viernes, 31 de enero de 2014

Super Bowl XLVIII: Seattle Seahawks v Denver Broncos.

Siendo un deporte que se juega aun en las condiciones más inhóspitas, el fútbol americano necesitaba que su mejor partido se jugara en esas condiciones (al aire libre y con temperaturas de invierno) al menos una vez. Debe quedar claro, eso si, que NY es sede del Super Bowl en esas condiciones, solo por ser NY. Difícilmente ciudades como Green Bay o Chicago puedan aspirar al partido. Detroit lo tuvo en 2006 después de gastar una cantidad importante en un estadio que ocultara los gélidos vientos de febrero en Michigan. Más allá de todo lo que se diga, el clima será factor el domingo en la noche en Metlife. Si no lo es el frio, al menos algo de viento debería generar algún inconveniente. En cualquier caso, bienvenidos sean los elementos al mejor partido del año.
Se enfrentan la mejor ofensiva y la mejor defensiva de la liga. Uno de los últimos partidos de Peyton Manning y quizás su ultimo en febrero, contra una defensiva como ninguna que haya visto en el año. Un pasador de segundo año que quiere un lugar en la mesa de los grandes y la mejor defensiva vista en la liga desde la de los Ravens de 2000. Siendo este un deporte basado en matchups, a eso dedicaremos esta previa. Pero teníamos que dedicarle algunas líneas a los clichés que usualmente se construyen en las dos semanas previas al partido. Sepan disculpar los que se aburrieron en la tercera línea. Ahora, vamos a lo importante…

Ofensiva Denver v Defensiva Seattle
Plato fuerte de entrada…
Hay algo que emerge inmediatamente al mirar un video de la defensiva de los Seahawks en los últimos dos años: no esconden o disfrazan lo que harán. Los Seahawks se asientan en una 4-3 Under (sobrecargando el costado fuerte de la línea ofensiva), que ya sea desde la base, nickel o dime, siempre parte del principio de un Cover 3 que se puede transformar rápidamente en un Cover 1 (con un hombre libre). Esto no es nada novedoso. El Cover 3 como concepto viene con Carroll desde los 70. Así luce en su faceta clásica:


El safety libre (FS) y los esquineros (CB) se dividen el terreno profundo en 3 sectores y cada uno es responsable de una zona. Los apoyadores (OLB-MLB) y el safety fuerte (SS) marcan zona media y flats en 4 zonas, intercambiando asignaciones según el tipo de personal. Es bastante simple. El tema con Seattle es que tiene un personal muy particular para jugar este esquema:


Dos cosas que deben saltar inmediatamente a la vista son: la posición del safety libre (que en el caso de Seattle juega como una especie de Center Field de beisbol cubriendo la zona media) y la incorporación sin ruborizarse del safety fuerte a la caja como el octavo elemento. En particular lo segundo tiene un peso extraordinario en el esquema Carroll. Kam Chancellor (SS) es el comodín de esta defensiva. Va a la caja como soporte del acarreo y puede marcar el flat en zona o marcar alas cerradas mano a mano.
En el gráfico, las líneas blancas representan asignaciones opcionales que quedan abiertas. Los esquineros pueden presionar de entrada las rutas o retroceder apenas se centra el balón. El apoyador del costado fuerte (SLB), puede marcar el flat o cargar. En el caso de Seattle, cuando ese apoyador es Bruce Irvin seguramente lo verán cargando. Cuando sea Malcolm Smith o un esquinero adicional (nickel), es probable que marque pase. Un tackle defensivo (DT) puede retroceder a marcar en zona media en cuyo caso el apoyador medio (MLB) va al flat. Y la rotación entre el apoyador de costado débil (WLB) y el safety fuerte varia según el tipo de personal en el terreno.
La secundaria de los Seahawks es la mejor de la liga esencialmente por la versatilidad que le entregan sus piezas. Thomas marca en terreno libre mejor que cualquier otro profundo de la liga. Chancellor marca en zona o detiene acarreo. Los esquineros, Richard Sherman y Byron Maxwell, pueden marcar zona o mano a mano sin que el cambio les genere dificultades. Y los apoyadores KJ Wright y Bobby Wagner pueden presionar pasadores o cubrir sus asignaciones de zona.
A lo que se enfrentan el domingo en Metlife es a la mejor ofensiva de pase de la liga. La de los Broncos es una ofensiva que no solo tiene las armas, sino que no teme usarlas. Manning trabajo con personal 11 (1 Corredor -1 Ala Cerrada – 3 Receptores abiertos), en 70% de los snaps de temporada regular (piensen que el promedio de la liga en ese aspecto fue de 48%). Y en los dos partidos de playoffs, ese número aumento a 88%. Es decir, en 88% de los snaps de playoffs, Manning envió a Demaryius Thomas, Eric Decker y Wes Welker al terreno juntos. Si esa tendencia se sostiene, puede significar dos cosas para Seattle: jugar con un back defensivo extra (nickel) sostenidamente, o darle la asignación de zona media (usualmente trabajada por Welker y Julius Thomas) a Wright, Chancellor y Wagner.
Si la elección es la primera, veríamos algo así el domingo:



El back defensivo extra es Walter Thurmond. Un esquinero nickel que jugó el 37% de snaps en presión desde la salida de la ruta (tercer mayor porcentaje de la liga para esquineros en la ranura).
Si la elección es la segunda, sería algo así:


La segunda imagen corresponde al pre-snap de la primera INT de Colin Kaepernick en el Campeonato de la NFC. Aun con el 
horrendo pase, sirve para ver el esquema de coberturas del Cover 3 Base de los Seahawks:
 
Wright, Wagner, Smith y Chancellor marcan zona media en 4 zonas. Sherman, Thomas y Maxwell zona profunda en 3 zonas. Aun cuando se ve a Sherman perseguir hasta el hashmark a Michael Crabtree, luego retrocede. Chancellor, retrocede al flat inmediatamente, Kaepernick, que lo tenía en la línea antes del snap, no le ve retroceder y envía el pase directamente a sus manos.
Manning seguramente no cometerá ese error, pero queda claro que necesitará suma precisión al trabajar especialmente en rutas cortas a los costados. A pesar que le ha ido muy bien este año, enfrenta a una defensiva que marca igual de bien ese sector:La distribución de pases de Manning en distancias dejan claro que ha sido exitoso en todos los niveles:


Pero Seattle ha sido tanto o más exitoso marcando en todos los niveles:

Fíjense como los rivales de Seattle intentaron apenas 8 pases profundos a zona media (contra Earl Thomas). Lo mas sorprendente es que solo hayan completado 2 de esos intentos.
En general, trabajar corto contra Seattle responde a la presión y a la imposibilidad de encontrar ventanas trabajables en zona profunda. Difícil pensar en los Broncos probando rutas pick como contra New England o teniendo éxito en alto nivel con rutas cruzadas por el centro. Porque si hay algo que tienen claro los defensivos de Seattle, es que deben usar la violencia para romper rutas o cortar recepciones. Y vaya que lo ejecutan bien. La otra opción es trabajar con formaciones bunch (agrupaciones de receptores en un mismo costado), especialmente para lograr bloqueos para las pantallas en los flats. Será interesante ver cómo trabajan los Seahawks a Demaryius Thomas, el líder en yardas después de la recepción de Denver. Evitar las yardas después de la recepción es uno de los elementos centrales de la filosofía de Seattle. Thomas promedia 7.9 por recepción. Marcar a Thomas mano a mano no parece ser la receta que aplicaran, aunque ver a Sherman abandonar la izquierda e ir 1 a 1 con Thomas, especialmente cuando vaya a la ranura, si puede ser una opción viable.
El choque en la línea se presenta como uno de los más interesantes de la noche. Especialmente porque plantea el que para muchos será el protagonista del partido: el acarreo. La línea ofensiva de Denver ha sido exitosa bloqueando para el juego por tierra, especialmente por el centro. Denver envía apenas 16% de los acarreos fuera de los tackles (por debajo del promedio de la liga de 20%). El centro de la línea ha sido la esencia de la ofensiva. El guardia izquierdo Zane Beadles, el centro Manny Ramirez y el guardia izquierdo Louis Vasquez han jugado el 99% de los snaps de este año. Knoshown Moreno es el tipo de corredor norte-sur que trabaja espacios A en la línea. Contra Seattle, lo interesante será ver cómo trabajan la combinación de linieros de dos espacios y linieros de un espacio que mezcla Carroll en la línea.
Cliff Avril, Michael Bennett, Chris Clemons y Red Bryant son alas defensivas, pero Carroll los combina en la linea, enviándolos como tackles para que trabajen a linieros internos, especialmente en formaciones nickel 3-3-5. En cualquier caso no resienten jugar con Tony McDaniel y Brandon Mebane como tackles. Lo esencial del esquema, es que le permita a los linieros de Seattle establecer superioridad en alguno de los costados de la línea. Contra el acarreo, lo esencial es evitar que los corredores alcancen el segundo nivel con ventaja de bloqueo. Por eso los Seahawks ponen tanto empeño en parar al corredor en la línea o detrás de la misma. Básicamente porque como los apoyadores medios deben marcar zona, el trayecto a recorrer para sellar el segundo nivel usualmente cuesta un par de yardas adicionales. 

