jueves, 31 de enero de 2013

Super Bowl XLVII: Baltimore Ravens v San Francisco 49ers


Pocas veces en época reciente un Super Bowl había centrado tanta atención en detalles externos al juego en sí mismo. El enfrentamiento de los hermanos Harbaugh y el último partido profesional de Ray Lewis, son apenas dos de las tantas cosas que se han discutido esta semana en Louisiana. Quizá lo más importante de todo sea que apenas por segunda vez en la era del Super Bowl (desde 1970), los equipos que perdieron la final de conferencia del año previo se enfrentan en el juego grande. Es la expresión del techo de maduración en dos rosters armados para alcanzar el partido del domingo. Mercedes Benz Superdome recibirá a dos equipos cuya ventana de oportunidad no será mucho más amplia en lo inmediato. Con eso en mente, llegan Ravens y Niners a New Orleans. Es una lucha de fuerzas, no de estilos. Por lo tanto, la ventana se abrirá para el que ejecute mejor la idea que los trajo a ambos hasta aquí. Lo que está asegurado es que el proceso significará un espectáculo más que entretenido, cuyos detalles revisamos a continuación.

Ofensiva San Francisco v Defensiva Baltimore.

Es la historia de tres momentos y como los que parecen cambios, son solo la consolidación de una filosofía. Momento 1: durante la temporada 2011, con Alex Smith como QB todo el año, los Niners pasaron en 49.9% de sus jugadas ofensivas y corrieron en 50.1%. Momento 2: durante las primeras 9 semanas de la temporada 2012 (Smith se lesiona en el primer drive de la semana 10 y ese es el primer partido completo de Colin Kaepernick), San Francisco envió pase en 49.9% de sus snaps ofensivos y acarreo en 50.1%. Momento 3: con Kaepernick como titular, los Niners enviaron pase en 48% de snaps y acarreo en 51% (la relación promedio en la liga es 57-43). Conclusión: aun con las capacidades de playmaker que aporta Colin Kaepernick, los Niners son un equipo más corredor con él que con Alex Smith.

San Francisco es equipo de mayor vena corredora que llega al Super Bowl desde los Bears de 2007. Desde la asunción de Kaepernick, enviaron más acarreo en primera y segunda oportunidad. Solo en tercera se equilibra la balanza en el libro de jugadas del coordinador ofensivo Greg Roman. Todo esto lleva a una conclusión bastante simple: detener el acarreo es detener a los Niners. En los partidos de ronda divisional y conferencia, fue el acarreo el que asentó a un Kaepernick que no produjo nada de entrada (INT v Green Bay – 3 y fuera v Atlanta). Fue entregarle el balón a Frank Gore lo que genero espacios para que el juego de pase viera alguna luz. Sin embargo, hay dos cuestiones que hacen de ese juego terrestre uno tan eficiente: el talento de la línea ofensiva y los conceptos de la read-option.

La línea ofensiva de los Niners es de las más pesadas y versátiles de la liga. El éxito de la read-option ha estado en como los Niners se han adaptado perfectamente a lo que los rivales les plantearon. Contra Green Bay, había persecución clásica de las alas externas y no habían espías en la caja, el resultado fue que Kaepernick logro vender la finta tan bien que impuso una marca en yardas terrestres. Contra los Falcons, el QB de San Francisco enfrento un reto diferente, con alas que iban directamente contra el pasador sin detenerse en la lectura de la finta, el resultado fue que siempre terminaran fuera de sitio en el intercambio de balón y con Frank Gore quemándolos en zona roja. Aun con el éxito que han tenido los Niners corriendo por fuera de los tackles en playoffs (8.5 yardas por acarreo), es el acarreo por el centro el que ha solidificado su ataque. Básicamente porque es el lugar donde el bloqueo en zona domina espacios, especialmente en jugadas donde alguno de los guardias se desliza al costado opuesto a bloquear en segundo nivel.

La que enfrentaran el domingo es una defensiva contra el acarreo que ha mejorado tremendamente en enero. La mejoría se basa en gran medida en el regreso de Ray Lewis, pero también en tener una base de veteranos sanos, por primera vez en mucho tiempo. La mejor demostración de eso es que tanto Lewis como Ed Reed han jugado todos los snaps defensivos de los Ravens esta postemporada (271). Baltimore admitió en los últimos 3 partidos, promedios de 3.7 yardas por acarreo por el centro de la línea y 3.6 yardas por acarreo por los costados de la línea. Una mejoría extraordinaria, respecto a las 4.3 y 4.5 que admitían en temporada regular. Eliminando la aberración esquemática de Dom Capers en el divisional, los Ravens pueden aprender mucho de lo que Atlanta mostro hace dos semanas en Georgia Dome. Como mencionamos hace algunas líneas, los Falcons solo se comprometieron con detener una parte de la read-option (la parte Kaepernick). Sostener la esquina y no sobre-perseguir al pasador ante la finta, como lo hizo Atlanta, es la primera enseñanza. Lo segundo es el éxito de las cajas de 8. Atlanta coloco en al menos la mitad de sus snaps a 5 jugadores en la línea y apenas en 20% de los snaps a dos o más jugadores con la mano en el terreno. Esas presentaciones colocaron a Kaepernick en problemas al momento de ajustar bloqueos antes del snap. Baltimore puede hacerlo, aunque su personal de 3-4 quizá no ayude demasiado.  Por el centro, Ma’ake Kemoeatu y Terrence Cody se comparte los downs como tackle nariz. Kemoeatu ha sido mucho más efectivo atrayendo y trabajando dobles marcas por el centro. Cody, es un especialista es colapsar bolsillos desbalanceados en presión de 4.  Les tocara trabajar contra 950 libras de movilidad pura, especialmente contra Mike Iupati y Alex Boone que trabajan más que bien el segundo nivel.

El trabajo aéreo es otra historia. La relación porcentual pases-acarreos de los Niners de Kaepernick por down es bastante descriptiva de lo que es su filosofía ofensiva: 46-54 en primer down, 39-61 en segundo down, 66-34 en tercer down. Cada Down tiene su historia. En primer down los Niners tienen todas las opciones abiertas. Es donde son más peligrosos y es donde Kaepernick ha enviado la mayoría de los pases largos que intentó esta temporada: 25% de los pases en primera oportunidad viajaron más de 15 yardas. Segunda oportunidad es el reino del acarreo y tercera oportunidad es donde Kaepernick tiene su peor promedio de pases completos, yardas por intento y rating (52.5% - 7.4 yardas por pase intentado – 86.8 de rating). En tercera y más de 5 yardas por avanzar, San Francisco fue la décima peor ofensiva de la liga desde la semana 10. Claro, su ofensiva apenas los ha colocado en esa situación 49 veces con Kaepernick en los controles.

La clave de los Ravens para detener el juego de pase es eliminar la primera lectura. Obligar a Kaepernick a convertirse en algo que no ha tenido que ser hasta ahora: un pasador de progresión de lecturas bajo presión. Otra de las mejoras que ha logrado la defensiva está en la presión. Enviando 5 pass rushers o mas este enero, Baltimore admite 51,7% de pases completos, con 5.9 yardas promedio por pase intentado, 1 TD, 4 INT’s. El problema con la presión contra esta versión de los Niners es que si la carga implica marca hombre a hombre, y en el preciso instante que un miembro de la secundaria de la espalda al bolsillo, el pasador de los Niners explotara ese espacio para la cantidad de yardas que entregue. Ese fue el pecado original de Dom Capers y los Packers. Pretender presionar a un scrambler, sin espías en la caja y sin cargas en zona. Cuando la marca sea mano a mano, la clave estará en dejar un espía contra el acarreo. Un jugador libre en la caja que siga los pasos de los miembros elegibles del bolsillo, para el coordinador defensivo Dean Pees, ese jugador usualmente es Ed Reed o Bernard Pollard. San Francisco no entrega demasiadas amenazas externas per se. Los mejores años de Randy Moss ya pasaron como corredor de rutas profundas, y Michael Crabtree es una amenaza solo si se encuentra mano a mano. Desde la lesión de Lardarius Webb, los Ravens juegan “cuartos” en secundaria. Una forma un poco elegante de hablar de “Cover 4”. Esto es, básicamente, que cada miembro de la secundaria, en formación base (2 esquineros, 2 safeties), se encarga de un cuarto del terreno en zona. Ha funcionado más que bien para tapar las limitaciones de Cary Williamas y Corey Williams en el mano a mano. Ese esquema tiene solo una debilidad y son las drop-zones, es decir, los espacios donde un defensivo en zona entrega la marca al responsable de la zona siguiente. Esas ventanas mínimas que entrega el esquema serán claves si Kaepernick sabe aprovecharlas. Hasta ahora, ni Peyton Manning ni Tom Brady pudieron hacerlo.

Claves del enfrentamiento:

1.- Batalla de espacios: la caja de Baltimore debe ser lo más disciplinada posible sosteniendo asignaciones en gaps (espacios) de la línea. Especialmente en los costados, donde el más mínimo movimiento en falso de los apoyadores externos les costara contra Gore, como ya le costó a Atlanta.
2.- Lecturas en progresión: es el examen que nadie ha hecho tomar a Colin Kaepernick y que los Ravens deben obligarlo a responder si quieren tener oportunidad. El 95% de los pases que enviaron los Niners este playoffs fueron desde el bolsillo, es decir, Kaepernick no está precisamente hecho para pasar en la carrera. Colapsar el bolsillo y obligarlo a salir es opción siempre que eliminen su primera opción por diseño (usualmente Michael Crabtree).
3.- Violencia: un pasador con 9 titularidades NFL que no ha recibido aún golpes de envergadura, es una especie de platillo exótico para cualquier defensiva del norte de la AFC. Si en alguna escapada del bolsillo o en alguna presión ven algo de violencia extra contra el pasador de los Niners, no se sorprendan. Es la receta Baltimore para ablandar pasadores, vigente desde 1999.

