lunes, 26 de agosto de 2013

Previa NFC Este 2013: Dallas Cowboys

1 de enero de 2012. East Rutheford, New Jersey. Dallas visita Metlife para encontrarse con los Giants. Ambos con record de 9-7, el ganador sigue a enero, el perdedor se va a casa. 30 de diciembre de 2012. Landover, Maryland. Dallas visita FeDex Field para encontrarse con los Redskins. El ganador sigue a enero, el perdedor se va a casa. Dos años, dos historias exactamente iguales para los Cowboys. La manera en que funciona la cabeza de Jerry Jones es algo extraña. Luego de esas dos decepciones, no despide al coach, pero le quita todas sus responsabilidades en el manejo de la ofensiva. No cambia al pasador, que ya tiene prontuario con decepciones en juegos de ganar o irse a casa, sino que le da una extensión de contrato de 5 años. En esa “lógica”, es absolutamente imposible saber que pasara si este año ocurre otro descalabro. 

OFENSIVA
Tony Romo es un personaje de blanco y negro. Sus defensores son acérrimos y sus críticos implacables. Y, por alguna razón, temporada tras temporada hay un cumulo de gente que espera que termine de dar el salto de calidad y se convierta en un pasador de elite (aka un QB de playoffs). A los 33 años, consiguió que a ese cumulo se uniera Jerry Jones que este offseason le entregó un contrato por 7 años y 119 millones de dólares (55 millones garantizados). Lo extraño de la estructura del contrato es que le entregó a Romo sus salarios de los años 1 y 2 (2013 y 2014) y el del año 2 es de 13.5 millones de dólares. Básicamente, los Cowboys se comprometieron con Romo hasta final de 2014. Una apuesta arriesgada si se piensa que, a los 33 años, Romo es quien es. Es decir, es quien ha mostrado ser todo este tiempo: un pasador con serios problemas para rendir en momentos de apremio, que sin importar la falta o el exceso de talento no ha podido ser más que un administrados con buenos números y rendimientos entre las semanas 1 y 16, amado por los jugadores de fantasy football y odiado por aquellos a quienes les ha roto el corazón con sangrías de entregas de balón en momentos clave en las ultimas 4 temporadas. En suma, a los 33 años, hay cosas que no cambiaran. Del reparto de talento alrededor de Romo deben decirse dos cosas: 1) la tendencia a sobrevalorar a sus receptores ha creado la idea errónea de que Romo debería manejar la mejor ofensiva de pase de la liga; 2) la tendencia a inflar los errores de la línea ofensiva, ha creado la idea errónea de que Romo está detrás de una línea abominable. De alguna manera, ambas se equilibran. Ni los receptores son tan buenos como el fantasy football dice ni la línea tan mala como los errores de Romo parecen apuntar. Y el que cambia todo, es el juego por tierra. La línea de los Cowboys tiene de regreso a 4 de sus 5 titulares del año pasado. Sorprendentemente, uno de los que regresa es el tackle derecho Doug Free, una especie de máquina de castigos (15 en 2012), que no rindió para nada como en 2011, la temporada que le valió una renovación de contrato. El otro tackle, el jugador de tercer año Tyron Smith, regresa después de un bajón importante de rendimiento en su segundo año. El centro de la línea tiene de regreso a los guardias Nate Living y Mackenzy Bernadeau no son candidatos al Pro Bowl, pero cumplen especialmente cuando hay juego por tierra que bloquear. El miembro que no regresa, al menos no como titular, es el centro Phil Costa, que se perdió prácticamente todo 2012 por una lesión. Dallas tomó en primera ronda al centro Travis Frederick, un prospecto de tercera ronda que será titular solo por el lugar del draft en que fue tomado. Los receptores, Miles Austin y Dez Bryant han sido sobrevalorados por la expectativa alrededor de su capacidad de explotar capacidades atléticas innatas. El problema es que lesiones (en el caso de Austin) e inconsistencia (en el caso de Bryant), han impedido que ese potencial se exprese. Esa es la razón por la que, aun con esos dos elementos en nómina, el receptor principal de Romo es Jason Witten. En 2012, Witten capturó 110 pases, record de la liga y tuvo la mayor cantidad de recepciones para un ala cerrada en un partido en la historia de la liga (18 contra los Giants en octubre). Pero no hay nada más importante para esta ofensiva, que el juego por tierra. Romo ha demostrado que cuando tiene buen soporte de su backfield, puede ejecutar mejor. DeMarco Murray se rompió a mediados de la temporada pasada y los Cowboys confían ciegamente en que su salud se mantenga todo 2013 (no tienen absolutamente ninguna otra opción de peso en roster). Si Murray toma las cosas donde las dejo al lesionarse (promediaba 4.2 yardas por acarreo), la ofensiva de Dallas caminará. 