Otras claves del enfrentamiento:
1.- El Síndrome de Marcus Cooper: Cuando Peyton Manning encuentra un elemento al que puede victimizar sostenidamente, no lo deja ir. Así lo hizo con el esquinero de los Chiefs Marcus Cooper en los dos partidos de esta temporada. Seattle debe evitar que Manning encuentre ese emparejamiento. Ninguno de sus esquineros parecer tener esa debilidad per se, pero también puede presentarse en forma de algún ajuste en la zona que no se ejecute a tiempo.
2.- Julius Thomas y el juego por tierra: Thomas sufre bloqueando en jugadas por tierra y los elementos atléticos de la línea defensiva de Seattle pueden generarle mas de un problema en ese aspecto. Si Seattle logra que Virgil Green se presente a bloquear en jugadas por tierra, habrá eliminado el elemento sorpresa y sentado a un activo clave del juego de pase.
3.- Violencia: El Wall Street Journal estableció como tema de conversación alrededor de la liga el hecho de que los Seahawks se valen de la interferencia de pase para prevalecer en la mayoría de los emparejamientos. El tema es que la violencia es parte esencial de como ve la defensiva de Seattle el juego. Golpean fuerte y buscan siempre la forma de obtener el balón a través de golpes o manotazos. ¿Pueden los Broncos soportar todo un partido de golpes en zona media a sus receptores por parte de Wagner, Chancellor y Wright? ¿Puede Wes Welker, con su reciente historial de conmociones, ir al contacto con cualquiera de los recién mencionados? Es un punto esencial porque le quitaría opciones a Manning contra la presión de Seattle. 

Ofensiva Seattle v Defensiva Denver

El matchup olvidado…
Dos semanas hablando de Manning v Legion of Boom, han hecho olvidar que los Seahawks llegaron a enero con una ofensiva altamente productiva y que los Broncos lo hicieron con una defensiva que, aun sin el cartel de la de Seattle, tiene varios puntos altos.
De Russell Wilson pueden decirse varias cosas. Quizá la más importante sea que, a pesar de ser el pasador de uno de los equipos que mas y mejor corre el balón en la NFL, la temporada de Wilson es responsable en buena medida de que los Seahawks hayan llegado a NY. Sin embargo, su enero no ha sido tan bueno como sus primeros tres meses de temporada regular. En esencia, los problemas de Wilson se han presentado desde la semana 14 y han sido consistentes en dos áreas: reconocimiento de presión en el bolsillo y progresión de lecturas.
El diseño del juego de pase de Seattle suele esconder trabajos de solo una lectura detrás de bootlegs (escapadas a los costados del bolsillo) o pases rápidos. El problema para Wilson ha sido en parte no encontrar a sus lecturas inmediatamente y en parte una inusitada tendencia a sostener el balón demasiado tiempo.


El fumble en la primera jugada del Campeonato de la NFC es testimonio de lo que planteamos. Wilson esta en un bootleg hacia el costado izquierdo, Una par de buenos bloqueos de entrada y la finta con Lynch le dan espacio para tener dos opciones en zona profunda. Pero duda y ese es todo el tiempo que tiene para trabajar en espacio limpio. 

La jugada de Patrick Willis es de altísimo nivel (especialmente por la velocidad para cerrar), pero Wilson tenia opciones abiertas. Y cualquiera que piense que Wilson no tiene brazo para trabajar ventanas pequeñas o largas distancias fuera del bolsillo, no ha estado prestando atención.



Una jugada diseñada para que Wilson saliera del bolsillo y pasara a la carrera, se rompe por la carga de los Niners y la eliminación de la primera lectura de Wilson. Con la presión encima, nunca le da la espalda a sus opciones profundas, ajusta sus pies en un segundo y coloca un pase extraordinario, sin impulso, en zona profunda. Es la clase de cosas que lo han convertido en un pasador exitoso en la NFL.
Va el domingo contra una defensiva que no carga tan bien como la de los Niners (de hecho ninguna carga tan efectivamente como la defensiva de San Francisco), pero que tranquilamente puede generarle problemas al pasador de los Seahawks eliminándole la primera lectura. La defensiva de pase de los Broncos sufrió un golpe particularmente duro al perder a Chris Harris en la ronda divisional. Desde ese momento, Champ Bailey y Kavyon Webster se han compartido las labores de marca en la ranura, En particular a Bailey le ha ido mal marcando en ese lugar del terreno, permitiendo rating de 105.4 a los pasadores rivales cuando lo buscan en la ranura. El domingo, los Seahawks enviaran a ese lugar al llamado Factor X del enfrentamiento: Percy Harvin. Un receptor que debía revolucionar la manera en la ofensiva de Seattle asumía ambas facetas del juego ofensivo, pero que por múltiples lesiones ha visto acciones en menos de 3 partidos entre temporada regular y playoffs.
Harvin es una pesadilla para cualquier emparejamiento. Demasiado rápido para un apoyador o un safety es usualmente tomado por un esquinero. Jack Del Rio tendrá que elegir si será Webster o Bailey quien lo trabaje. Su presencia deja en manos de Dominique Rodgers-Cromartie la tarea de marcar a los dos hombres que han cargado el juego de pase: Golden Tate y Doug Baldwin. Tate en trabajo corto, Baldwin en trabajo profundo. Harvin debería abrir espacios para que Tate trabaje rutas intermedias contra los apoyadores de Denver que, aunque atléticos, tienden a perderse en trafico cuando marcan pase. 