Ofensiva Baltimore v Defensiva San Francisco

Eli Manning dijo a comienzos de la temporada pasada que se consideraba un pasador de elite. El 80% de los medios hizo mofa del comentario y Manning lo refrendo con su segundo anillo de Super Bowl. A mediados de esta temporada Joe Flacco hizo algo parecido. Claro que en su caso tiene otras implicaciones (año de contrato) y el porcentaje de medios que hizo mofa del asunto fue inferior, solo porque Flacco juega en un mercado mucho más pequeño que NY. El tema es que considerarse elite parece ser el tema de estos días entre los pasadores de la liga. Después de todo, es la era de especialización del pase. Para el pasador de los Ravens es momento de probarse como el verdadero centro de esta ofensiva. Desde la salida de Cam Cameron, el acarreo y Ray Rice han tenido mucha más participación, pero en los momentos difíciles, el balón siempre fue a las manos de QB. Es la escuela de Jim Caldwell, que viene de trabajar en Indianápolis con el hermano de Eli Manning y entiende perfectamente bien la fórmula para ganar estos días.

Baltimore hizo dos movidas interesantes al final de la temporada regular y al inicio de playoffs. 
Ambos fueron movimientos de bajo porcentaje de éxito en el promedio de la liga, pero para los Ravens eran una necesidad. Lo primero fue el cambio de coordinador ofensivo, lo segundo el reacomodo de la línea ofensiva tras la lesión de Jah Reid al final de la temporada regular. El éxito de esas dos decisiones se basa en el talento puro de Flacco y Ray Rice y en las condiciones más que favorables que crearon para su trabajo. Lo que enfrentan el domingo no es precisamente la colección de talento más profunda que han visto este año (esa, seguramente, fue Denver). Pero si el reto de esquema más importante que han enfrentado este año. En ese contexto, la clave será sacarlos de su libreto.

Es un hecho público, que la mejor faceta del juego ofensivo de los Ravens es el pase profundo. Aun en un equipo con Ray Rice en nómina, ese ha sido el punto más fuerte de la ofensiva todo el año. Lo que ha generado Caldwell, han sido condiciones para que la efectividad del pase largo se haya multiplicado. Desde la llegada de Caldwell, Flacco completa 47% en pases que viajan más de 15 yardas y un porcentaje similar en pases que viajan 25 yardas o más. Además, tiene 111.4 de rating y no ha lanzado INT’s. Todo sustentado en un promedio de yardas por acarreo de 4.55. El set up del pase profundo es la clave. No es solo acarreo, también mucha pantalla y trabajo en zona media con Dennis Pitta y Ed Dickson. Si hay algo que en Baltimore se mantiene de la era Cameron, es lo conservador de sus formaciones ofensivas. Los Ravens, aun con Caldwell siguen jugando más del 75% de sus snaps ofensivos en formaciones de personal 11’ (1 corredor – 1 ala cerrada) y 21’ (2 corredores – 1 ala cerrada). Lo que más sorprende es lo predecible de esas formaciones.

Con personal 11, los Ravens acarrearon menos del 25% de sus snaps. Con personal 21, acarrearon en más del 60% de sus snaps. Queda claro que el personal 11 es el de la bomba, y el 21 es el del set up. San Francisco juega con sus dos safeties profundos (15 yardas de la línea de golpeo). El funcionamiento es bastante simple: entregar ayuda a los costados, en una especie de Cover 2 perenne. Si hay algo que le hace daño a los receptores de los Ravens, en particular a Jacoby Jones y Torrey Smith, es la cobertura extra. Ese segundo hombre los recibe en plena ruta y les quita el ángulo de quiebre. Ahí la responsabilidad del esquema de generar movimientos en el pre-snap, que permitan mezclar las rutas profundas. San Francisco tuvo problemas en las semanas previas marcando “bunch” (concentración de receptores en un costado específico), cerca de la línea. Donte Whitner en particular se vio bastante mal marcando la ranura contra esas formaciones. En condiciones normales, la ranura es responsabilidad de Carlos Rogers. Y seguramente el enfrentamiento Rogers-Anquan Boldin tenga varios capítulos en ese lugar. El plan de juego de los Ravens debe aprovechar las bondades del personal 11’, contra una defensiva cuyos safeties tienen que suplir las falencias de esquineros no demasiado talentosos: Chris Culliver y Tarrell Brown.

Con todo esto en mente, entran en juego Ray Rice y Dennis Pitta. Rice es un playmaker con don natural para recibir pases. Eso lo convierte en una amenaza de varias facetas y el uso que le dan los Ravens es más que adecuado. San Francisco suele marcar corredores con Navorro Bowman y alas cerradas con Patrick Willis. La velocidad de Rice lo convierte en el jugador con ventaja en el emparejamiento con Bowman, especialmente en pantallas que explotan la zona de los flats. Si Baltimore logra llenarle las manos a la secundaria, los apoyadores quedaran solos marcando a Rice. Entra en ese punto la necesidad de Flacco de rendir un examen el domingo. SI Kaepernick tiene que demostrar que puede hacer lecturas en progresión, Flacco debe demostrar que puede ser consistente en distancias cortas y medias. Es ese precisamente el punto que aleja a Flacco de ser un pasador de calibre. En la NFL de estos días, si no manejas todas las distancias, un buen brazo no te salva.

Sumado a esto, encontramos el duelo en la línea en sus dos facetas. San Francisco ha sufrido todo el año para poner presión. Ese problema se ha exacerbado desde la lesión de Justin Smith que ha convertido el aporte de Aldon Smith en uno bastante pobre. El domingo, los Smiths irán contra el costado parchado de la línea de Baltimore: Bryant McKinnie y Kelechi Osemele. Llama la atención en particular el caso de McKinnie, que en semanas consecutivas seco a Dwight Freeney, Elvis Dumervil y Chandler Jones, tres pass rushers le ganaban en velocidad, pero jamás pudieron descifrar el juego de los ángulos del veterano tackle. Las cargas por el centro tienen el problema logístico de la marca de Rice. SI Bowman o Willis se comprometen con esa tarea, la marca del corredor de los Ravens será responsabilidad de otro.

El otro duelo en la línea es el del juego por tierra. La salida de Reid y la inclusión de Osemele en el costado izquierdo, le ha dado mayor rapidez a la línea de los Ravens. El personal 21’ es, como mencionábamos, el favorito de los Ravens para correr. Esa, la formación base de la ofensiva, seguramente será enfrentada con la base 3-4 de los Niners. Eso incluye a un Isaac Sopoaga que ha tenido problemas para manejar dobles marcas en el centro de la línea. Teniendo en cuenta que enfrentara a Matt Birk y Marshall Yanda, es difícil pensar que los Ravens no intenten enviar gran parte de sus acarreos del centro a la izquierda, contra Sopoaga, un Justin Smith que regresa de lesión y un Aldon Smith que aún tiene que trabajar ese aspecto de su juego. El juego terrestre incluye otra de las formas de set up del pase largo: el play action. Baltimore vende la finta desde muy temprano, pero dependerá de que tantos elementos hagan falta para detener a Rice que esa receta funcione durante todo el partido. La finta y pase es clave para trabajar a los safeties de San Francisco. Los errores que han cometido tanto Donte Whitner como Dashon Goldson en las últimas semanas han estado relacionados con ángulos de retrocesos y primer paso post-lectura. Si la finta funciona y Bowman se ve sobrepasado, necesariamente cambiaran las asignaciones de los safeties y el juego profundo tendrá mucho más espacio.

Claves del enfrentamiento:

1.- Trabajo corto y medio: Flacco no ha sido precisamente una estrella trabajando estas distancias. Pero los Niners entregan mucho más en esos lugares que en lo profundo, al menos de entrada. SI logra convertir temprano, especialmente en zona media, habrá encontrado una ventaja sustancial contra una defensiva que no suele entregar demasiado.
2.- Chris Culliver – Tarrell Brown: eventualmente, alguno de los dos se encontrara mano a mano contra alguno Torrey Smith y/o Jacoby Jones. Los Niners no suelen entregar más de 4 elementos a la presión, pero pueden necesitar tener más elementos en la caja contra Rice. SI el diseño Fangio se impone, esas ocasiones no serán demasiadas pero el que gane esos duelos tendrá buena parte del partido ganado.
3.- Rice v Bowman: si Bowman logra ganar el duelo temprano, los problemas para la ofensiva de los Ravens comenzaran a surgir. Si por el contrario es necesario que alguien más se sume a la asignación, el elemento libre en el ajedrez definirá muchas cosas.

Equipos Especiales: Hoy, Andy Lee es el mejor pateador de despejes de la liga. Una absoluta garantía. Ha entregado gran posición de campo a su defensiva en la temporada. Sam Koch no se queda atrás, aunque nadie se beneficiara más de jugar bajo techo el domingo que el punter de los Ravens. San Francisco tiene que terminar de resolver quien será el que regrese las patadas. Ted Ginn y LaMichael James se han turnado en esa asignación, pero no está claro que el novato pueda manejar ese trabajo en semejante escenario. Justin Tucker es uno de los mejores pateadores de la liga. Solo fallo 3 intentos de gol de campo este año, todos de más de 40 yardas y en lugares bastante difíciles (Pittsburgh y Cleveland). 14 de sus 31 conversiones fueron por encima de 40 yardas, 5 por encima de 50. Es una garantía. No puede decirse lo mismo de un David Akers que fallo 6 de 13 de entre 40 y 50 yardas y 4 de 6 de más de 50. Sumen a eso 3 goles de campo bloqueados y su peor porcentaje de conversiones desde 1999 y sabrán que lo último que quieren en San Francisco es tener que depender de Akers en los minutos finales del partido. Que jueguen bajo techo no es consuelo, porque Akers viene de fallar su único intento en Georgia Dome (38 yardas).

