sábado, 7 de septiembre de 2013

Previa NFC Oeste 2013: Arizona Cardinals

Arizona tiene varios problemas. Quizá el más grande sea que comparte división con dos de los mejores equipos de la Conferencia. Pero además está el tema del pasador veterano, del coach, asistentes y GM nuevo, de la superestrella con poquísimo talento alrededor y, en general, de una reconstrucción que no termina de destruir lo viejo y darle paso a algo nuevo. Los Cards tienen más talento en términos de individualidades de lo que su terrible temporada 2012 permitiría pensar. El gran tema es adaptarlos a un esquema. 

OFENSIVA

¿Es Carson Palmer una mejoría respecto a Kevin Kolb, Ryan Lidley y John Skelton? Si, por poco. ¿Es Palmer una solución a largo plazo o siquiera a mediano plazo? Definitivamente no. Hay una razón por la que salió de Cincy cuando apareció un novato de segunda ronda y por la que no fue capaz de rendir ni la mitad de lo que se esperaba de el en Oakland. El tema con Palmer no es que sus mejores días hayan quedado atrás, es que eso ocurrió hace mucho tiempo (playoffs de 2005 en adelante) y aún sigue encontrando oportunidades. El gran reto para Steve Keim, el nuevo gerente general de los Cards, es lograr un ambiente medianamente competitivo para rodear a Larry Fitzgerald, algo que en Arizona no conocen desde el retiro de Kurt Warner. La temporada pasada, fue la peor de Fitz desde su llegada a la NFL y en eso mucho tuvo que ver el carrusel de QB’s con los que tuvo que trabajar. Si Palmer le da estabilidad a la posición, ya habrá mejoría respecto al año pasado. Michael Floyd y André Roberts son complementos adecuados. En especial Roberts que saca muchas ventajas de las dobles coberturas cuando va a la ranura en el mismo costado que Fitzgerald. Bruce Arians viene de dos lugares donde sus pasadores compartían una capacidad que Palmer no tiene (o al menos perdió la poca que tenía después de aquella lesión de 2005): movilidad. Si hay algo que necesitara es protección de altísimo nivel, algo que en Oakland le dieron a ratos y aun no es seguro que puedan proveérsela en Arizona. El tackle izquierdo Levi Brown regresa luego de perderse toda la temporada 2012 por una lesión en los entrenamientos. Aun con los pies de plomo que lo caracterizan, es una mejoría respecto al terrible bloqueo que vio esa posición la temporada pasada. El tackle en el otro costado será el recién firmado Eric Winston, que llega desde Houston como una de las últimas firmas del offseason. Sin Winston no logra ganarse el puesto, la responsabilidad recaerá en el jugador de segundo año Bobby Massie, una especie de enigma por el contraste tan grande entre su primera y segunda mitad de temporada de novato: 13 capturas permitidas entre las semanas 3 y 8 y ninguna entre las semanas 9 y 17. Daryn Colledge pasará a jugar como guardia derecho y el nuevo guardia izquierdo será el novato de primera ronda Jonathan Cooper (apenas el primer guardia seleccionado top 10 desde 1997). El centro Lyle Sedlein no es nada para emocionarse, a menos que desarrolle algo más que presencia física en esta temporada. El backfield es otra de las cuestiones en las que Palmer necesitara ayuda y no es nada seguro que obtenga algo ni medianamente similar a lo que tuvo en Oakland. Rashard Mendenhall llega desde Pittsburgh donde perdió su trabajo por una serie de lesiones de rodilla que lo dejaron fuera en 2012. Mendenhall tiene experiencia en el sistema Arians (que fue despedido de Pittsburgh en 2011) y seguramente eso también jugo a su favor al momento de contratarlo. Su backup es un jugador que apenas jugó 5 partidos en 2012 por lesiones, Ryan Williams. Ese tándem sano puede generar serios problemas por lo bien que se complementan sus capacidades a lo interno y externo de la línea. Pero nadie en Arizona tiene demasiadas expectativas respecto a poder tenerlos a ambos en los 16 partidos de la temporada. 

