sábado, 31 de enero de 2015

Super Bowl XLIX: New England Patriots v Seattle Seahawks.





Es particularmente interesante como este partido termina siendo el más obvio del año, cuando en octubre podía tranquilamente tratarse de un mal chiste. Seattle, de arranque 3-3, y New England, de arranque 2-2, son por mucho los mejores equipos de la liga esta temporada. Pero lo extraño es que esa frase resulte cierta a finales de enero, cuando lo que se vislumbraba en octubre era algo totalmente diferente. Quede de lección para los que creen que llamar “overreacition weekend” a la semana 1, es una falta de respeto.
El domingo en University of Phoenix Stadium (por mucho mi estadio techado favorito) se juega un partido que terminara de decirnos en que década estamos: si definitivamente comienza la era Seattle o si New England puede definitivamente establecerse como la dinastía más grande de la historia de la liga (sé que suena rimbombante, pero lo podemos discutir).
Hay demasiados elementos que llevan a pensar en el partido de Metlife en febrero de 2014, pero también hay suficientes argumentos para pensar que algo como aquello no se repetirá (no me refiero al ganador, si a la magnitud de la felpa). En cualquier caso, tenemos todos los puntos clave para un partido de detalles. Y dos equipos construidos de manera parecida, para enfrentar los puntos altos de otros. Tal como en 2014, el del domingo es un partido de quien ejecuta mejor la idea que todos sabemos que ejecutara. 

OFENSIVA NEW ENGLAND v DEFENSIVA SEATTLE

El enero que recién termina es el mes menos acontecido para los Pats de los últimos 4. Efectivamente llegan de nuevo al partido de febrero, pero lo hacen enteros. No se rompió un miembro estrella de la secundaria en el Campeonato de Conferencia, ni su receptor principal llega con lo justo. Este equipo llega al partido grande más entero de lo que llegaron a las últimas 3 finales de conferencia y mucho más entero de lo que llegaron a Indy en 2012. Y eso no es un detalle menor.
Decíamos en la previa del SB XLVIII, que Seattle tiene un merito extraordinario para esta época: jugar siempre igual, sin esconder lo que hace y obtener siempre buenos resultados. Explicábamos cómo funciona el Cover-3 de los Seahawks y decíamos que era ganar ese matchup el que les daba ventaja en el partido en general. La defensiva terminó poniendo 16 de los 43 puntos que le hicieron a Denver en NY. Tienen el domingo un reto similar en frente.
Lo primero que tiene que preguntarse cualquier defensiva que enfrente a Tom Brady, es su nivel de compromiso con las distancias. Este Brady (y en general el Brady de la era post-Moss), es un pasador de distancias medias y cortas. Que rara vez veremos forzando una bomba y cuya esencia pasa por la precisión con la que trabaja los flats y la zona de los apoyadores. Tiene sentido que sea así, en tanto este Brady tiene de principal apoyo a Rob Gronkowski. New England ha desarrollado en los últimos dos años, gran cantidad de formas de involucrar a Gronk en ofensiva.

Gronk puede ir a la esquina, a la ranura, salir desde el backfield o desde la línea. Sigue siendo más peligroso saliendo desde la línea en ruta seam, pero los Pats lo rotan en todo el terreno.
En general, la secundaria de los Seahawks no debería tener problemas para marcar a Gronk. La tarea va a corresponder a Kam Chancellor y Bobby Wagner. De Chancellor ya tenemos antecedente marcando alas cerradas rivales, en el Campeonato de la NFC.

Con Richard Rodgers en la esquina y Randall Cobb en la ranura, Dan Quinn envío a su esquinero estrella con el receptor y dejo a Rodgers con el safety en la esquina. Si Gronk va a la esquina, habrá que ver que tratamiento se le da. Seguramente Wagner vera más de un snap con él en esas situaciones. Especialmente porque Chancellor necesita poder ayudar en la caja contra el acarreo.
El otro tema que debe preocupar en el juego de pase de los Pats, son las combinaciones de ruta. Julian Edelman, Danny Amendola y Brandon LaFell no son capaces de generar espacio solos en mano a mano. Josh McDaniels ha especializado un sistema de combinaciones de ruta que combina conceptos de curl-flat y slant-flat. Básicamente, son combinaciones de ruta que, desde formaciones sobrecargadas en un costado o con al menos 2 receptores en cada uno, construyen el espacio para el desarrollo de pantallas o el aprovechamiento de burbujas en zona.