Pronostico: Son tan parecidos como los caminos que los trajeron hasta este partido. Por eso es tan difícil pensar en uno de los dos sacando una ventaja particularmente amplia en algún ámbito del juego en la previa. Si el futbol americano es un juego de matchups, lo importante en ellos es la ejecución. Si se revisa la ejecución de ambos en el último mes, se verá que fueron los Ravens los que nunca se vieron dominados en ningún aspecto del juego. Si bien se doblaron, jamás se rompieron. Los Niners necesitaron una remontada histórica como visitantes para llegar hasta aquí. Si la clave es la ejecución, siempre habrá que irse con el equipo más veterano. Y, sin ser precisamente fanático del argumento de la veteranía en estas instancias, es lo único que puede dar alguna ventaja entre semejante paridad. Ravens 24 – Niners 21.

sábado, 19 de enero de 2013

AFC Conferencia: Ravens en Pats


Por primera vez desde 1986-87, un campeonato de conferencia repite rivales. A diferencia de aquellos partidos entre Browns y Broncos, esta vez ambos se jugaran en la misma sede: Gillette Stadium en Foxboro. Desde 2005, el local no pierde la final de la AFC. Los últimos tres partidos entre Pats y Ravens (temporada regular de 2010 y temporada y postemporada de 2011), se decidieron por 3 puntos o menos. Dos de los tres los gano New England y la victoria de los Ravens fue en la semana 3 de esta temporada en Maryland. Todos los ingredientes para un partido mucho más cerrado de lo que muchos piensan. Más aun teniendo en cuenta el historial de los Pats en revanchas de temporada regular.

BALTIMORE EN NEW ENGLAND (CBS): Como ya mencionamos en algún momento de esta postemporada, las revanchas de partidos de la primera mitad del año tienen poco que entregar en términos de análisis de video. Pats y Ravens jugaron en la semana 3 de esta temporada y son muchos los factores que han cambiado en ambos equipos desde septiembre hasta ahora. En los Ravens no está Lardarius Webb, su mejor esquinero y que se perdió la temporada luego de una lesión en la semana 4. Y quien si está en Terrell Suggs, que no jugo la primera mitad de la temporada por lesión. En los Pats no está Rob Grokowski, que es probablemente el arma ofensiva más importante de la liga a esta altura y está un jugador que cambio la fisionomía de la peor sección de la defensiva: la secundaria.

La llegada de Aqib Talib significo para Bill Belichick, no solo incluir un jugador respetable en una secundaria endeble, sino además modificar el armado de piezas. Desde la llegada de Talib, Devin McCourty es decididamente safety, el novato Alfonzo Dennard y Kyle Arrington marcan la otra esquina y la ranura, respectivamente. Es un cambio respecto también a la final de la AFC hace un año, cuando Joe Flacco se hizo un picnic en particular con Arrington. Lo interesante será ver como organizan los Pats a su secundaria el domingo. La semana pasada jugaron mano a mano con Andre Johnson siendo marcado por Talib en casi cualquier situación del partido. Si bien el esquinero permitió 8 recepciones en 11 intentos y 95 yardas, contuvo las yardas después de la recepción y como consecuencia la jugada más larga de Johnson en el partido fue de 22 yardas. La aproximación esta semana debe ser diferente. Básicamente porque la ofensiva de pase de los Ravens vive de la efectividad en distancias largas (pases que viajan más de 15 yardas). Flacco completo 42% de esos pases promediando 12.4 yardas por intento con 11 TD y 2 INT’s en la temporada.

Ninguno de los esquineros de New England está capacitado para marcar mano a mano en jugadas profundas. Mucho menos con receptores tan veloces como Torrey Smith y Jacoby Jones. Y si ese fuera el caso, se impondría un enfoque similar al de la semana pasada con Johnson, donde se le entrega colchón de entre 5 y 8 yardas de entrada a los receptores. El problema de Flacco este año no ha sido jugar profundo sino ser consistente en el resto de las distancias. De hecho, sus números fuera de casa son particularmente paupérrimos en general: 57% de completos, 7 TD’s, 5 INT’s, un bajísimo promedio de yardas por intento de 5.9 y rating de 74.9 (sexto peor entre los titulares de la liga). Y aunque probablemente disten bastante de lo que se vio en Mile High hace una semana, cualquiera que haya visto a Flacco mas de 5 minutos fuera de Maryland este año, sabe que tuvo serios problemas para sostener ofensivas largas durante la temporada.

Para New England será clave que el novato Chandler Jones llegue pleno al domingo. Sera la única manera de aprovechar al lento Bryant McKinnie, que desde hace dos semanas es tackle izquierdo titular en una reordenada línea ofensiva de Baltimore. Desde la llegada de Talib (semana 10), New England envía carga en 32% de sus snaps. El doble de lo que enviaron al inicio de la temporada. Asimismo, aumento de manera importante la carga grande (6 elementos o más), que de 2.5% de snaps hasta la 10, paso a 7.5% de esa semana en adelante. Cargar contra Flacco es la única manera de impedir que los retrocesos de 5 pasos terminen con bombas a los costados. Y quitarle la bomba al juego de pase de los Ravens es quitar el 40% de su efectividad en ofensiva esta temporada.

Del otro lado, será la historia de la ofensiva sin reunión de los Patriots y los enormes problemas que le genera a las defensivas rivales. El rompecabezas ofensivo que plantean los Pats es de los más duros de la liga. La ausencia de Gronkowski pesa pero no tanto como el año pasado. New England ya vivió 5 partidos sin el ala cerrada al final de la temporada regular y encontraron las respuestas de esquema para suplir su aporte. Brady bajó su porcentaje de pases completos sin Gronk en la alineación (de 65% a 59%), pero el resto de los números se mantuvieron bastante similares. Quizá la estadística que mejor hable de lo que fue Brady en ambas situaciones es el promedio de yardas por intento: 7.5 con Gronk activo, 7.3 con Gronk fuera. La base de lo que han trabajado los Pats sin su ala cerrada estrella es alimentar mucho más las rutas cortas y medias con Wes Welker y Brandon Lloyd llevando el peso. En las 5 semanas que los Pats jugaron sin Gronk este año, Lloyd se convirtió en el receptor más buscado por Brady, y el porcentaje de pases completos con él paso de 56% a 63%. La clave es que quien ha estado trabajando la ranura de manera más asidua ha sido Welker y en una ofensiva sin reunión que usualmente hace uso extensivo del acarreo, los mano a mano con Lloyd quedan servidos, casi siempre, dentro de la yarda 30 rival.
Para Baltimore ha sido la peor temporada defendiendo el acarreo desde 1997. Sin embargo, han mejorado de manera importante en el playoffs con la inclusión definitiva de Ray Lewis. Darnell Ellerbe practico limitado durante la semana pero se espera que juegue el domingo. El tema respecto a los apoyadores medios de los Ravens es que pueden ser excelsos defendiendo el acarreo, pero sufren marcando pase o sosteniendo espacios ante la finta y pase. Contra Lewis en particular las ofensivas rivales promedian 5.6 yardas por pase intentado, lo que es una muy mala noticia cuando enfrentas a un equipo que tiene a Danny Woodhead y Shane Vereen. Además, los Pats usualmente envían sus ofensivas sin reunión contra el nickel del rival y eso elimina elementos en la caja, convirtiendo la marca en la zona media en absoluta responsabilidad de los apoyadores medios.

Cargar contra Brady nunca ha sido una buena receta y tanto Rex Ryan, como Chuck Pagano y más recientemente Dean Pees saben las consecuencias. De nuevo, los dos peores partidos de Brady en playoffs llegaron contra equipos que presionaron con 4 y enviaron 7 a marcar pase en zona media, con ventanas mínimas y negando distancias cortas (Giants en 2007 – Jets en 2010). Baltimore tiene como poner en ejecución semejante esquema, si y solo si sus esquineros son capaces de limitar las yardas después de la recepción. Este será un problema particular para Cary Williams, a quien atacaron consistentemente tanto mano a mano como en zona durante la temporada. Si Brady encuentra a Williams marcando el flat en zona, no lo pensara dos veces antes de explotarlo con alguno de sus corredores. Fundamentalmente, porque la orden del coordinador defensivo es entregar colchones amplios para evitar vender la espalda.

PRONOSTICO: El año pasado Baltimore enfrento a una de las peores defensivas que jamás haya jugado una final de conferencia… y perdieron por un punto en la última posesión del partido. A principios de esta temporada enfrentaron a una versión bastante similar a la de enero de 2011 y ganaron, en casa, por 3 puntos. El domingo enfrentaran a la misma ofensiva que fue capaz de sostener el rendimiento de esas pobrísimas defensivas y ganarles una final de conferencia. La diferencia está en que, sin ser espectacular, esta defensiva de los Pats es muchísimo más eficiente que la de hace un año y la de hace 4 meses. A la capacidad de forzar entregas de balón le añadieron versatilidad en la caja, control en los espacios centrales de la línea y presión con pocos elementos. Sera más duro para Joe Flacco y será mucho más duro para los Ravens. Solo la perfección en ejecución y algún rendimiento sobre el promedio en los emparejamientos clave del partido les podría entregar posibilidades reales. PATRIOTS 34 – RAVENS 28

viernes, 18 de enero de 2013

NFC Conferencia: Niners en Falcons.


