Por
primera vez desde 1986-87, un campeonato de conferencia repite rivales. A
diferencia de aquellos partidos entre Browns y Broncos, esta vez ambos se
jugaran en la misma sede: Gillette Stadium en Foxboro. Desde 2005, el local no
pierde la final de la AFC. Los últimos tres partidos entre Pats y Ravens
(temporada regular de 2010 y temporada y postemporada de 2011), se decidieron
por 3 puntos o menos. Dos de los tres los gano New England y la victoria de los
Ravens fue en la semana 3 de esta temporada en Maryland. Todos los ingredientes
para un partido mucho más cerrado de lo que muchos piensan. Más aun teniendo en
cuenta el historial de los Pats en revanchas de temporada regular.
BALTIMORE
EN NEW ENGLAND (CBS):
Como ya mencionamos en algún momento de esta postemporada, las revanchas de
partidos de la primera mitad del año tienen poco que entregar en términos de análisis
de video. Pats y Ravens jugaron en la semana 3 de esta temporada y son muchos
los factores que han cambiado en ambos equipos desde septiembre hasta ahora. En
los Ravens no está Lardarius Webb, su mejor esquinero y que se perdió la
temporada luego de una lesión en la semana 4. Y quien si está en Terrell Suggs,
que no jugo la primera mitad de la temporada por lesión. En los Pats no está
Rob Grokowski, que es probablemente el arma ofensiva más importante de la liga
a esta altura y está un jugador que cambio la fisionomía de la peor sección de
la defensiva: la secundaria.
La
llegada de Aqib Talib significo para Bill Belichick, no solo incluir un jugador
respetable en una secundaria endeble, sino además modificar el armado de piezas.
Desde la llegada de Talib, Devin McCourty es decididamente safety, el novato
Alfonzo Dennard y Kyle Arrington marcan la otra esquina y la ranura,
respectivamente. Es un cambio respecto también a la final de la AFC hace un
año, cuando Joe Flacco se hizo un picnic en particular con Arrington. Lo interesante
será ver como organizan los Pats a su secundaria el domingo. La semana pasada
jugaron mano a mano con Andre Johnson siendo marcado por Talib en casi
cualquier situación del partido. Si bien el esquinero permitió 8 recepciones en
11 intentos y 95 yardas, contuvo las yardas después de la recepción y como
consecuencia la jugada más larga de Johnson en el partido fue de 22 yardas. La aproximación
esta semana debe ser diferente. Básicamente porque la ofensiva de pase de los
Ravens vive de la efectividad en distancias largas (pases que viajan más de 15
yardas). Flacco completo 42% de esos pases promediando 12.4 yardas por intento
con 11 TD y 2 INT’s en la temporada.
Ninguno
de los esquineros de New England está capacitado para marcar mano a mano en
jugadas profundas. Mucho menos con receptores tan veloces como Torrey Smith y Jacoby
Jones. Y si ese fuera el caso, se impondría un enfoque similar al de la semana
pasada con Johnson, donde se le entrega colchón de entre 5 y 8 yardas de
entrada a los receptores. El problema de Flacco este año no ha sido jugar
profundo sino ser consistente en el resto de las distancias. De hecho, sus números
fuera de casa son particularmente paupérrimos en general: 57% de completos, 7
TD’s, 5 INT’s, un bajísimo promedio de yardas por intento de 5.9 y rating de
74.9 (sexto peor entre los titulares de la liga). Y aunque probablemente disten
bastante de lo que se vio en Mile High hace una semana, cualquiera que haya visto
a Flacco mas de 5 minutos fuera de Maryland este año, sabe que tuvo serios
problemas para sostener ofensivas largas durante la temporada.
Para
New England será clave que el novato Chandler Jones llegue pleno al domingo.
Sera la única manera de aprovechar al lento Bryant McKinnie, que desde hace dos
semanas es tackle izquierdo titular en una reordenada línea ofensiva de
Baltimore. Desde la llegada de Talib (semana 10), New England envía carga en
32% de sus snaps. El doble de lo que enviaron al inicio de la temporada.
Asimismo, aumento de manera importante la carga grande (6 elementos o más), que
de 2.5% de snaps hasta la 10, paso a 7.5% de esa semana en adelante. Cargar contra
Flacco es la única manera de impedir que los retrocesos de 5 pasos terminen con
bombas a los costados. Y quitarle la bomba al juego de pase de los Ravens es
quitar el 40% de su efectividad en ofensiva esta temporada.