En particular, Edelman se aprovecha de esas combinaciones de ruta en los flats para ganar yardas después de la recepción (con escolta). Esas combinaciones suelen generar problemas a las defensivas que, como la de Seattle, marcan zona. Sin embargo, como ya explicábamos el año pasado, la zona de los Seahawks combina elementos de hombre y zona. Los esquineros juegan muy cerca de los receptores, y solo entregan la marca en la frontera de su drop-zone. Edelman, LaFell y compañía no son precisamente expertos en dobles movimientos, pero necesitaran más de uno para ganar espacio contra una secundaria que responde rápido en los costados.
El elemento a seguir en la secundaria de Seattle en Jeremy Lane. Es el responsable de la ranura y seguramente tendrá dosis importantes de Edelman (especialmente si los Seahawks mantienen la filosofía de lados y no hombres para sus esquineros). El regreso de Byron Maxwell a la esquina opuesta de Sherman resuelve un problema. Lane será el encargado de marcar ranura, especialmente en el costado opuesto a Sherman y con ayuda de Earl Thomas. Puede tener problemas, contra pantallas o jugadas de desarrollo rápido en los flats y de eso debe aprovecharse Brady


La flecha señala a Jordy Nelson marcado por Lane, con Maxwell encargado de Randall Cobb y Davante Adams con Sherman en el opuesto. Una combinación de rutas deja a Nelson solo, pero Rodgers falla un pase al hombro de atrás. Ciertamente es espacio corto, pero esas combinaciones en formaciones sobrecargadas a un costado, le han dado mucho a New England este año. Lane será clave marcándolas el domingo.
Pero si hay un elemento que distinga el cambio severo que experimentó la ofensiva de New England en la segunda mitad de la temporada, ese es el acarreo. Especialmente desde la llegada de LeGarrette Blount, New England es un equipo extremadamente eficiente corriendo entre los tackles. Aquí también Chancellor juega un papel crucial, porque es su incorporación a la caja lo que le permite a los apoyadores trabajar sobre la línea.

En la imagen no se ve a Earl Thomas, pero será él quien termine sentando, literalmente, a Eddie Lacy. La ganancia fue de solo 2 yardas, porque Irvin pudo molestar de entrada y Thomas pudo leer y llegar a punto de ataque.


La capacidad de los safeties de Seattle para apoyar contra el acarreo es clave. Es por eso que el tan publicitado duelo Chancellor v Gronk no debería ser tan amplio. Chancellor seguramente tome al ala cerrada en la esquina o en la ranura. Pero saliendo desde la línea, deberían ser otros quienes le hagan sombra. Parar el acarreo es fundamental para quitarle a Brady el play-action. Los Pats promedian 8 yardas por jugada saliendo de finta de acarreo.
La disputa en la línea es el matchup olvidado. Desde que Bryan Stork se convirtió en el centro titular de New England, se solidifico la línea ofensiva. La línea defensiva de Seattle perdió buena parte de los elementos que le daban una profundidad envidiable, pero estabilizo los miembros de su caja a partir de darle roles específicos a Cliff Avril y Michael Bennett. La lesión de Brandon Mebane no ha sido un problema para parar el acarreo, pero si para presionar pasadores. Aunque, ciertamente, Seattle no necesito enviar más de 4 elementos a presionar en el año demasiadas veces.
Los Seahawks permiten 6 yardas por pase con presión de 3 o 4; 4.7 yardas con presión de 5 y apenas 3.7 cuando envían 6 por la cabeza del pasador rival. Cargar contra Brady está contraindicado según dicta el canon clásico (6.3 yardas por pase contra presión de 3 o 4; 7.8 contra 5 y 7.6 contra 6 o más).
El tema, en realidad, es que Brady trabaja corto y rápido en el bolsillo. La presión con más de 4 rara vez llega y por eso está contraindicada. Pero si Seattle puede poner presión consistentemente con sus 4 frontales (de hecho los Seahawks envían 4 o menos mas del 65% de snaps este año), los fantasmas de la ultima defensiva que pudo hacer eso contra Brady en eso mismo estadio en 2008, comenzaran a emerger.

OTRAS CLAVES
1   -   Esconder a Tharold Simon: Si por alguna razón, Simon tiene participación en los paquetes nickel o dime de los Seahawks, más le vale tener detrás la ayuda de Earl Thomas. Simon es un esquinero de carrocería (un proyecto de Brandon Browner 2.0), pero ha tenido problemas marcando desde la ranura y en campo abierto. Si Brady lo encuentra en algún mano a mano, no dudara en victimizarlo.

2    - Sherman Island: New England no tiene talento suficiente para ameritar que Sherman marque específicamente a un hombre. Y los splits de Brady hacia su derecha son bastante regulares. Si la idea es evitar a Sherman (como bien lo demostraron Rodgers y McCarthy en los dos partidos contra él este año), aislarlo no será problema. A menos que cambie el esquema.