Matt Bryant salvo algunos trabajos la tarde del domingo. Y Atlanta se sacó de encima, no sin problemas, más de una mala tarde-noche de enero. Ahora, como la semana pasada, enfrentan en casa un equipo que muchos consideran superior. La idea después de la victoria de los Niners la semana pasada era que solo los Seahawks podrían detener a Colin Kaepernick. La consecuencia: Atlanta llegara al partido del domingo como el underdog más grande de cualquier sembrado 1 de la liga desde que se juega playoffs con este formato. Poco importa que los Niners no hayan ganado un partido de playoffs fuera de casa desde 1989; o que los locales bajo techo no han perdido un campeonato de conferencia en la historia de la liga (8-0); o simplemente que el pasador de los Niners tenga 8 partidos como titular en su carrera y se haya visto mal en domos este año (Superdome, Edward James Dome). Si Atlanta gana el domingo, para muchos será una sorpresa.

SAN FRANCISCO EN ATLANTA (FOX): Lo interesante del futbol americano, es que el video entrega muchas más cosas que las estadísticas en, al menos, 50% de los casos. La estadística pura y simple les dirá que los Falcons fueron el equipo contra el que mejor le fue a los pasadores de read-option este año (Robert Griffin III, Cam Newton y Russell Wilson). En particular, la estadística del partido de Newton contra los Falcons en la semana 14 (en Carolina), serviría como prueba A de semejante afirmación: 116 yardas, en 9 acarreos, 1 TD. Lo primero que debe decirse sobre eso es que Atlanta permitió aquel día su acarreo más largo de la temporada (el anotador de Newton de 72 yardas). Eso, solo en el campo numérico. El campo del video dirá que de los 7 acarreos efectivos de Newton, 4 fueron para escapar de bolsillos colapsados por la presión. Fueron escapadas de bolsillo y no acarreos diseñados para el pasador y produjeron 46 yardas. El acarreo de 72 yardas si fue diseñado y entrego uno de los principales aprendizajes para la defensiva de Mike Nolan en la temporada: nunca despejar carriles en la caja.

Los Packers lo aprendieron de la manera difícil la semana pasada. Si bien Colin Kaepernick no es el pasador de buenas piernas usual, quedo claro que está más cerca de Cam Newton que de RGIII. Es decir, las probabilidades del error de multiplican en el preciso instante en que el pase es lo primero a lo que recurre. Y a eso deberán recurrir los Falcons el domingo. La caja llena contra Kaepernick es opción siempre que todos los miembros sostengan sus asignaciones, algo que Green Bay hizo muy pocas veces en Candlestick el sábado en la noche. Atlanta tiene una ventaja y es la versatilidad de su línea defensiva. Jonathan Babineaux ha sido utilizado por Mike Nolan como tackle y ala en formaciones con 3, 4 y hasta 5 hombres con la mano en el terreno. Asimismo, Kroy Biermann ha sido utilizado en ambos costados de la línea con éxito en situaciones obvias de pase.

Contra Seattle, los Falcons colocaron en muchas ocasiones a 5 linieros y solo dos apoyadores. Esa 5-2 es algo que Nolan ha venido trabajando desde inicios de la temporada y se vio como la empleo en mayor o menor medida contra Washington, Carolina y mucho más contra Seattle. Esa formación permite dos cosa: 1) Caja traficada que elimina casi todas las opciones de acarreo por el centro y; 2) Permite tener al menos 1 espía sobre el back Field. Si la asignación no es personal sino de zonas, algo raro en Nolan, pero que tendrá que aplicar en mayor medida contra el equipo que más yardas saca en el segundo nivel (entre 5 y 10 yardas después de la línea de golpeo). Ese frente 5-2 con asignaciones que mezclan la marca personal con muchísima zona en secundaria, fueron las que dieron resultado contra Marshawn Lynch hace una semana y mantuvieron ocupado a Newton en la semana 14. Para Atlanta será clave que tanto Babineaux como Johnny Abraham puedan estar en el partido del domingo. En esos dos jugadores, esta al menos el 60% de su línea defensiva y el 75% de versatilidad en formaciones y presentaciones de las cargas en zona que tanto le gustan a Mike Smith.

Una última cosa que parece estar presente en casi todos los análisis de la defensiva de los Falcons contra la read-option, es el papel de las alas cerradas rivales. En sus 4 partidos contra pasadores de ese estilo, las alas cerradas rivales han amasado 23 recepciones, 339 yardas y 3 TD’s. Esos números se ven mucho menos impresionantes si se observa que 142 de esas yardas fueron de Zach Miller la semana pasada. La razón por la que las alas cerradas son opciones para los pasadores de finta, es que usualmente son responsabilidad de los apoyadores y es precisamente al caer en la finta que las alas quedan libres en zona media. Pues bien, ni la zona media ni las alas cerradas son precisamente lo de Colin Kaepernick. Desde la semana 10, cuando asumió la titularidad, ha enviado 24 pases a zona media (11.5% de sus intentos), completando 16 para 231 yardas. Apenas 5 de esos pases fueron con alas cerradas (4 con Vernon Davis – 1 con Delanie Walker). Lo que más sorprende es que desde la semana 12, Kaepernick ha intentado apenas 11 pases con Davis y 19 con el muchísimo menos confiable Delanie Walker, entre otras cosas, porque es a Walker a quien dejan libre en las drop zone rivales. Importante será la marca sobre el receptor favorito de Kaepernick, Michael Crabtree. Intento con él 75 de los 209 pases que lanzo desde la semana 10.

Del otro lado, es un tema de cómo pueden los Niners ejercer presión sobre Matt Ryan para que la mejor pareja de receptores de la liga no los haga pagar. Tanto Tarrell Brown como Chris Culliver llegaran con lesiones al partido del domingo. Si los Niners mantienen su tendencia de trabajar costados y no receptores con sus esquineros, tanto Carlos Rogers como Brown y Culliver verán a Julio Jones y Roddy White. La semana pasada dejo clara una cosa: no hay nada que Dirk Koetter le prohíba a Ryan. Si ve sus opciones abiertas, ira por ellas sin pensarlo dos veces. La semana pasada intento desde el inicio ganar el mano a mano entre White y Richard Sherman. Aunque al principio Sherman marco territorio, Ryan termino ganando la batalla con varias conversiones clave en manos de White y culminando la faena con un pase de 52 yardas para TD. Rogers es el único miembro de esa secundaria capaz de marcar mano a mano y aun está por verse que pueda sostener todo un partido el ritmo profundo de Jones. Los Falcons utilizan a sus receptores en la ranura para salir de situaciones de apremio. Dashon Goldson tiene toda la temporada sufriendo en los mano a mano que le entregan dentro de las hashmarks. Y Tony González viene de abusar de Kam Chancellor, uno de los safeties más completos de la liga.

Con eso en mente, lo único que podrá evitar que Ryan encuentre a sus receptores constantemente es la presión y los Niners necesitan que Justin Smith este en plenitud de condiciones para cumplir esa tarea. La semana pasada se vio bastante mal especialmente cuando le toco defender acarreo. Ira contra Sam Baker esta semana, que sigue sin cometer castigos en la temporada. Ryan es un pasador de bolsillo clásico, eso quiere decir que la presión que le hace daño debe venir por el centro. EL peligro de esa clase de cargas es que, a menos que sean en zona, dejan expuesta una zona media que puede ser aprovechada por González, Jones o White en la ranura o el mismo Jacquizz Rodgers que ha sido el principal corredor para jugadas de pase esta temporada en Atlanta. El pase pantalla con receptores abiertos es también un arma que Koetter incluye en el libro de los Falcons, cuando el acarreo no funciona. Contra una caja tan dinámica como la de los Niners, será clave que Ryan sepa leer muy bien las asignaciones en zona corta, para evitar colgar un balón en un flat que termine en manos de un apoyador.

PRONOSTICO: ¿Es la read-option y los pasadores de ese estilo, el futuro de la ofensiva NFL? Esa parecía la conclusión cuando aparecieron hombres como Randall Cunningham y Michael Vick. El resultado fue que en los más 20 años que van desde su aparición exitosa en la liga, solo equipos con pasadores de bolsillo han ganado el Super Bowl. En plena era de especialización del pase es necesario algo más que un partido para definir a un QB como “la nueva sensación de la liga”. Y es en esa afirmación y no en el resto de altísimas individualidades donde muchos parecen enfocar el partido del domingo en Georgia Dome. Colin Kaepernick no es mejor pasador de bolsillo que Russell Wilson o Robert Griffin. Es un portento físico con un brazo tan poderoso como, en ocasiones, poco certero. La receta de Atlanta sigue siendo sacar armas de la receta del rival anotando puntos temprano. Y si los Niners quieren vivir para jugar otro partido en bajo techo en febrero, su pasador tendrá que sobrevivir a expectativas demasiado altas para esta etapa de su carrera y de la filosofía defensiva de la NFL. FALCONS 28 – NINERS 21.

domingo, 13 de enero de 2013

AFC Divisional: Texans en Patriots



En las ultimas 6 temporadas, los Pats han sido eliminados de playoffs por equipos con los que ya habían jugado en temporada regular. Las últimas dos ocasiones que eso ocurrió en un partido distinto al Super Bowl, la derrota llego en Foxboro y contra equipos a los que habían derrotado en el primer partido: los Ravens en comodines de 2009 y los Jets en el divisional de 2010. Semejante historial entrega algún punto de interés extra al partido del domingo en la tarde en Gillette Stadium. Para New England es una de las últimas oportunidades con Tom Brady al frente del equipo que definió la última década en la liga. Para los Texans es el segundo intento de un núcleo comandado por un corredor.