Del
otro lado, será la historia de la ofensiva sin reunión de los Patriots y los
enormes problemas que le genera a las defensivas rivales. El rompecabezas
ofensivo que plantean los Pats es de los más duros de la liga. La ausencia de
Gronkowski pesa pero no tanto como el año pasado. New England ya vivió 5
partidos sin el ala cerrada al final de la temporada regular y encontraron las
respuestas de esquema para suplir su aporte. Brady bajó su porcentaje de pases
completos sin Gronk en la alineación (de 65% a 59%), pero el resto de los números
se mantuvieron bastante similares. Quizá la estadística que mejor hable de lo
que fue Brady en ambas situaciones es el promedio de yardas por intento: 7.5
con Gronk activo, 7.3 con Gronk fuera. La base de lo que han trabajado los Pats
sin su ala cerrada estrella es alimentar mucho más las rutas cortas y medias
con Wes Welker y Brandon Lloyd llevando el peso. En las 5 semanas que los Pats
jugaron sin Gronk este año, Lloyd se convirtió en el receptor más buscado por
Brady, y el porcentaje de pases completos con él paso de 56% a 63%. La clave es
que quien ha estado trabajando la ranura de manera más asidua ha sido Welker y
en una ofensiva sin reunión que usualmente hace uso extensivo del acarreo, los
mano a mano con Lloyd quedan servidos, casi siempre, dentro de la yarda 30
rival.
Para
Baltimore ha sido la peor temporada defendiendo el acarreo desde 1997. Sin
embargo, han mejorado de manera importante en el playoffs con la inclusión definitiva
de Ray Lewis. Darnell Ellerbe practico limitado durante la semana pero se
espera que juegue el domingo. El tema respecto a los apoyadores medios de los
Ravens es que pueden ser excelsos defendiendo el acarreo, pero sufren marcando
pase o sosteniendo espacios ante la finta y pase. Contra Lewis en particular
las ofensivas rivales promedian 5.6 yardas por pase intentado, lo que es una
muy mala noticia cuando enfrentas a un equipo que tiene a Danny Woodhead y
Shane Vereen. Además, los Pats usualmente envían sus ofensivas sin reunión contra
el nickel del rival y eso elimina elementos en la caja, convirtiendo la marca
en la zona media en absoluta responsabilidad de los apoyadores medios.
Cargar
contra Brady nunca ha sido una buena receta y tanto Rex Ryan, como Chuck Pagano
y más recientemente Dean Pees saben las consecuencias. De nuevo, los dos peores
partidos de Brady en playoffs llegaron contra equipos que presionaron con 4 y
enviaron 7 a marcar pase en zona media, con ventanas mínimas y negando
distancias cortas (Giants en 2007 – Jets en 2010). Baltimore tiene como poner
en ejecución semejante esquema, si y solo si sus esquineros son capaces de
limitar las yardas después de la recepción. Este será un problema particular
para Cary Williams, a quien atacaron consistentemente tanto mano a mano como en
zona durante la temporada. Si Brady encuentra a Williams marcando el flat en
zona, no lo pensara dos veces antes de explotarlo con alguno de sus corredores.
Fundamentalmente, porque la orden del coordinador defensivo es entregar
colchones amplios para evitar vender la espalda.
PRONOSTICO: El año pasado Baltimore enfrento a
una de las peores defensivas que jamás haya jugado una final de conferencia… y
perdieron por un punto en la última posesión del partido. A principios de esta
temporada enfrentaron a una versión bastante similar a la de enero de 2011 y
ganaron, en casa, por 3 puntos. El domingo enfrentaran a la misma ofensiva que
fue capaz de sostener el rendimiento de esas pobrísimas defensivas y ganarles
una final de conferencia. La diferencia está en que, sin ser espectacular, esta
defensiva de los Pats es muchísimo más eficiente que la de hace un año y la de
hace 4 meses. A la capacidad de forzar entregas de balón le añadieron
versatilidad en la caja, control en los espacios centrales de la línea y presión
con pocos elementos. Sera más duro para Joe Flacco y será mucho más duro para
los Ravens. Solo la perfección en ejecución y algún rendimiento sobre el
promedio en los emparejamientos clave del partido les podría entregar
posibilidades reales. PATRIOTS 34 – RAVENS 28