3   -  El sombrero McDaniels: Ser extra-creativo es lo que distingue a Josh McDaniels. Ya Baltimore sufrió por esa creatividad. El coordinador ofensivo de los Pats debe tener ya un par de jugadas para mezclar el esquema clásico. Con dos semanas para preparar el partido, es casi un hecho.

OFENSIVA SEATTLE v DEFENSIVA NEW ENGLAND
Aquí está la clave del partido. Porque Seattle viene de un antecedente peligroso y porque New England no se ha visto bien contra equipos que proponen lo que los Seahawks.
Los primeros 55 minutos del Campeonato de la NFC demostraron una cosa: Seattle sufre contra equipos que marcan mano a mano. Los problemas de progresión de lecturas y balones forzados de Russell Wilson, estuvieron directamente relacionados con una defensiva que marca hombre todo el partido. La mala noticia para Wilson y Darrell Bevell es que New England no solo marca hombre todo el partido, sino que sus esquineros son mejores que los de Green Bay.
La buena noticia es que, como también se comprobó en los últimos 5 minutos del partido de C-Link hace dos semanas, es que lo que distingue la ofensiva de pase de los Seahawks es la capacidad de establecer el play-action, especialmente desde fintas de read-option.
El juego de pase de Bevell se basa en aislamiento. Y Wilson tiene la capacidad de cambiar jugadas en la línea cuando detecta un matchup favorable. Lo hizo en la jugada ganadora contra los Packers.



Wilson, contra caja llena, ve a Jermaine Kearse mano a mano con Tramon Williams y sin ayuda de un safety profundo. Cambia la jugada y el resto es historia.
La caja llena en esa jugada es consecuencia de las fintas de read-option que aparecieron mágicamente en el libro ofensivo de Seattle en la última parte del último cuarto de esa milagrosa resurrección. Por el bien de los Seahawks, esas jugadas deben estar en el tope de prioridades el domingo en Arizona. Especialmente porque New England sufre con cualquier cosa que se parezca a mover el bolsillo.

La formación base de los Pats usualmente incluye a Rob Ninkovich y Chandler Jones en los costados de la línea. Muchas veces en dos puntos (de pie). En la imagen Pat Chung es parte de la caja en la formación nickel de los Pats.

Una simple pantalla deja a Ninkovich en tierra de nadie sin saber si atacar al pasador o ir marcar el pase.
Más adelante, en ese mismo drive, Ninkovich quedará nuevamente desairado contra una finta similar, en un bootleg de Flacco.

Chung vuelve a la caja en el nickel. Tavon Wilson acompaña a Devin McCourty en zona profunda. Ninkovich y Jones siguen en dos puntos.
 
Danny Aiken terminara anotando un TD en esa jugada, después de dejar a Chung con un doble movimiento. New England tiene problemas para marcar jugadas de contraflujo o que demanden mover el bolsillo. El concepto de play-action es problemático. Más aun si el pasador tiene capacidad para extender la jugada con sus piernas.

Los tres apoyadores retroceden, dos espían a Lacy. Todos los receptores están tomados y McCourty vigila desde zona profunda.

Lacy se queda en el flat y el resto de los receptores están tomados.

Una finta de pase de Rodgers permite liberar a Cobb de la burbuja de 3 hombres que tenia y escapar solo a zona profunda. Ahora solo tiene que acertar el pasador.

Efectivamente lo hace.
El problema para los Pats se presenta cuando sus apoyadores deben marcar más de un movimiento. Sea la finta de acarreo, una jugada a contraflujo o una escapada del pasador, todo demanda ir contra el impulso inicial y aun apoyadores tan atléticos como los de New England sufren esa clase de jugadas.
Si Seattle quiere que su juego de pase tenga alguna posibilidad, deberán trabajar en mover efectivamente el bolsillo y mantener a los apoyadores pensando en la posibilidad de una jugada de read-option donde efectivamente Wilson conserve el balón.
Eso al menos resuelve la parte Wilson de la jugada. Pero el juego de pase sigue siendo un problema de talento en general. Darrelle Revis y Brandon Browner marcan hombre todo el partido. Mike Patricia estableció esa fórmula a principio de año para sobrellevar la ausencia de Brownwer. Pero aun a su regreso la idea no cambio. Seattle vive de las rutas profundas de aislamiento. La velocidad y la agilidad están ahí. El tema es que efectivamente pueda ganar sus duelos individuales contra esquineros mucho más atléticos que los de Green Bay.
Debe decirse, sin embargo, que Revis Island ya no existe. Hoy en día un doble movimiento bien ejecutado deja a Revis fuera de sitio.