Houston en New England (CBS): Enfrentar a New England en Foxboro en esta época es un problema que suma las capacidades de los Pats con un clima nada amigable. Aunque el clima quizá sea el último de los problemas para los Texans. En este caso, el video aporta poco respecto al choque de fortalezas y debilidades de ambos, porque el partido de la semana 14 se desnaturalizo temprano, con New England tomando ventaja de 21-0 en la primera mitad. Eso saco el acarreo del libro de los Texans inmediatamente y lo incluyo en el libro de unos Patriots que no tenían a Rob Gronkowski ese día. De hecho, el del domingo será apenas el sexto partido de toda la temporada en que Gronk y Aaron Hernandez coincidan en el roster activo. Aquel día la eficiencia plena de los Pats se conjugo con el lento inicio de los Texans (que además entregaron un balón que les costó 7 en esa primera mitad). Aquel fue el partido consagratorio de la idea que le dio sentido al cambio por Aqib Talib. La idea es simple: New England tiene a Talib estacionado en la izquierda, al novato Alfonzo Dennard en la derecha y Devin McCourty es ya definitivamente safety para Bill Belichick. Con esa idea, tanto Dennard como Talib tendrán algo de responsabilidad sobre Andre Johnson, Kyle Arrington marcara la ranura y Steve Gregory será el otro safety. Con esa alineación, el eslabón a aprovechar por los Texans es Kyle Arrington. Y deberían hacerlo con Owen Daniels, en la medida que New England sufre marcando alas cerradas (admiten 70 yardas por partido en promedio a las alas cerradas rivales). En la 14, Daniels apenas tuvo 2 recepciones en 3 intentos. En cualquier caso, los Pats no deberían verse obligados a usa demasiado nickel el domingo. Por dos razones básicas: 1) Houston es el equipo que menos nickel y dime enfrento este año con menos del 20% de sus snaps ofensivos jugados contra 5 (nickel) o 6 (dime) backs defensivos. Es el problema de fundamentar el juego ofensivo en el éxito del acarreo. Los rivales se han dedicado a llenar la caja y obligar a Schaub a ganar partidos, especialmente en la segunda mitad de la temporada donde llegaron las 3 derrotas, mas partidos bastante difíciles de ganar como los de Jacksonville y Detroit.  2) La presencia de McCourty en el fondo agrega un esquinero situacional más que adecuado. Además, Schaub no es precisamente una amenaza profunda para las secundarias. La semana pasada no intento nada que siquiera se acercara a las 20 yardas y en la segunda parte de la temporada, intento apenas 51 pases por encima de las 15 yardas, el segundo menos total en la liga para ese periodo. El éxito del acarreo descansa en las esquinas. En la capacidad que tengan los tackles de Houston de dominar los costados y el segundo nivel. New England es uno de los peores equipos permitiendo yardas en el segundo nivel en la liga con casi 1.3 por acarreo intentado. A Rob Ninkovich le fue mejor trabajando en la derecha que a Chandler Jones contra Duane Brown en la 14. La presión no es algo que de entrada deba preocuparle a Schaub, pero los Pats la envían más y mejor por el centro que con las alas. Del otro lado, el gran problema de las Texans está en su secundaria. La unidad hecha para receptores de envergadura física, tiene problemas marcando receptores que corre rutas rápidas. Ese problema es especialmente marcado en Jonathan Joseph, que en la 14 permitió 7 recepciones, 69 yardas y 1 TD a Brandon Lloyd. A Kareem Jackson le fue mejor con Wes Welker (3 recepciones en 9 intentos, 52 yardas). Lo interesante del regreso de Gronkoswki a la alineación de los Pats es que Aaron Hernandez saldrá de la línea a ser el tercer receptor de los Pats (y en ocasiones segundo).Ese es un problema, porque los esquineros nickel de los Texans están lesionados en su mayoría. Roc Carmichael parece será el de la asignación. Glover Quin y Daniel Manning tendrán las manos llenas con Gronk y las ayudas a los costados. Y enfrentaran a un pasador que ve los duelos favorables con dos semanas de anticipación y los explota de manera inmisericorde. El tema de la presión y el papel de JJ Watt en ella es la gran clave del partido para los Texans. Con una secundaria en esas condiciones y enfrentando a un Brady que este año literalmente despedazo las cargas con más de 5 elementos (promedio 7.8 yardas por intento contra cargas +6). El hecho que Watt no fuera factor en la 14, tiene mucho que ver con que Brady trabajo corto y rápido todo el partido. 10 de sus 35 intentos viajaron más de 15 yardas, pero apenas 4 de esos intentos fueron en la primera mitad. Si el enfoque sigue siendo ese, el papel de Watt se verá disminuido. Especialmente en la medida que los retrocesos de 3 pasos evitan que Watt pueda siquiera desviar balones en la línea. Intentar moverlo a través de la línea, sobrecargar su costado o enviar cargas en zona pueden ser algunas de las respuestas que Wade Phillips encuentre al problema de la presión sobre Brady.

Pronostico: En sus eliminaciones de playoffs de 2009 y 2010, lo que cambio sustancialmente entre el primer y segundo partidos, fue el enfoque de la defensiva. De jugar a presionar, pasaron a jugar cobertura expansiva y presionar con 3 o máximo 4 elementos (el video del divisional de 2010 es una joya sobre cómo defender la ofensiva Brady). En ambos momentos Brady tenía variedad y calidad de armas, pero el enfoque era diferente. No había tanto trabajo corto con retrocesos de tres pasos y tan buen trabajo por tierra. Si existe alguna clave es, entonces, impedir que los receptores de los Pats saquen yardas después de la recepción, en el entendido de que detener el trabajo corto es casi imposible. Aprender de los errores y reforzar las virtudes ha sido la clave de los últimos 6 equipos que derrotaron a New England en enero-febrero. Es difícil que los Texans lo logren, pero al menos darán más pelea que hace un mes. Patriots 35 – Texans 24.

sábado, 12 de enero de 2013

NFC Divisional: Seahawks en Falcons


En las últimas tres temporadas, los Falcons han ganado 36 partidos y solo han perdido 12, ganando la NFC Sur en dos de esos tres años. El resultados de los primeros dos viajes a playoffs de ese periodo: derrotas en rondas divisional y de comodines (como local y visitante), por un marcador global de 72-23. El tercer viaje arranca el domingo al mediodía en Georgia Dome, donde tienen record de 20-4 en las últimas 3 temporadas. Su rival es el equipo al que nadie quiere enfrentar en esta instancia. Seattle es una pesadilla de personal y motivación a esta altura. Siendo el único partido del fin de semana que no es revancha de temporada regular, es el más parejo. Y cualquiera que lo gane será un reto de altísimo nivel para el Campeonato de Conferencia.