DEFENSIVA
2004. Esa fue la última temporada de los Cowboys jugando 4-3. Era el segundo año de Bill Parcells y el coordinador era Mike Zimmer, ahora entrenador de defensiva en Cincy. El retorno de la 4-3, llega de la mano de uno de los monumentos vivientes del futbol americano de esta época. Monte Kiffin, el padre de la defensiva Tampa 2, regresa como asistente a los 73 años, después de estar dos años en USC. Su esquema, uno de los más usados en la era de especialización del pase, debe necesariamente ajustarse a la época. De hecho Kiffin ha hecho modificaciones a las zonas clásicas de su esquema y lo mostro en sus dos años en USC. La Tampa 2 parte del concepto de no necesitar demasiado talento de los esquineros, porque todo se marca en zona. Debe tener un apoyador medio capaz de retroceder para marcar pase en zona media/profunda y safeties atléticos, capaces de apoyar en la caja o de ir sobre alguna fire zona (espacios dejados por un jugador que carga). La primera asignación de Kiffin al llegar a Dallas fue pedirle a su defensiva (especialmente a sus esquineros), que vieran video de cómo se comportaba la defensiva de los Seahawks. Algo que tiene mucho sentido, si se piensa que los Seahawks juegan mano a mano en las esquinas y zona por el centro (aunque con presentaciones de frente 4-3 bastante más mixtas). Dallas necesita aprovechar el talento de sus esquineros, Brandon Carr y Morris Claiborne, que el año pasado apenas consiguieron 4 INT’s (de un total de 7 de toda la defensiva, empatada como la peor de la liga en ese aspecto). El centro quedaría en manos de Barry Church y Will Allen, dos safeties que no tienen la capacidad de marcar pase en campo abierto y presionar en la caja como lo hacen los de Seattle. La caja de Dallas es la que más dudas despierta en la transición. Si bien es cierto que tienen la velocidad que requiere la Tampa 2, también es cierto que la línea defensiva no tiene todos los elementos necesarios para presionar pasadores y dejar a los apoyadores en labores de zona en espacios intermedios. DeMarcus Ware, el pass rusher más exitoso de la liga en los últimos 3 años, pasa a ser ala de línea defensiva. Lo que cambia, en esencia, es la posición de sus manos (ahora estarán en el suelo), porque Ware como buen rusher de elite, tenía solo asignaciones de presión y, por ende, solo era responsable de marcar 1 espacio (el del hombro exterior del tackle que fue a presionar), eso no cambiara con Kiffin. El resto de la línea es otra cosa, Jay Ratliff, antiguo tackle nariz de elite, disputo solo 6 partidos el año pasado. Será acompañado por Jason Hatcher que pasa de ala a tackle. La otra ala será Anthony Spencer, que tuvo su mejor temporada en 2012, pero mostro sus reticencias a hacer la conversión como liniero (seguramente porque su primer paso no es de lo más explosivo de la liga y eso quedara en evidencia cuando tenga que partir desde el suelo y no de pie como lo hacía en la 3-4). Los apoyadores están encabezados por Sean Lee, un backer medio con gran lectura en el pre snap y capacidad sobresaliente para marcar pase (lo que explicaría su reciente extensión de contrato). Justin Durant, recién llegado de Detroit y Bruce Carter son los apoyadores por los costados. Durant era el mejor elemento en el cuerpo de apoyadores de los Lions y Carter mostro muy buenas formas el año pasado, especialmente en tráfico. 

PRONOSTICO: Este año Dallas cierra su temporada en casa contra Philly. Al menos, si se quedan afuera en la 17, no será en casa ajena. En general, este equipo tiene los mismos elementos que el año pasado y hasta la división es bastante parecida a lo que había en 2012. El tema es que a Dallas no parece alcanzarle con eso. Tony Romo definitivamente no es el pasador que los llevará a un título. Al igual que en el caso de los Texans con Matt Schaub, Romo tiene trabajo porque es mejor Romo conocido que Mark Sánchez por conocer. Pero ningún pasador de 33 años y 11 temporadas en la liga que tenga solo 1 victoria en enero, puede culpar de sus males al entorno, al dueño del equipo, al long snapper o a la mala suerte. Romo es quien es. Lastimosamente para los Cowboys, ser quienes no les alcanza siquiera para asegurar la división. 3EROS EN LA NFC ESTE.