La eficiencia de los Broncos marcando el lado derecho de la ofensiva responde entre otras cosas a la presencia de Harris marcando ranura en ese costado. Su ausencia pesa. Aunque, en términos de emparejamiento, lo mas interesante son los porcentajes de acierto en zona profunda. Denver permitió 30.3% de pases completos en envíos que viajaron mas de 20 yardas (4to mejor porcentaje de la liga). Van contra un pasador que completo 46,6% de esos envíos (mejor de la liga). Vean la distribución de pases de Wilson en el año y fíjense lo exitoso que fue trabajando profundo fuera de las hashmarks.

La ausencia de trabajo profundo por el centro es consecuencia de la ausencia de Sidney Rice durante prácticamente toda la temporada. Baldwin, aunque exitoso en zona profunda, siempre contó con ayuda de la banda y evito ir al centro para no facilitar las ayudas de la secundaria. Wilson es bueno trabajando zona profunda tanto por diseño como circunstancialmente. La presencia de Harvin debería abrirle algunas opciones en esa área el domingo, pero deberá tener cuidado de evitar a Rodgers-Cromartie, uno de los mejores esquineros de la liga marcando bombas este año (permitió solo 4 completos).
La batalla en la línea es aun más interesante. Una línea ofensiva que tranquilamente puede catalogarse como el punto más flojo de un equipo por demás talentoso, enfrenta a una caja que no se especializa en presionar (de hecho han vivido de fabricar presión desde la lesión de Von Miller), pero que tiene muy buen trabajo contra el acarreo. Terrence Knighton es el hombre del momento en la defensiva Del Rio, con un playoffs en el que se ha destacado en ambas facetas del juego. Knighton le da la facilidad a los Broncos de enviar solo 3 linieros defensivos en situaciones no precisamente obvias de pase y aun así controlar el tráfico.
Enfrentan a una línea que permitió 44 capturas en el año (piensen que ese numero podría ser dramáticamente peor si Wilson no tuviera la habilidad de piernas que tiene), pero que ha encontrado algo de balance desde el regreso de Russell Okung como tackle izquierdo. Entre Paul McQuistan y James Carenter han compartido snaps como guardia izquierdo (ninguno con resultados apreciables que mostrar). En general el mejor trabajo de la línea de los Seahawks ocurre alrededor de Okung (apenas 2 capturas permitidas y 4.5 yardas por acarreo a su alrededor).
Claro está, Marshawn Lynch hace gran parte del trabajo. Su habilidad para romper contactos y alcanzar consistentemente el segundo nivel en la caja es algo que los Broncos tendrá que detener de alguna forma. Denver suele colocar a Knighton, Sylvester Williams y Malik Jackson mezclados en la línea con la mano en el piso. Cualquiera puede generar presión en el backfield. La variante de esa alineación ocurre con Robert Ayers y Shaun Philips como alas clásicas de 3-4, con Knighton de tackle nariz y algún otro liniero en dos puntos sobre la línea. Tiene mucho de híbrido la manera en que Del Rio alinea a sus tackles y alas.
Una cuestión a la que deberán prestar enorme atención son las jugadas de zone-read. Seattle no vive y muere con ellas, pero hasta ahora han enviado muy pocas en las que Wilson se quede con el balón por diseño (ninguna en playoffs). Difícil pensar que con un equipo que tendrá a Harvin en el terreno, Denver pueda darse el lujo de espiar consistentemente a Wilson toda la noche. Un buen inicio de Lynch y un par de fintas bien vendidas pueden abrirle paso a un acarreo largo de Wilson.
 
Otras claves del enfrentamiento:
1.- Castigos: La ofensiva de Seattle fue tercera en la liga con 66 castigos. La defensiva de Denver la quinta de la liga con 60 castigos. No es precisamente el nivel de fineza que esperas de equipos que juegan en febrero, pero por algo estas son sus unidades menos publicitadas.
2.- Jermaine Kearse: Si en algún momento Seattle decide expandir el campo con receptores, Kearse siempre será la opción profunda por excelencia. En la ranura contra Bailey o Quentin Jammer puede generar serios problemas.
3.- Presión: Seattle permitió que Russell Wilson fuera el tercer pasador mas presionado de la liga este año. Denver ha podido sobrevivir a la ausencia de Von Miller con la buena labor de sus tackles defensivos. La presión por el centro que le genera problemas a cualquier pasador, puede hacer estragos contra uno de segundo año jugando el partido mas importante de su carrera. Lo malo es que si la presión no llega y Wilson escapa del bolsillo, tiene todas las herramientas para castigar a una endeble secundaria.
 