Seattle en Atlanta (FOX): Los Seattle Seahawks son, hoy por hoy, el ejercicio intelectual más interesante que plantea la NFL. Y esa afirmación aplica a ambos costados del balón. No hay peor noticia que esa para los Falcons, porque los equipos con especialistas en áreas particulares les han generado problemas este año. Atlanta enfrento dos veces una aproximación bastante sui generis del read-option con Carolina y también enfrentaron a Washington que es, probablemente, la ofensiva que más y mejor lo aplico este año. En ambos casos, tuvieron serios problemas para detener el acarreo; Cam Newton les corrió 116 yardas en 9 acarreos en la semana 14 y Alfred Morris les corrió 112 en la semana 5. La defensa contra el acarreo de los Falcons es, por lo tanto, una de las claves del partido. La caja de Atlanta tiene, a esta altura, mucho más semejanza a alguna entrenada por Mike Nolan, que la del inicio de la temporada. Es decir, hay mucho más concepto de 3-4 con Jonathan Babineaux jugando en muchas situaciones como ala en una base 3-4 y Kroy Biermann como el elemento utilizado para las cargas en zona. El gran problema de esa defensiva ha sido detener el acarreo por los costados de la línea. Básicamente, porque las alas no tienen la capacidad atlética para detener esos acarreos y Nolan suele dejar asignaciones especificas en el resto de la caja para marcar el pase. Enfrentan a la mejor ofensiva terrestre de la liga. La de menor porcentaje de acarreos detenidos detrás de la línea de golpeo (15%) y la de mayor porcentaje de acarreos entre tackles y guardias (24% entre tackle y guardia izquierdo – 21% entre tackle y guardia derecho). SI bien los Seahawks no viven plenamente del read-option, si sacan muchísima ventaja de las jugadas de finta que esa filosofía genera. Russell Wilson promedia 8.8 yardas por intento en jugadas de finta y pase, algo que Atlanta defiende bastante bien (6.6 yardas por intento), pero contra pasadores clásicos. Wilson no lo es, al menos no en términos de esquema. Su trabajo corto ha sido bastante menos exitoso que su trabajo profundo, especialmente desde que Seattle trabaja extensivamente los conceptos de la ofensiva opcional y las lecturas de Wilson han tenido tiempo y espacio para desarrollarse. Teniendo en cuenta que Nolan tiene muchísima confianza en sus esquineros, Dunta Robinson y Asante Samuel) para los duelos mano a mano y el 90% de los snaps de esta temporada los jugaron marcando hombre y no zona, la tarea de vigilar los flats queda en los profundos (en especial Thomas DeCoud) y los apoyadores externos (en especial Sean Whiterspoon). Atlanta tiene apoyadores más que capaces de marcar el pase, por lo que el nickel esta negado de entrada. Seattle enfrentara caja llena y al menos 5 versiones diferentes de la organización en ese sector. Con Babineaux, Vance Walker y Corey Peters jugando mucho juntos en la línea defensiva de 3 tackles. Seattle necesitara paciencia para trabajar contra esa caja y extrema cautela de Wilson a la hora de trabajar distancias contra una secundaria que fue la que más INT’s consiguió entre las 12 que clasificaron a enero. En defensa, para Seattle el partido se reduce a dos preguntas esenciales ¿Cómo afectara la perdida de Chris Clemons a la caja?, y ¿Quién gana el duelo White/Jones v Sherman/Browner? La primera pregunta se responde con otra pregunta y es que, a esta altura, no sabemos cuál puede ser el verdadero impacto del novato Brice Irvin, quien sustituirá a Clemons el domingo. Irvin tiene 8 capturas este año, en mucha menor cantidad de snaps que Clemons. El tema es que hasta ahora Pete Carroll lo había utilizado como pass rusher situacional. El domingo vera el 90% de los snaps y estará en juagadas obvias de pase, pero también situaciones obvias de acarreo, que poco vio este año. Ira contra Sam Baker, un monolito que permitió 3.5 capturas este año y no cometió castigos. Baker es parte de una de las líneas más pesadas de la liga, pero no precisamente de las más atléticas. El otro duelo interesante del partido es el de los receptores de Atlanta contra la mejor pareja de esquineros de la liga. Difícil saber a esta altura quien se emparejara con quien, aunque en términos de características, Richard Sherman tiene todos los números para ser quien se encargue de Julio Jones, dejando a Brandon Browner (que no se vio demasiado rápido en su retorno la semana pasada) contra Roddy White. Matt Ryan ha tenido que trabajar corto muchísimo más de lo que cualquier otro pasador en la liga este año, para suplir el bajísimo aporte del juego terrestre a la ofensiva. Ese trabajo corto tiene nombre y apellido en muchísimas ocasiones: pase pantalla. Ryan lo lanza no solo con corredores, de hecho buena parte de los que lanzo este año fueron precisamente con Jones. Browner marca la pantalla mejor que Sherman, pero Sherman es mejor trabajando espacios en zona media. Lo que ambos esquineros de Seattle comparten es la capacidad atlética de romper rutas, pelear balones en el aire y sostener carrera a zona profunda. Y en caso de tener algún problema, Earl Thomas cubre tanto terreno como el mejor jardinero central del beisbol. Seattle juega más Cover 3 en base lo que se podría pensar con un equipo con ese personal. Pero les va bien, especialmente para defender el acarreo. Podriamos añadir el emparejamiento de Tony González contra Kam Chancellor, pero el defensivo no siempre será su asignación. El aporte de González será clave, especialmente en zona roja, donde a los Falcons no les va precisamente bien y donde es el blanco favorito de Ryan.

Pronostico: Es el más difícil del fin de semana, por la ausencia de antecedente. Seattle llega con el momento, pero la ausencia de Chris Clemons es un golpe que afecta casi todo el armado de la filosofía defensiva, porque es quien provee la presión. Atlanta está en un punto de no retorno, este año debería ser el año. A los Falcons les fue bastante bien sacando ventajas temprano en partidos duros este año (Philly, NY Giants). En un duelo de ejecución por ejecución todo el partido, Atlanta debería tener ventaja. Pero, de nuevo, la ausencia de antecedentes esta temporada y los antecedentes de los propios Falcons en las últimas 2 campañas, lo emparejan. Falcons 24 – Seahawks 21.

jueves, 10 de enero de 2013

NFC Divisional: Packers en 49ers


Los Niners reciben por segundo año consecutivo el playoffs divisional en Candlestick Park. Las condiciones en las que llegan son diferentes. Más allá de tener un record similar y recibir a un equipo que entro a enero con mejor racha que ellos, la diferencia es esencialmente de personal. Para los Packers es el primer enfrentamiento contra un equipo que ofrece las características ofensivas de los Niners. A pesar del enfrentamiento de la semana 1 como antecedente, es poco lo que la revisión de ese video pueda decir sobre lo que se verá el sábado en la noche en San Francisco.

Green Bay en San Francisco (FOX): Las revanchas que se juegan en enero tienen otro sentido si el partido de temporada regular se jugó en septiembre. No por nada se llama comúnmente “overreaction wekeend” a la semana 1. Eso no es menos cierto para este partido. Los Niners de la semana 1 son especialmente diferentes a los que clasificaron a esta instancia. Lo que ha cambiado es la filosofía ofensiva. Con el ahora suplente Alex Smith fuera del libro, el enfoque se ha centrado en jugar read-option, un esquema que explicamos la semana pasada en la previa de Seattle y Washington. Pero de todos los equipos que ejecutan esa idea, los Niners son los que tienen al pasador de bolsillo menos clásico. Ahí está la diferencia básica respecto al partido de temporada regular. Alex Smith es un pasador de bolsillo, al que Jim Harbaugh convirtió en un administrador respetable. Colin Kaepernick tiene capacidades de playmaker, pero el porcentaje de riesgo es más alto. Smith fue el titular en la semana 1, Kaepernick será el titular en el divisional del sábado. A efectos de la revisión de video, es poco lo que puede sacar la defensiva de Green Bay. Enfrentaran por primera vez en la temporada la read-option es su más amplio concepto (Seattle no lo aplicaba plenamente cuando lo enfrentaron en la temporada regular). Si bien el acarreo es importante, Harbaugh ha intentado darle presencia al juego de pase. En esa apuesta, Michael Crabtree ha sido clave. Entre las semanas 13 y 17, fue él la principal opción de Kaepernick en el juego de pase. En esas 5 semanas, Crabtree fue buscado por Karpernick 56 veces. En todos los partidos intento, al menos 9 pases en la dirección de su arma favorita. En intentos profundos también fue Crabtree la principal opción. En total, Kaepernick lanzo 49 pases de 20 yardas o más desde la semana 10 cuando asumió la titularidad. Completo 24 (49%), promediando 14 yardas por intento, con 5 TD’s y 2 INT’s. 15 de esos intentos y 2 de esos TD’s con Crabtree. Números bastante respetables. Va contra una defensiva que, si bien mejoro defendiendo la bomba, aún tiene problemas para secarla. El año pasado, Green Bay permitio 49.3% (70 de 142) de completos, en pases que viajaron más de 20 yardas; 1879 yardas. En 2012, el promedio aumento a 67.5%, pero los valores absolutos bajaron considerablemente (77 de 114); 1016 yardas. El  sábado necesitan combinar dos cosas en su secundaria: por un lado secar a Michael Crabtree. Esa debería ser responsabilidad de un Tramon Williams que es una garantía en el mano a mano. La otra es mantener a Kaepernick en la caja. El pasador de los Niners es un buen corredor en campo abierto, pero tiene problemas para reconocer carriles. Los Packers deben obligarlo a mantenerse en la caja, con espías en la zona de los apoyadores y esquineros activos en los flats. La bomba siempre estará presente contra Kaepernick, pero perderá efecto si Green Bay es capaz de enviar la presión consistentemente. Para San Francisco si hay varias cosas que capitalizar del video de la semana 1. Aquel día, Green Bay tuvo apenas 6 jugadas dentro de la yarda 40 de los Niners. Los 3 drives anotadores de los Packers aquel día sobrepasaron las 70 yardas. Ninguno de los restantes 8, sobrepasaron las 40 yardas. Les fue particularmente mal deteniendo la presión de los apoyadores, además de no haber intentado ningún acarreo del centro a la izquierda (la zona de Justin Smith). Los mejores números de Rodgers fueron pasando a la ranura. Intentó aprovechar la sobre-persecución de los safeties de los Niners, en especial de un Dashon Goldson con más asignaciones en la presión que en la marca. La aparición de Dujuan Harris es una buena noticia para Green Bay. Al menos permitirá tener algo más de los 14 acarreos que intentaron en la semana 1 (aunque el acarreo quedo fuera de la ecuación temprano en el tercer cuarto con San Francisco tomando ventaja de 23-7). Correr contra la caja de los Niners es una aventura que solo es posible si los obligas a jugar nickel y dime en porciones amplias de los drives. La duda sobre la presencia de Jordy Nelson (cuestionable-no ha practicado en toda la semana) se mantendrá hasta minutos antes de comenzar. Para Green Bay será mucho más sencillo enviar su ofensiva sin reunión en espacios más amplios de tiempo que en la semana 1. La clave es trabajar medio y rápido, aprovechando la zona de unos apoyadores medios que suelen morder el anzuelo del acarreo bastante rápido en fases tempranas de los partidos. Si Nelson juega, la atención en él y Greg Jennings generara espacios, contra los safeties, para James Jones, Randall Cobb y Jermichael Finley. El eslabón débil de la línea ofensiva, el tackle derecho Don Barclay, necesitara ayuda contra un Ricky Jean Francois, que cerro muy bien la temporada. Las asignaciones de los apoyadores medios a la hora de presionar deberían ser de los guardias. El enfrentamiento entre Josh Sitton y Navarro Bowman definirá varias cosas en ambas facetas del juego ofensivo de Green Bay.

Pronostico: Como hace un año, los Niners recibirán en casa en el divisional a un equipo de ofensiva explosiva. Como hace 4 meses, los Packers enfrentaran a una defensiva que destruye el ritmo de cualquier pasador de la liga con presión y buena marca en las esquinas. Rodgers necesita encontrar ritmo temprano, para obligar a los Niners a dedicar más recursos a la presión. Ese es el peor escenario posible para San Francisco, que está acostumbrado a presionar únicamente con 4 de los miembros de su caja. Para los Niners es un juego que depende altamente de lo que pueda hacer su defensiva. Secando en las esquinas a Rodgers y obligándolo a ejecutar distancias medias contra apoyadores y safeties. Básicamente porque, para ganarle a esta versión de Green Bay, las guerras de puntos no son la mejor receta. Packers 24 – Niners 17.