DEFENSIVA

Cambio de gerente general significa cambio de entrenador y coordinadores. Y en el caso de Arizona, eso también puede significar haber dejado ir al coordinador de la única unidad del equipo con capacidades competitivas serias. Ray Horton salió de los Cards entre otras cosas porque ni siquiera se le tomo en cuenta en las entrevistas para el nuevo coach. El nuevo coordinador defensivo es Todd Bowles, que llega de Philly donde coordinaba secundaria hasta que la implosión del nefasto experimento Juan Castillo, le dio la defensiva de manera interina. Bowles conservará la 3-4 base de Horton, aunque seguramente añadirá muchos más conceptos de zona en secundaria (especialmente con los safeties). El desastre del modelo Juan Castillo vino a partir de tener una serie de “animales del balón” como Nnamdi Asomugha y Dominique Rodgers-Cromartie, jugando zona en 60% de snaps. Siendo Castillo el que menos voz tenía en las decisiones de esa defensiva y Bowles un eminente entrenador de secundaria desde 1997, no sorprendería que la base de esos conceptos vinieran de él. Pero Arizona tiene algo que el esquema Horton les heredo y es una caja con capacidades de presión en varios niveles y una secundaria con capacidades de marca mano a mano aun en desarrollo, pero con buen potencial y de resultados ya palpables. Las alas defensivas de Arizona son de las más talentosas de la liga. El año pasado, Calais Campbell y Darnell Dockett se combinaron para 11.5 capturas y su contribución contra el acarreo fue igual de importante. Dan Williams es un tackle nariz unidimensional que de alguna manera funciona bastante bien como complemento de las alas. Los apoyadores son una cuestión a revisar, en tanto no ofrecen demasiadas certezas de entrada. Sam Acho es un mediocre pass rusher con serios problemas para deshacerse de bloqueadores de pies medianamente sólidos. Los Cards firmaron a John Abraham, esperando poder colocarlo en el mix por el trabajo de Acho, pero siendo un ala que tendrá que hacer la conversión a apoyador externo y a los 35 años, no es demasiado alta la expectativa. Lorenzo Alexander y Matt Shaugnessy pelearan por el otro puesto como pass rusher. Alexander tiene más experiencia en el esquema que el ex ala defensiva los Raiders. La secundaria tiene como mejor elemento a Patrick Peterson. En Arizona ya nadie duda que la decisión de salir de Dominique Rodgers-Cromartie fue la más acertada (aunque hayan obtenido un pasador que no hizo absolutamente nada). Peterson tiene aún lejos su tope de rendimiento, sigue siendo más velocidad e instinto que lectura del juego. Eso viene con los años de experiencia y lo mostrado hasta ahora da para pensar que cuando llegue a ese nivel, será uno de los mejores de la liga. Lo complementan dos jugadores recién llegados: Antoine Cason, que nunca pudo llenar los zapatos de Antonio Cromartie en San Diego y Jerraud Powers, una opción nada despreciable para jugar en la ranura, teniendo en cuenta que fue donde mejor se le vio en Indianápolis. En la zona profunda, solo el ex Dolphins Yeremiah Bell tiene su lugar seguro. Un buen golpeador y complemento de cajas de 8, no es nada consistente marcando zona por el centro, como le demandara Bowles. El profundo libre puede ser Rashad Johnson o el novato de tercera ronda Tyrann Mathieu, una apuesta no tan arriesgada, por un jugador cuya complicada vida fuera del terreno ha opacado lo talentoso que es para jugar zona profunda. Su velocidad y rango de reacción pueden ser un buen complemento para un Bell que tendrá 36 años al finalizar la temporada. 

PRONOSTICO: Arizona tuvo la quinta mejor defensiva forzando entregas de balón (33) y la que menor rating permitió a los pasadores contrarios (77.1). El gran problema fue la ofensiva, que luego del arranque 4-0 fue incapaz de mantenerse después de la lesión de Kevin Kolb. Teniendo que jugar 4 veces contra San Francisco y Seattle, la ofensiva no apunta a tener el talento suficiente para mejorar lo necesario este año. La paciencia de Larry Fitzgerald en una franquicia perdedora puede agotarse tan pronto como al final de esta temporada. La tarea es mantenerlo contento mientras el resto de la reconstrucción ocurre. 4tos en la NFC Oeste.