Equipos especiales: Kam Chancellor y Richard Sherman jugaron equipos especiales en la primera mitad de la temporada. Ese papel lo retomaron en el Campeonato de la NFC.  Seattle no solo tiene a un muy buen pateador de despejes en Jon Ryan, también tiene elementos y la misma filosofía de su defensiva en sus equipos especiales. De Britton Colquitt pueden decirse cosas buenas, pero la cobertura de devolución de patadas de Denver es promedio en el mejor de los casos. Después de su explosivo partido contra Baltimore en el divisional de 2012, Trindon Holliday ha vuelto a la zona de anotación en dos ocasiones y ha soltado 5 balones (3 recuperados por Denver). Es una moneda al aire particularmente peligrosa contra un equipo de filosofía tan agresiva. Steven Hauschka falló solo dos goles de campo en el año. Dos de sus tres conversiones de mas de 50 yardas fueron bajo techo (Atlanta y Minnesota), aun así los fallos pueden considerarse poco importantes. Matt Prater intento apenas 26 goles de campo este año. Aun con el impresionante récord de 64 yardas y la incuestionable potencia de su pierna, 5 de sus 7 intentos de mas de 50 yardas fueron en Mile High con “condiciones particulares”. Su único fallo, precisamente en un gol de campo de mas de 50 yardas, ocurrió en casa contra los Chiefs. El viento será factor para los pateadores y los 4 vienen de trabajar en condiciones adversas en casa. La diferencia la hará la calidad de personal alrededor de los pateadores.
 
PRONOSTICO: A finales de noviembre, después de haber limpiado a los Chiefs, Denver probó que no había defensiva capaz de detenerlos en la AFC. Si un rival quería intentarlo, tendría que ser de la NFC. Seattle llega como el único equipo desde los Bills de 1990 que no tiene en su roster a ningún jugador con experiencia de Super Bowl. Si quieren añadir un dato misceláneo extra a lo que rodea este partido, que sea ese. Siendo este un deporte de emparejamientos, Seattle tiene una ligera ventaja aun enfrentándose a una ofensiva como ninguna vista en el ultimo lustro. Su capacidad para jugar con el mismo libreto frente a cualquier oponente y poder mostrar resultados positivos, les entrega una ventaja mínima. Denver necesitará un partido de leyenda no solo de su pasador, sino de todo su elenco de reparto si quieren salir ilesos del partido más difícil de los últimos 2 años. SEATTLE 24 – DENVER 21.

sábado, 18 de enero de 2014

NFC Conferencia: 49ers en Seahawks.

