En
las ultimas 6 temporadas, los Pats han sido eliminados de playoffs por equipos
con los que ya habían jugado en temporada regular. Las últimas dos ocasiones
que eso ocurrió en un partido distinto al Super Bowl, la derrota llego en
Foxboro y contra equipos a los que habían derrotado en el primer partido: los
Ravens en comodines de 2009 y los Jets en el divisional de 2010. Semejante
historial entrega algún punto de interés extra al partido del domingo en la
tarde en Gillette Stadium. Para New England es una de las últimas oportunidades
con Tom Brady al frente del equipo que definió la última década en la liga.
Para los Texans es el segundo intento de un núcleo comandado por un corredor.
Houston
en New England (CBS):
Enfrentar a New England en Foxboro en esta época es un problema que suma las
capacidades de los Pats con un clima nada amigable. Aunque el clima quizá sea
el último de los problemas para los Texans. En este caso, el video aporta poco
respecto al choque de fortalezas y debilidades de ambos, porque el partido de
la semana 14 se desnaturalizo temprano, con New England tomando ventaja de 21-0
en la primera mitad. Eso saco el acarreo del libro de los Texans inmediatamente
y lo incluyo en el libro de unos Patriots que no tenían a Rob Gronkowski ese día.
De hecho, el del domingo será apenas el sexto partido de toda la temporada en
que Gronk y Aaron Hernandez coincidan en el roster activo. Aquel día la
eficiencia plena de los Pats se conjugo con el lento inicio de los Texans (que
además entregaron un balón que les costó 7 en esa primera mitad). Aquel fue el
partido consagratorio de la idea que le dio sentido al cambio por Aqib Talib.
La idea es simple: New England tiene a Talib estacionado en la izquierda, al
novato Alfonzo Dennard en la derecha y Devin McCourty es ya definitivamente
safety para Bill Belichick. Con esa idea, tanto Dennard como Talib tendrán algo
de responsabilidad sobre Andre Johnson, Kyle Arrington marcara la ranura y
Steve Gregory será el otro safety. Con esa alineación, el eslabón a aprovechar
por los Texans es Kyle Arrington. Y deberían hacerlo con Owen Daniels, en la
medida que New England sufre marcando alas cerradas (admiten 70 yardas por
partido en promedio a las alas cerradas rivales). En la 14, Daniels apenas tuvo
2 recepciones en 3 intentos. En cualquier caso, los Pats no deberían verse
obligados a usa demasiado nickel el domingo. Por dos razones básicas: 1)
Houston es el equipo que menos nickel y dime enfrento este año con menos del
20% de sus snaps ofensivos jugados contra 5 (nickel) o 6 (dime) backs
defensivos. Es el problema de fundamentar el juego ofensivo en el éxito del
acarreo. Los rivales se han dedicado a llenar la caja y obligar a Schaub a
ganar partidos, especialmente en la segunda mitad de la temporada donde
llegaron las 3 derrotas, mas partidos bastante difíciles de ganar como los de
Jacksonville y Detroit. 2) La presencia
de McCourty en el fondo agrega un esquinero situacional más que adecuado. Además,
Schaub no es precisamente una amenaza profunda para las secundarias. La semana
pasada no intento nada que siquiera se acercara a las 20 yardas y en la segunda
parte de la temporada, intento apenas 51 pases por encima de las 15 yardas, el
segundo menos total en la liga para ese periodo. El éxito del acarreo descansa
en las esquinas. En la capacidad que tengan los tackles de Houston de dominar
los costados y el segundo nivel. New England es uno de los peores equipos permitiendo
yardas en el segundo nivel en la liga con casi 1.3 por acarreo intentado. A Rob
Ninkovich le fue mejor trabajando en la derecha que a Chandler Jones contra
Duane Brown en la 14. La presión no es algo que de entrada deba preocuparle a
Schaub, pero los Pats la envían más y mejor por el centro que con las alas. Del
otro lado, el gran problema de las Texans está en su secundaria. La unidad
hecha para receptores de envergadura física, tiene problemas marcando receptores
que corre rutas rápidas. Ese problema es especialmente marcado en Jonathan
Joseph, que en la 14 permitió 7 recepciones, 69 yardas y 1 TD a Brandon Lloyd. A
Kareem Jackson le fue mejor con Wes Welker (3 recepciones en 9 intentos, 52
yardas). Lo interesante del regreso de Gronkoswki a la alineación de los Pats
es que Aaron Hernandez saldrá de la línea a ser el tercer receptor de los Pats
(y en ocasiones segundo).Ese es un problema, porque los esquineros nickel de
los Texans están lesionados en su mayoría. Roc Carmichael parece será el de la asignación.
Glover Quin y Daniel Manning tendrán las manos llenas con Gronk y las ayudas a
los costados. Y enfrentaran a un pasador que ve los duelos favorables con dos
semanas de anticipación y los explota de manera inmisericorde. El tema de la presión
y el papel de JJ Watt en ella es la gran clave del partido para los Texans. Con
una secundaria en esas condiciones y enfrentando a un Brady que este año
literalmente despedazo las cargas con más de 5 elementos (promedio 7.8 yardas
por intento contra cargas +6). El hecho que Watt no fuera factor en la 14,
tiene mucho que ver con que Brady trabajo corto y rápido todo el partido. 10 de
sus 35 intentos viajaron más de 15 yardas, pero apenas 4 de esos intentos
fueron en la primera mitad. Si el enfoque sigue siendo ese, el papel de Watt se
verá disminuido. Especialmente en la medida que los retrocesos de 3 pasos
evitan que Watt pueda siquiera desviar balones en la línea. Intentar moverlo a través
de la línea, sobrecargar su costado o enviar cargas en zona pueden ser algunas
de las respuestas que Wade Phillips encuentre al problema de la presión sobre
Brady.
Pronostico: En sus eliminaciones de playoffs de
2009 y 2010, lo que cambio sustancialmente entre el primer y segundo partidos,
fue el enfoque de la defensiva. De jugar a presionar, pasaron a jugar cobertura
expansiva y presionar con 3 o máximo 4 elementos (el video del divisional de
2010 es una joya sobre cómo defender la ofensiva Brady). En ambos momentos
Brady tenía variedad y calidad de armas, pero el enfoque era diferente. No había
tanto trabajo corto con retrocesos de tres pasos y tan buen trabajo por tierra.
Si existe alguna clave es, entonces, impedir que los receptores de los Pats
saquen yardas después de la recepción, en el entendido de que detener el
trabajo corto es casi imposible. Aprender de los errores y reforzar las
virtudes ha sido la clave de los últimos 6 equipos que derrotaron a New England
en enero-febrero. Es difícil que los Texans lo logren, pero al menos darán más
pelea que hace un mes. Patriots 35 – Texans 24.