AFC Divisional: Ravens en Broncos


¿Cómo se enfrenta a un equipo que no pierde desde el 7 de octubre de 2012? ¿Cómo se enfrenta a un equipo que ya te derroto por 17 puntos a mediados de diciembre? Mile High recibe ronda divisional por primera vez desde 2005. Peyton Manning regresa a playoffs (luego de la derrota contra los Jets en 2010), al mando del que probablemente es el equipo más completo que ha tenido en su carrera. Para los Ravens es una nueva oportunidad para demostrar que pueden lograr algo más que romperle el corazón a la gente de Maryland. En el año de contrato de Joe Flacco, su última oportunidad para lograr una extensión con todos los méritos puede llegar en Denver, la tarde del sábado.

Baltimore en Denver (CBS): Para ningún otro equipo en este playoff es más importante la localia, que para los Broncos. 2 de sus 3 derrotas fueron como visitante y el rendimiento de Manning no es precisamente óptimo cuando sale de Mile High. La buena noticia es que no tendrán que hacerlo a menos que sea para jugar en New Orleans el 3 de febrero. Es la historia del salto de calidad que un pasador de elite puede generar en un equipo con las piezas adecuadas. El partido de la semana 15 es un testimonio del porque es tan importante para Denver jugar como local. También es una demostración del nivel de influencia que ha tenido la defensiva de los Broncos en el record del equipo. Manning estuvo bajo presión durante buena parte de la primera mitad. De hecho, en el primer cuarto promedio 4.4 yardas por intento de pase, sin TD’s. 1 captura y 2 hits. La presión de los Ravens llego en diferentes formas y con más jugadores de los que una defensiva que juega contra Manning envía usualmente. Los Ravens enviaron al menos 5 a presionar al inicio del partido y el ritmo de la ofensiva de Denver tardo en aparecer. Aun en ese escenario, los Broncos llegaron a los últimos 2 minutos de la primera mitad con ventaja de 10-0. Y en ese momento llego el error que cambio el partido: en la yarda 4 de Denver, Joe Flacco lanzo una INT que fue devuelta 98 yardas para TD por Chris Harris. Baltimore se fue al descanso perdiendo 17-0 y ahí murió el partido. Esa jugada desnaturalizo el resto: Ray Rice tuvo apenas 5 acarreos en la segunda mitad y los Broncos aprovecharon el énfasis en el acarreo para sacar una ventaja de 34-10 a mediados del último cuarto. Un desarrollo con menos presión por puntos en lo inmediato le habría dado mayor presencia al juego por tierra de Baltimore. Pero los intangibles de cada partido son los que lo definen. Aquel fue el primer partido de Jim Caldwell como coordinador ofensivo y los ajustes en la ofensiva de los Ravens han ido apareciendo desde entonces. Lo que debe preocuparles respecto al sábado es el comportamiento de su línea ofensiva. La semana pasada, la ausencia de su guardia izquierdo Jah Reid obligo a reorganizar el personal de la línea y colocar como titular a Bryant McKinnie. Reid no ha practicado en la semana y es duda para el sábado. En cualquier caso, Michael Oher tendrá que enfrentar a Elvis Dumervil (a quien ya permitio 1 captura, 2 hits y un tackle para perdida de yardas en la semana 15) o Von Miller. Al tackle derecho titular, Kelechi Osemele le fue mal con Miller en la 15, pero si Reid no se recupera será él quien ocupe su lugar en el centro de la línea.  A Flacco le hace mucho daño la presión con 5 o más. En la semana 15 completo apenas 2 de 6 contra ese tipo de cargas. Necesita que el acarreo sea factor, no solo para descargar peso ofensivo en Rice, también para lograr que el play-action funcione. Para los Broncos, la clave está en explotar los duelos mano a mano con los esquineros de Baltimore. En la 15, Manning destrozo a Cary Williams, especialmente cuando marcaba a Eric Decker (a quien permitio TD de 51 yardas). La clave aquel día fue aprovechar el gran trabajo del juego por tierra para vender la finta. Manning completo 73% de sus pases con la finta de acarreo, promediando 12.2 yardas por pase intentado. Números extraordinarios, contra una caja que tiene problemas para leer la finta, en especial sus apoyadores medios. Aun con toda la experiencia de Ray Lewis, los años y las lesiones impiden que pueda ir más allá de su primera reacción. Mike McCoy, coordinador ofensivo de Denver, combino la finta con rutas profundas de doble movimiento, contra las que los esquineros de Baltimore preferían entregar colchones amplios para evitar perder la espalda en el segundo momento. Pero todo descansa en el éxito del acarreo. Los Broncos envían menos del 12% de sus acarreos por fuera de los tackles, una buena idea contra una 3-4 con apoyadores externos que pueden marcar más que bien el acarreo. Es además una característica de los equipos de Manning, donde los corredores necesitan tener capacidad de bloqueo y las fintas deben dejarlos en posición cercana al bolsillo. En general, lo que debe preocupar a los Ravens es el ritmo que la ofensiva de Denver puede alcanzar si el acarreo funciona de entrada. Llenar la caja no es opción con una secundaria tan endeble (aunque la fórmula para contrarrestar ese problema ha sido jugar Cover 4), pero necesitan entregar mayoría de recursos a la caja. Sino para presionar, al menos para mantener un ambiente con ruido alrededor de Manning.

Pronostico: Los dos grandes problemas de los Ravens este año han sido la incapacidad para detener el acarreo y el rendimiento con altas y bajas de la ofensiva de pase. Los problemas en la línea ofensiva deberían generar problemas contra un equipo que, como Denver, presiona poco con más de 4 elementos, pero efectivamente en mayoría de ocasiones. Lo otro no ha tenido solución en todo el año. Denver busca ser el primer equipo de la AFC que, desde 2000, alcanza el campeonato de conferencia luego de terminar con diferencial robos-entregas negativo (-1). Las entregas definieron el primer partido entre ambos y seguramente definirán en el que viene. Broncos 34 – Ravens 20.

sábado, 5 de enero de 2013

NFC Comodines: Seahawks en Redskins.


El último partido del fin de semana de comodines se juega en Landover, Maryland. FedEx Field recibe su primer partido de playoffs desde 1999. Es el choque de dos equipos tan parecidos como talentosos. El triunfo de dos proyectos jóvenes y con un techo particularmente lejano. Para Washington es la ganancia de la apuesta más grande hecha por la franquicia en los últimos 5 años: RGIII. Seattle se une a la lista de equipos que tendrán que visitar en comodines a un campeón divisional con peor record que el propio (ocurre también con los Colts este fin de semana). La locación es uno de los pocos aspectos que diferencia un equipo del otro, en el partido más parejo del fin de semana.

Seattle en Washington (FOX): Así como en algún momento lo fue el esquema Wildcat, la sensación de esta temporada es el “Read option”. El esquema ofensivo que trabajan tanto Seahawks como Redskins. La idea es simple: el intercambio de balón entre corredor y pasador es opcional, en la medida que la lectura del pasador a la propuesta de la defensiva le indique que la mejor opción es pase, acarreo del corredor o escapada del propio pasador. Lo único invariable y lo que convierte a este enfoque en uno tan peligroso, es la finta de intercambio. Tanto Russell Wilson como Robert Griffin III trabajan bastante bien este esquema. En el caso del pasador del Seattle, la idea no es plena en el libro del coordinador ofensivo Darrell Bevell. De hecho, Russell Wilson trabaja bien la read option, pero Wilson ha sido mejor pasador en el bolsillo y en jugadas de bootleg (movimientos del bolsillo a los costados). Griffin es un maestro del esquema. Nadie lo agradece más que su tackle izquierdo Trent Williams, que ha tenido su mejor año protegiendo a un pasador cuyas fintas de intercambio de balón suelen congelar a las cajas rivales inmediatamente. Así de bien venden la finta Griffin y Alfred Morris. Detrás del esquema, se encuentra la llamada “Pistol Offense”, una formación caracterizada por el pasador a 3 o 4 yardas de la línea ofensiva, con un corredor detrás. Todas estas cuestiones de táctica, serán más que cotidianas luego de 5 minutos del partido del domingo en Landover. Los Seahawks recuperan a su esquinero Brandon Browner que vuelve de una suspensión por 4 partidos por abuso de sustancias. La buena noticia de recuperar a Browner es que se une al mejor esquinero de la temporada: Richard Sherman. Seattle tiene la única pareja de esquineros que admite menos de 50% de completos, marcando mano a mano. Eso es una mala noticia para un Griffin que termino de encontrar buen ritmo con Pierre Garçon en las últimas 5 semanas (45 de los 68 intentos que tuvo Griffin con Garçon en la temporada, llegaron en los últimos 5 partidos del año). Las otras opciones de Griffin, Josh Morgan y Leonard Hankerson, son poco utilizadas, aunque contra una defensiva tan física como la de los Seahawks, la presencia en zona media nunca sobra. Como contra todo equipo que se enfrenta a una read-option, una de las primeras cuestiones a tener en cuenta es la capacidad de los pass rushers de leer lo que envía la ofensiva antes de reaccionar. Red Bryant no es precisamente un liniero con capacidad de lectura de situaciones. Ese comportamiento puede venir del lado de Chris Clemons y aun en ese escenario, Trent Williams le dará bastante trabajo. Seattle tiene la ventaja de dos esquineros que pueden marcar mano a mano todo el partido y asignan la zona media a Earl Thomas. El resto de sus recursos se mantienen en la caja, con Kam Chancellor entrando y saliendo de la misma, sea para apoyar el acarreo para dar paso a un esquinero puro en la ranura (usualmente Marcus Trufant). Contra una caja llena, Washington tendrá que generar salidas con pase a la presion que no deja de venir de parte de la caja de Seattle. Le va bien a Griffin trabajando fuera de bolsillo, pero el gran tema será que encuentre opciones abiertas. Del otro lado, el reto para Washington es enfrentar al que probablemente es el equipo con mayor cantidad de armas de esquema disponibles. Se especializan en el ataque terrestre. Ese aspecto en particular, es un problema para los Redskins. No solo porque son la quinta peor defensiva deteniendo acarreos detrás de la línea de golpeo, también porque enfrentan a una ofensiva a la que apenas le detuvieron 15% de acarreos detrás de la línea en la temporada (menor porcentaje de la liga). Washington tiene problemas trayendo presion sobre el pasador, un problema con el que han cargado todo el año desde la lesión de Brian Orakpo. Ryan Kerrigan es el mejor pass rusher del equipo y el esquema Haslett le da más responsabilidades de lectura contra el acarreo, que de presion. Russell Wilson es uno de los pocos pasadores en la liga con mejores números fuera del bolsillo que dentro del mismo. Es un tema de diseño, porque buena parte del libro ofensivo de Seattle emplea esa perspectiva. Lo que hace difícil enfrentar un pasador que escapa del bolsillo por diseño es sostener las marcas en la secundaria. En el caso de Washington, la preocupación pasa por la marca de Sidney Rice, que seguramente será responsabilidad de DeAngelo Hall. El esquinero de los Redskins viene de su mejor partido de la temporada contra Dallas y Dez Bryant, pero Rice es otra historia. No demandara tanta presencia física de Hall, como manejo de espacios y ángulos. Algo en lo que le ha ido particularmente mal este año al defensivo. Washington necesita encontrar formas de sacar el ritmo al juego de pase de Seattle. Ha ocurrido en las últimas 4 semanas, que los Seahawks toman cierto ritmo a partir de acarreos largos de Marshawn Lynch y ese es el set-up perfecto para que aparezca el quirúrgico trabajo de distancias de Wilson. Si Washington no encuentra una forma de hacer llegar la presion, la ofensiva de Bevell, Lynch, Wilson y compañía encontrara todos los espacios abiertos en zona media.