Hay una premisa que se ha sostenido desde la pretemporada (probablemente desde el partido de ronda divisional en enero de 2013): es imposible que los Seattle Seahawks pierdan en casa. Los Cardinals probaron que ninguna premisa puede pretenderse infalible. Ganaron en C-Link a pesar de 4 INT’s de Carson Palmer. Aun con ese partido fresco en la mente (semana 16), los Seahawks jugaran el Campeonato de la NFC como favoritos. La mejor defensiva de la liga, en el estadio que ha otorgado mayor ventaja a los locales que cualquier otro en la última década. Enfrentan a la última creación de la era de los comodines incómodos (sepan disculpar el pobre juego de palabras). Aun jugando su tercera final de la NFC consecutiva (segunda seguida como visitantes del sembrado 1), los Niners no son favoritos. Su temporada se divide en un inicio bastante regular y un cierre con regresos importantes de jugadores clave que los tiene con una racha de 8 victorias al hilo y exigiéndoles la novena para su segundo viaje al Super Bowl en años seguidos. Jugaran en el sitio donde se vio lo peor de su pasador y, en general, del equipo en las últimas dos temporadas. No son pocas las cosas que tendrían que haber cambiado desde el partido de la semana 2 y, en general, de lo visto en la temporada si en San Francisco quieren volver a atravesar el país para ver a los Niners jugar el primer domingo de febrero.
SAN FRANCISCO EN SEATTLE
¿Hay alguna forma…? ¿Existe alguna manera…? ¿Pueden los Niners ganar en C-Link? Cualquiera que revise la producción reciente de ambos equipos podría pretender que el domingo se enfrentan los ascendentes Niners contra los descendentes Seahawks. La derrota contra los Cardinals y la pobre producción ofensiva del Divisional contra New Orleans en contraste a las victorias en Green Bay y a la por momentos apabullante victoria en Carolina. Puede resultar una forma un tanto inocente de mirar el asunto, pero la historia reciente demuestra que los primeros sembrados que muestran cierto declive en su juego a finales de diciembre pueden ser susceptibles en enero. En ese sentido, hay esperanza para los Niners.
Lo primero que hay que eliminar de la mente de cualquiera que pretenda mirar este partido como uno parejo entre dos equipos parecidos es la idea de que la defensiva de San Francisco esta en el mismo planeta que la de los Seahawks. En lo que se refiere a defensiva, Seattle tuvo un año igual o mejor al de la ofensiva de los Broncos (aun sin los records). En lo que si se parecen es en la filosofía desde la que asumen el juego. El acarreo para generar espacios para el pase, la idea de una defensiva que ataca en lugar de leer y reaccionar y una constante búsqueda (exitosa en mayoría de ocasiones) para generar el error del rival y aprovecharlo. Ambos basan en esas ideas su trabajo. Lo que diferencia todo es la ejecución y en ese aspecto entra en juego el talento que tenga cada equipo. Esa es la batalla que han ganado los Seahawks y entraran ganando el domingo en la noche.
Seattle basa su trabajo defensivo en el hibrido de una secundaria que trabaja un Cover 3 casi clásico, pero que incorpora elementos de marca personal en los costados y zona en el centro. El elemento central del Cover 3 como esquema es que envía 3 backs defensivos a la zona profunda (dos esquineros y el safety libre), dejando 4 elementos para marcar zona media y flats (apoyadores en zona media y flats y el otro safety sube a la caja a apoyar por el centro). Queda un elemento libre que es utilizado como soporte contra el acarreo, para generar dobles marcas o ruidos en zona media interrumpiendo rutas o para, en última instancia, presionar al pasador. Parte de la base 4-3 Under, como la Predator de Billy Davis en Philly, pero tiene formas mucho menos refinadas, al menos según el Wall Street Journal.
Los esquineros marcan costados y no receptores. Richard Sherman se estaciona en el costado izquierdo de la defensiva (derecho de la ofensiva) y desde ahí trabaja con presión desde el snap. Del otro lado, Byron Maxwell trabaja con una idea similar. Si hay alguien trabajando la ranura, lo toma Walter Thurmond, un esquinero nickel que si juega con base en zona y se aprovecha de la ayuda de los físicos y agiles apoyadores de los Seahawks. El gran problema que le genera esta secundaria a Colin Kaepernick es que golpea su mayor debilidad a esta altura de su joven carrera: la progresión de lecturas. Esquineros que marcan a presión desde el snap usualmente van a quitarte la primera lectura y Kaeps ha probado que le cuesta hacer sus progresiones o escapar de un bolsillo colapsado manteniendo la vista en sus opciones. Seattle no va a entregarle nada al pasador de los Niners diferente a lo poco que le han entregado en los últimos dos años. Cuando Kaepernick quiso forzar lecturas donde no las había, el balón terminó en manos de los Seahawks. Eso es un problema porque, como ya mencionamos en la previa de comodines, San Francisco pierde 9 de 10 cuando pierde la batalla de las entregas de balón.
