Buffalo tiene la franquicia menos querida de la costa este. Los rumores de una posible mudanza a otro lugar no son pocos. Por ahora, Chan Gailey se las arregla para pelear con lo que tiene. Y mucho no puede pedírsele.
Ofensiva: Ryan Fitzpatrick se quedo con el lugar que muchos creen no merece. Entender el contexto en el que le toca trabajar es necesario. La línea ofensiva de Buffalo tiene poco que ofrecer. Demetrius Bell, responsable del costado ciego de Fitzpatrick, permitió 5.5 capturas en 2010. Erik Pears, el tackle derecho, permitió 1 en 2 partidos. El centro de la línea no mejora demasiado la situación. Andy Levitre es el punto más alto. Gailey es un entrenador de acarreos más que de pases, pero con Fitzpatrick viene probando la formula de las formaciones con muchas opciones para recibir pases. Esas formaciones limitan las ayudas que alas cerradas y corredores pueden dar a la línea. Pero son la clave del éxito de Fitzpatrick. Quizás deba ajustarse con algo más de ayudas para no tener que sacrificar el esquema con una línea que obliga al pasador a soltar el balón con retrocesos de 3 pasos. Es todo un tema de diseño, basado en la mediocridad de la línea ofensiva. En ese diseño, la explosión de CJ Spiller es fundamental. Apenas 283 yardas terrestres en su temporada de novato, dan fe de lo mucho que le debe Spiller a esta ofensiva. La línea no ayuda, es cierto. Al menos, no ayuda al estilo de Spiller. Fred Jackson tuvo un 2010 tremendo. Sus características como corredor (norte sur y entre los guardias), lo hacen mucho mas afín a ese esquema que Spiller. Un corredor con gran aceleración y elusividad, pero que necesita espacios fuera de los tackles para tener éxito. A los lados de Fitzpatrick, destaca solo Steve Johnson. Los Bills entregaron a Lee Evans y perdieron profundidad. Roscoe Parrish no es precisamente un receptor 2 al que las defensivas contrarias le dediquen demasiada atención. En este contexto le toca trabajar a Ryan Fitzpatrick. Nada alentador. Con lo disponible en el draft, la decisión de Gailey parece acertada. Solo el tiempo dirá que tan acertada. Aunque en ese análisis no puedan tomarse demasiado en cuenta los resultados.
Defensiva: Caja talentosa. Extremadamente talentosa. Kyle Williams exploto en 2010. Ahora tiene la obligación de comandar una caja a la que se incorporaron Shawne Merriman, Nick Barnett y Marcell Dareus. Si Dareus y Merriman dan la talla, presión no debería faltar en esta defensiva. Dwan Edwards, Alex Carrington y Terrel Troup complementan el trabajo de Williams y Dareus en la línea ofensiva. Es fundamental lo que pueda hacer Troup en su segundo año. Si logra ajustarse al centro de la línea, le dará mucha más libertad a Kyle Williams para moverse en las diferentes presentaciones de esa 3-4. El cuerpo de apoyadores perdió a Paul Posluszny. Nick Barnett llega a suplirlo. Barnett conoce el esquema. Y no perdió su trabajo en Green Bay por bajo rendimiento, sino por lesión. El compañero de Barnett es una preocupación. Esencialmente porque desde 2010, la segunda posición de apoyador por el centro viene siendo jugada por comité. Andra Davis parece tener ventaja, pero nada asegura que este allí al final de la temporada. La secundaria sigue jugando en buen nivel. Drayton Florence es más pegador que marcador, pero impone presencia física. Leodis McKelvin aun sufre para entender plenamente las características de una zona clásica. El novato Aaron Williams podría ser tranquilamente titular en este equipo. Los Bills tienen a su mejor jugador de secundaria en lo que a habilidades de balón se refiere en Jairus Byrd. Su trabajo debe mejorar enormemente en la medida que la caja pueda mantener presión bien arriba. En general, el talento de esta defensiva es el punto más alto del equipo. Aun pueden mejorar en algunos lugares, pero hay algo más que talento marginal en la defensiva de los Bills.
Predicción: Pelean con lo que pueden. En esa división y con tan poco talento, exigir algo más seria particularmente cruel. 4tos en la AFC Este.