Como marca hombre, Revis debe ir con su marca incluso hasta la ranura. En ese espacio, un doble movimiento de Steve Smith lo deja parado y cuando reacciona ya perdió la referencia y son 6 para los Ravens.
Seguramente será Doug Baldwin el marcado por Revis. Kearse podría ganar algún mano a mano en la banda contra Browner, por velocidad. Pero Browner viene de la escuela Seattle y sabe cómo controlar la velocidad de un receptor más rápido que él (aun cuando eso implique ir al límite del reglamento).
New England tiene problemas marcando alas cerradas. Ni Donta Hightower ni Jamie Collins tienen afinidad por esa tarea. Chung puede intentar tomar a Luke Willson. No parece haber buen matchup para un ala cerrada no precisamente rápido, pero si muy atlético como Willson. La otra idea pasa por entregarle esa asignación a Devin McCourty. Aunque esa sería la última opción.
Al acarreo nos referimos al final porque es, seguramente, el área con menos incógnitas. Hay que decir que New England ha tenido serios problemas defendiendo el acarreo contra equipos que usan esquemas de bloqueo en zona. Los partidos con Green Bay y Miami son ejemplo de eso. Los Pats admiten, sin embargo, muy poco en segundo nivel. De hecho, admitieron solo 2 acarreos de más de 20 yardas en la temporada. En el resto de la liga, el que menos admitió, tiene 5.
Intentar presionar a un scrambler como Wilson es usualmente la receta para un desastre. Seguramente Patricia y Belichick tengan alguna forma exótica de fabricar presión, pero New England es el segundo equipo que menos snaps envió presión con 5 elementos o mas (apenas 20% en el año). Más bien, necesitan sus recursos en la caja. Hightower o Collins tendrán la tarea de espiar a Wilson en el bolsillo. Un par de fintas de read-option temprano, y tendrás un apoyador menos de que preocuparte marcando en los costados.

OTRAS CLAVES
1   -    Vince Wilfork: A los 33 años, sabe que no le quedan muchos partidos de estos. El domingo tendrá que lograr forzar dobles marcas temprano, para que Ninkovich y Jones puedan efectivamente romper líneas de pase en los costados y establecer un bolsillo que obligue a Wilson a retroceder antes de escapar. Todo eso y el éxito de cualquier espía, pasa por la capacidad que tenga Wilfork de dictar condiciones en el centro de la línea.

2   -  Esquinas de la línea: El regreso de Justin Britt elimina a un desastroso Alvin Bailey de la ecuación. Julius Peppers hizo desmanes en la final de la NFC contra Bailey y JR Sweezy. Habrá que ver si Rob Ninkovich mantiene funciones en ese costado o los Pats rotan un poco dándole posibilidades a Chandler Jones de atacar un punto débil declarado.

3     -   ¿Factor X?: El año pasado Percy Harvin fue la base del plan de juego Bevell. Este año llegan solo con Baldwin y Kearse. Aun si Luke Willson logra ser factor, Seattle necesitará la aparición de algún elemento extra si quiere ganar el domingo. ¿Ricardo Lockette? ¿Marshawn Lynch saliendo desde el backfield? Veremos…

EQUIPOS ESPECIALES
Con Paul Richardson lesionado, Seattle entregó las funciones de regreso de despejes y patadas de salida a Doug Baldwin. Ya Baldwin soltó una de salida hace dos semanas. Pero sigue siendo la mejor opción. Danny Amendola y Julian Edelman son mucho más seguros para sus funciones regresando patadas. Sin embargo, no esperemos nada extraordinario de esta sección del juego en ninguno de los equipos. 3 de los 6 goles de campo que falló Steven Hauschka fueron en la semana 16… en Arizona. Todos por arriba de 40 yardas. No es precisamente una señal de confianza que tu pateador falle bajo techo 3 veces en diciembre. De los fallos de Stephen Gostkowski, nada puede decirse. Ambos fueron al aire libre y en estadios particularmente difíciles (Buffalo y Green Bay).

PREDICCIÓN
Fortaleza contra fortaleza, parecen eliminarse unas con otras. Ambos llegan con enviones similares, en ambos hay experiencia y absoluta claridad en lo que se juegan. De ambos, Seattle es el equipo que tiene más tiempo aplicando la misma idea con resultados exitosos. Cierto que a falta de 5 minutos en la final de la conferencia, todos estaban pensando que harían en el offseason. Pero la manera en que sobrevivieron a ese partido es lo que hace pensar que tiene ventaja para este. No importa que tan limitados sean los recursos ofensivos, la defensiva tiene todos los elementos para mantener al equipo a flote el tiempo que sea necesario. Tal como decíamos con Denver hace un año, no parece ser New England el equipo que logre que cambien o fallen en lo que vienen haciendo tan bien hace tanto tiempo. SEATTLE 24 – NEW ENGLAND 20.