El regreso de Michael Crabtree ha significado para la ofensiva de pase de los Niners un arma que puede generar separación consistente en zona profunda. Pero aun está por verse que Kaepernick pueda generar algo en esas rutas profundas cuando Crabtree quede mano a mano. Podria pensarse que Crabtree saliendo de la ranura puede generar problemas o con combinaciones de rutas con combinaciones de  spacing desde los flats. El problema en ese caso no son solo los ya mencionados apoyadores Bobby Wagner, Bruce Irvin y el casi seguro para el domingo KJ Wright; se suman a la ecuación los safeties Kam Chancellor y Earl Thomas. En particular Thomas ha perfeccionado el arte de eliminar el seam o la option route de alas cerradas y receptores que salen desde la ranura. Y el trabajo de los Seahawks es tan milimétrico en su zona de Cover 3, que incluso en los drop zones entregan ventanas mínimas. Todo eso es una muy mala noticia para Vernon Davis.
Por último está una línea defensiva con un liniero clásico para trabajar técnica de 2 espacios (Red Bryant) y un set de pass rushers internos y externos como Michael Bennett, Cliff Avril y Chris Clemons. Seattle ha construido su imperio defensivo con presión de 3 o 4 elementos. Enviaron 5 elementos a presionar en 23% de snaps, permitiendo 5.6 yardas por pase y 6 o más en apenas 4% de snaps, permitiendo un ínfimo 3.1 yardas por intento. Queda claro que lo mejor no es atacarlos por pase…
Pero por tierra no les va tan bien. El problema de un set de pass rushers agiles con solo un elemento con capacidad para “comer” espacio en la línea, es que el acarreo va a tener algunas libertades no deseadas. San Francisco puede descansar en Frank Gore hasta donde la situación del partido se los permita. En sus últimas dos visitas a C-Link no pudieron hacerlo por quedar demasiado lejos en el marcador muy temprano. En cualquier caso, a San Francisco no le fue tan bien acarreando este año. Tuvieron problemas especialmente para trabajar por el centro, donde Mike Iupati y Alex Boone han tenido problemas para establecer carriles por si solos en la línea. Gore puede explotar cualquier callejón disponible y su capacidad de anticipar ángulos de tackleo en campo abierto genera serios problemas en toda la liga, pero los Niners tienen que poder asegurarle llegar al segundo nivel. Las jugadas de zone-read, han generado muy poco este año para San Francisco este año (3.5 yardas por intento). Seattle permitió miserables 2.6 yardas por intento contra esas jugadas, así que no parecen ser una opción viable.  
Del otro lado puede llegar a emparejarse el duelo, pero solo si los Seahawks lo permiten. Junto a Crabtree, el regreso de Aldon Smith ha sido en buena medida responsable de la racha de los Niners. Especialmente porque le devolvió al costado derecho de la defensiva de San Francisco la capacidad de generar presión con 4, a partir de stunts de los apoyadores. El domingo se verán las caras contra la peor unidad de los Seahawks, su línea ofensiva. Piensen que hace apenas una semana, Carroll tuvo que hacer un cambio en la línea y titularizar al novato de séptima ronda Micah Bowie como guardia izquierdo, ante la inconsistencia de James Carpenter para bloquear en acarreo. Bowie se verá la cara con Justin Smith. Y el regreso de Aldon significa que, a menos que venga del centro, Bowie no tendrá demasiada ayuda.
El principal problema de Bowie, su primer paso, es precisamente la mayor ventaja de Justin Smith que se ha hecho un nombre en los últimos años adelantándose a conteos. Los stunts de los Niners suelen generar espacio para que Aldon o alguno de los apoyadores medios entre a presionar. Como ya establecimos en la previa de comodines, San Francisco también vive de la presión con 4. De hecho enviaron 6 o más a presionar apenas en 2% de snaps en la temporada, permitiendo la grosera cifra de 2.6 yardas por intento en esas jugadas. El gran tema es como puede trabajar esa secundaria, que no solo ha sufrido por lesiones, sino por falta de talento.
Con la duda sobre si jugara o no Carlos Rogers, la secundaria de los Niners tiene en Tarrell Brown a su único esquinero confiable. La capacidad de Russell Wilson para salir del bolsillo y generar jugadas en zona profunda debe ser una preocupación de Vic Fangio. La ventaja que tienen los Niners es que sus apoyadores medios pueden marcar básicamente cualquier ruta en el árbol de los receptores de los Seahawks. Aun retrocediendo para marcar en zona, Bowman y Willis son capaces de sellar espacios en los flats y en zona media con gran velocidad. El problema siguen siendo los esquineros y la capacidad que puedan tener de marcar mano a mano mas allá de 10 yardas. Eric Reid y muy especialmente Donte Whitner seguirán trabajando desde el concepto de Cover 2 Rubber (con uno rotando para marcar pase en zona y el otro quedándose cerca de la caja para apoyar contra el acarreo o marcar en zona media) que tan buenos resultados le entrego a Vic Fangio a finales de la temporada.
Parar el acarreo no es un problema que le quite el sueño a los Niners, pero tampoco es su mayor virtud. A excepción de los Smiths, no hay demasiado que pueda hacer oposición en la línea de los Niners al bloqueo en zona de la línea ofensiva de Seattle. Seattle vive del acarreo para establecer su ofensiva. Es lo que le da sentido a cualquier idea. Contra los Niners necesitaran trabajo terrestre efectivo desde temprano, porque solo de esa manera podrán generar al menos una mínima duda en Willis y Bowman al momento en que aparezca el play-action.

