de esa línea defensiva. Sin él en el terreno, Hood ha hecho un trabajo decente. Pero nada más. Contra Sitton, enfrenta al mejor en su posición en la liga. Si los Packers quieren intentar algo por tierra, la formula de corredor de poder mas Sitton delante del corredor, se impone como la más lógica.
Claves para Green Bay:
1.- Establecer el tempo de la ofensiva. Series largas y ofensiva sin reunión en la que van machacando al rival. Eso han hecho los Packers todo el año. Les permite controlar el reloj y descargar todo el libro sobre un rival que ya para el tercer cuarto luce agotado. Que puedan hacerlo sin demasiado juego terrestre, no cambiara demasiado el escenario en que lo lograron durante la temporada.
2.- Explotar a William Gay en coberturas individuales. Incluso en la zona, Gay es vulnerable. Si Rodgers encuentra a Nelson o Jones mano a mano con el tercer esquinero de los Steelers, debe explotar ese duelo.
3.- Que la línea ofensiva gane los duelos individuales. Solo en esa medida McCarthy podrá llenar el terreno con receptores. En situaciones en que Polamalu se acerque a la línea, Daryn Colledge deberá darle una mano a Clifton. Aplica la misma formula para Josh Sitton y Bryan Bulaga con LaMarr Woodley.
Claves para Pittsburgh.
1.- Eliminar el pase corto de libro de Green Bay. La razón por la que los Packers pudieron pasarle por arriba a sus rivales en las primeras mitades de sus partidos (anotaron 194 puntos en la primera mitad de sus partidos y permitieron 125), fueron las series largas. Y esas series se establecían más con pase corto que con acarreo. Cualquier defensiva que obligue a Rodgers a ser pasador de distancias medias o tener que escapar de la presión, tendrá éxito.
2.- Mantener cubierta la zona profunda todo el partido. Ike Taylor y Bryant McFadden retrocediendo y Ryan Clark corriéndose al centro. Así se establece el Cover 3 de los Steelers en sus cargas en zona. Si le agregan a Polamalu en la zona de los apoyadores, evitaran ambas distancias. Los pases medios (10-15 yardas) son indefendibles per se, pero demandan extrema precisión del QB. Obligar a Rodgers a trabajar al extremo toda la noche es clave.
3.- Ampliar la zona si lo exige el partido. LeBeau no renuncia jamás a su identidad. Después de todo, es lo que los trajo hasta aquí. Pero cambiar el enfoque contra un Rodgers dominante puede ser clave. Si los Steelers no pueden ganar el duelo en la zona de los apoyadores, tendrá que entregar algo de presión por mas cobertura para quitarle las salidas rápidas al QB de Green Bay.
Duelos clave:
-Bryan Bulaga v. LaMarr Woodley: recibirá algo de ayuda de Quarless, Sitton o John Kuhn cuando intenten por tierra. Pero Bulaga tendrá que establecer superioridad temprano en situaciones de pase. En caso contrario, sufrirá toda la noche.
-William Gay v. Jordy Nelson: jugadores de ranura clásicos. Nelson gana el duelo en velocidad. Gay necesitara toda la ayuda disponible en jugadas de ruta profunda.
-Casey Hampton v. Scott Wells: si Josh Sitton establece superioridad y Wells puede ganar el duelo contra Hampton, los Steelers tendrán un serio problema para cubrir el acarreo por el centro.
Equipos especiales.
En un duelo de defensivas, los despejadores toman enorme importancia. Tim Mashtay es de los mejores de la liga. Especialmente cuando se refiere a dejar al rival dentro de su yarda 20 (25 despejes dentro de la yarda 20 esta temporada). Jeremy Kapinos no es precisamente el mejor de la liga, pero cumple (41.1 yardas por despeje esta temporada). Con una defensiva de presión y zona como la de Pittsburgh, encajonar al rival en cada posesión es más que necesario. En lo que se refiere a pateadores, los Packers parten con ventaja. Mason Crosby convirtió 78% de sus intentos de gol de campo. 4 de los 6 que fallo, eran intentos de más de 40 yardas. Shaun Suisham llego para sustituir al despedido Jeff Reed y convirtió 14 de 15. Crosby tiene mucha más experiencia e historial de conversiones en momentos de presión que un Suisham que por algo estuvo sin trabajo hasta la semana 11.
Pronóstico: el duelo de defensivas no es tan grande como el duelo de esquemas. Se enfrentan los hombres que crearon el esquema defensivo que ha definido la última década en la NFL: la carga en zona o zone blitz. Los Packers llegan habiendo jugado partidos con implicaciones de vida o muerte en 5 semanas consecutivas: v. NY Giants, v. Chicago, @Philadelphia, @Atlanta y @Chicago. Que con semejante calendario fueran capaces de encontrar la manera de llegar a esta instancia, es una demostración de la esencia de este equipo. ¿Que se les pueda achacar cierta ausencia de instinto matador por momentos? Es cierto. Pero no deja de ser un equipo más completo que su rival. Y una de las mejores historias de equipo alguno en el último tiempo… Packers 27 – Steelers 17.