Pronostico: Ambos llegan con esquemas parecidos, rachas parecidas, armas parecidas… incluso historias parecidas. Es la clase de partidos que se definen por detalles de talento individual y ejecución exacta de la idea planteada. Ambos vienen de jugar partidos particularmente duros dentro de su división. Pero Seattle ha demostrado que puede ser consistente tanto dentro como fuera de CenturyLink Field. El partido demanda de su parte una actuación similar a la de Soldier Field a mediados de temporada. Especialmente porque el rival es una amenaza latente, con más meritos de los que incluso su record dice. Seahawks 24 – Redskins 21

AFC Comodines: Colts en Ravens


Si el sábado es el día de los rematch, el domingo es el día de Maryland. Los Ravens visitan ronda de comodines por séptima vez desde 2000. No les ha ido mal, tienen record de 5-1 en ese periodo. Aunque esa única derrota fue en casa en 2003 (v Tennessee). Enfrentan a una de las más interesantes historias de la temporada. Los Colts regresaron de una temporada de 2-14, para meterse a enero, incluso con cierta holgura. De la mano de un pasador novato y con la motivación de un entrenador que afronto una enfermedad bastante difícil en plena temporada. En términos de motivación, esta todo del lado de Indy. En todo lo demás, los Colts tienen muchas cosas que resolver.

Indianápolis en Baltimore (CBS): Por estos días, la historia en Baltimore es el retiro de Ray Lewis a final de temporada. Quizás el defensivo que definió la última década de la liga. Aunque su contribución al equipo ha sido muchísimo mayo en el vestuario que en el terreno en las últimas dos temporadas. Su regreso no cambiara demasiado el mapa en lo que ha sido el peor año defensivo de los Ravens en la última década. Porque son lesiones en el resto de la defensiva las que han generado semejante rendimiento. La gran pérdida fue la del esquinero Lardarius Webb a principios de la temporada. Su sustituto, Corey Graham, ha tenido un año promedio. Y el segundo esquinero, Cary Williams, ha entregado colchones de entre 8 y 12 yardas para evitar vender la espalda, todo el año. La consecuencia ha sido un serio problema para marcar el pase. No es un tema de presión, aspecto en el que mejoraron muchísimo desde el regreso de Terrell Suggs, es un tema de esquineros con poca capacidad para marcar mano a mano, con un Bernard Pollard que es mejor soporte del acarreo que del pase y un Ed Reed que simplemente no puede estar en todos lados. Ese es un serio problema cuando toca enfrentar a un receptor como Reggie Wayne, simplemente el arma favorita de Andrew Luck. Con él intentó el 32% de los pases que lanzó esta temporada, tercer porcentaje más alto de la liga detrás de las parejas Stafford-Johnson y Cutler-Marshall. Luck completo 58% con Wayne y lo busco en prácticamente cualquier situación y distancia. TY Hilton y Donnie Avery son amenazas profundas, pero es Wayne lo que realmente debe preocupar. Como muchos coordinadores defensivos en la liga, Dean Pees asigna costados y no receptores a sus esquineros. Eso asegura que tanto Williams como Graham verán algo de Wayne durante la tarde. Los Colts no tienen un juego por tierra que ponga en apuros el terrible rendimiento de los Ravens defendiendo ese aspecto en particular. Esa ausencia de juego por tierra también saca de la ecuación las jugadas de finta y pase, contra las que Baltimore sufre realmente (8.5 yardas por intento en comparación con las 6.1 que admiten en jugadas de pase clásicas). El gran tema para los Colts será tener una versión confiable de Luck en M&T Bank Stadium. Luck lanzo 13 de sus intercepciones fuera de Lucas Oil Stadium. Si bien su problema no es precisamente enfrentar a esquineros competentes, si tendrá encima una defensiva que presiona con 4 en prácticamente cada snap. Sin la presion del acarreo o de la finta, la caja de los Ravens podrá centrarse en entregar algo más de ayuda a la zona media (los apoyadores de los Ravens no son precisamente lo mejor contra el pase) y presionar a Luck con cuantos elementos sea posible. Luck es uno de los pasadores que más intentos profundos (+20 yardas) tuvo durante la temporada. Completó 40% de esos pases, promediando 27 yardas por cada completo. Buena parte de esos intentos profundos fueron con TY Hilton. Esa es la otra amenaza que trae Luck. Todo, debería ser responsabilidad de una caja que vive más del instinto que de la lectura de esquemas. Del otro lado, Baltimore es un equipo tan enigmático ofensivamente como su pasador. El gran tema con Joe Flacco, ha sido el terrible rendimiento que se le ha visto en las derrotas de los Ravens este año: un pobrísimo porcentaje de completos de 52%, 8 TD, 6 INT’s, 5.5 yardas por intento y rating de 69.8. Algo que explica buena parte de esos números es el promedio de intentos de acarreo que tuvo Ray Rice en esas seis derrotas: 12 acarreos por partido. La ausencia de Rice en el juego ofensivo le costó el trabajo a Cam Cameron a finales de la temporada regular. Jim Caldwell viene de la escuela Moore-Dungy en Indianápolis, que no es precisamente una escuela donde el acarreo tenga mucha participación. La buena noticia para Baltimore es que enfrentan una defensiva que sufrió en prácticamente cada aspecto del juego. Quizá el único aspecto en que les ha ido bien ha sido marcando pases a los corredores rivales. Eso, de alguna manera, puede reducir el impacto de Ray Rice en el juego ofensivo, aunque Baltimore no es precisamente amante de los pases a su corredor a menos que sea para salir de situaciones apretadas. Anquan Boldin es la opción corta y Torrey Smith es la opción profunda. A diferencia de Baltimore, el esquema de Indy si asigna hombres a sus esquineros. Al menos en mayoría de ocasiones. El tema es que los esquineros de Indy, Cassius Vaughn y Vontae Davis admiten 64 y 62% de completos en contra, respectivamente. Davis es el más físico de ambos y debería ser el que maneje a Smith. Los Colts son el cuarto equipo que más presion con 5 o más  jugadores envían. El problema es que sus pass rushers, Robert Mathis y Dwight Freeney,  no han sido nada efectivos en el nuevo esquema 3-4.indy necesita para el acarreo y obligar a Flacco a ir al lugar que menos quiere: el que lo obliga a tener el peso de la ofensiva en su brazo.

Pronostico: El último enfrentamiento entre estos equipos, en enero, fue en ronda divisional de 2006. Precisamente el año posterior a la última gran reestructuración Indy (antes de esta) y el año que los Colts ganaron su único título con Peyton Manning como pasador. Ese año Indy tuvo el mejor rendimiento estadístico de su defensiva en la última década y el titulo conseguido en Miami descansó precisamente en ese aspecto. Los Colts de este año vienen de una reestructuración, quizá más profunda que aquella. Pero, más allá de alguna entrega heroica en la temporada, están lejos de ser un equipo competitivo para algo más que el pasaje a enero. Baltimore viene de una de sus peores temporadas de época reciente, pero siguen siendo un equipo con más talento y experiencia en este nivel. Eso debería decidirlo. Ravens 24 – Colts 20.