PRONOSTICO: En Carolina hace una semana, San Francisco ganó apenas su segundo partido de las 11 ocasiones en que perdieron la batalla de las entregas de balón en la era Harbaugh. Una de sus 9 derrotas ocurrió en la semana 2 en el mismo estadio donde jugaran el domingo, cuando entregaron el balón 5 veces y anotaron solo 3 puntos. Las posibilidades de los Niners pasan por un partido de ejecución perfecta, contra la mejor defensiva que ha visto la liga en mucho tiempo. No solo por talento y esquema, sino por consistencia. Todos saben cómo juegan los Seahawks y muy pocos han podido sacarlos de libreto. Jugando en casa, solo podemos sostener lo que escribimos en la previa de la temporada: no hay forma que Seattle pierda en C-Link en enero. Solo sería posible con el peor partido de los Seahawks en la era Carroll y el mejor partido de los Niners en la era Harbaugh. Seahawks 27 – Niners 14.

AFC Conferencia: Patriots en Broncos


21 de enero de 2007. La última vez que Peyton Manning y Tom Brady se enfrentaron en playoffs. En uno de los mejores partidos de la última década, los Colts ganaron en RCA Dome su boleto al único Super Bowl que ganarían con Manning como pasador (en Miami contra Chicago). Seis temporadas pasaron desde aquel partido y muchas cosas cambiaron desde entonces. Manning ya no juega en Indy, Brady jugó y perdió otros dos Super Bowls (Manning perdió uno en Miami 3 años después de ese partido), el hoy Coordinador Ofensivo de Brady salió de New England para ser entrenador en Denver (donde hoy juega Manning) y muchas otras cosas. El partido del domingo en Mile High no solo tiene implicaciones históricas y personales para los pasadores, es, además, el encuentro de los dos mejores equipos de la AFC durante toda la temporada. Algo que no ocurre muy seguido en esta época con la insurgencia de los comodines. Para Manning y Brady será una de las últimas oportunidades de jugar en febrero. Algo que ambos necesitan para terminar de cimentar su legado.
NEW ENGLAND EN DENVER
Los New England Patriots de 2013 serán recordados por varias razones. Quizá la más impresionante sea que todas sus derrotas ocurrieron con acción en la última jugada del partido. Los Pats tuvieron el balón para empatar o ganar sus partidos contra Panthers, Bengals y Dolphins y contra los Jets perdieron por un gol de campo en tiempo extra. Eso, viniendo de un equipo que perdió a 4 de los titulares de su caja (Tommy Kelly, Jerod Mayo, Brandon Spikes y Vince Wilfork), resulta cuando menos curioso. El domingo enfrentan en Mile High a la mejor ofensiva de la liga. Y ese no es precisamente un titulo con el que le haya ido demasiado bien a los equipos que lo conquistaron en época reciente.
Para ninguno de los dos el antecedente es valioso en términos de análisis profundo. En la semana 12, se combinaron para 7 entregas de balón (New England en la primera mitad, Denver en la segunda), con todas esas entregas convertidas en puntos por el rival. Sacando de la ecuación esas entregas y la consecuencia directa (que además de los puntos fue la posición de terreno que entregaron), tenemos poco que analizar respecto a cómo fabricaron los puntos ambas ofensivas. Aunque hay cosas que deben ser tomadas en cuenta. Por ejemplo, el hecho que en 5 posesiones consecutivas al inicio de la segunda mitad, los Pats le hicieron 31 puntos a la defensiva de Jack del Rio.
El tema de las lesiones también separa ambos partidos. Bill Belichick sentó a Stevan Ridley después de su balón suelto recuperado por Denver en el primer cuarto y su sustituto LeGarrette Blount salió del partido después de un golpe casco contra casco (que también llevo a una entrega de balón) en el segundo cuarto. En aquel partido New England aun tenía a Rob Gronkowski que se lesiono 3 semanas después por el resto del año. Denver perdió a finales del segundo cuarto a Dominique Rodgers-Cromartie (DRC). Y perdieron a Von Miller y Chris Harris por el resto del año en el camino a este partido.
La lesión de Harris es particularmente difícil de subestimar. Es el jugador defensivo con mayor cantidad de snaps jugados en Denver este año (92%). Y marca la ranura, el lugar donde se alinean los dos mejores receptores de los Pats este año: Danny Amendola y Julian Edelman. Champ Bailey jugaría en lugar de Harris el domingo en la ranura. Se presume eso, en el entendido que Del Rio no querrá ver a Quentin Jammer contra dos receptores tan rápidos como Amendola y Edelman. Brady los utiliza primariamente como elementos de trabajo corto porque ninguno tiene la velocidad para generar separación en el mano a mano. En cualquier caso Bailey tendrá problemas marcando en ese lugar y ninguna de las opciones disponibles (Kavyon Webster, Tony Carter o los apoyadores Danny Trevathan o Nate Irvinng) mejoran las posibilidades.
Denver ha sido particularmente exitoso deteniendo el acarreo desde la lesión de Von Miller, especialmente por el centro donde Sylvester Williams y Terrence Knighton han trabajado exitosamente contra tres y hasta cuatro elementos de la caja rival, limpiando carriles para los apoyadores. Enfrentan a una ofensiva que ha generado mucho más por tierra de lo que cualquiera podría esperar de un equipo con Tom Brady como pasador. No es solo la exhibición de más de 200 yardas terrestres de Blount contra Indy la semana pasada, son las 481 yardas terrestres que generaron Blount y Ridley en los últimos dos partidos de los Pats. En todo eso no ha entrado a la ecuación Shane Vereen, que no estuvo en el partido de la semana 12 y a pesar de no mostrarlo en números, ha sido una de las causas para el éxito de Amendola y Edelman, al salir desde el backfield a diferentes posiciones de receptor. Los Pats trabajan muchos de sus conceptos de pantalla en los flats desde formaciones bunch (usualmente tres receptores alineados en posición de la ranura muy cerca uno del otro y corriendo una combinación de rutas que elimina a uno o dos de los elementos que marcan mano a mano o genera cortinas de bloqueo amplias contra la zona). Si Kenbrell Thompkins y Aaron Dobson pueden jugar el domingo, Josh McDaniels no solo tendrá mucho más elementos para trabajar sino que también podrá centrar a Edelman y Amendola a la ranura.
Contra un set de receptores que, al menos de entrada, no genera demasiadas sospechas de trabajo profundo, el problema se presenta al tener que marcar en zona media o las combinaciones de ruta que dejan a un safety o un apoyador marcando un slant (versión corta) o slugo seam (versión profunda), en jugadas que salgan desde la finta. Denver tendría que aproximarse a sus problemas de secundaria y a la fortaleza de los Pats jugando en zona media con un Cover 3 que permita que la rotación del safety que va al flat o a la zona media elimine las pantallas o, en general, reduzca las yardas después de la recepción. Algo que resulta clave en el armado de los drives exitosos de New England.
Para los Pats un buen trabajo terrestre seria más que ganancia, porque entregaría muchas ventajas a Brady desde el play-action. Y la secundaria de los Broncos es el elemento más débil de esa defensiva. No solo porque tienen serios problemas marcando rutas intermedias, además porque les cuesta ejercer presión desde que Miller dejo el equipo por lesión. Cargar contra Brady nunca es buena idea (promedia 10.1 yardas por intento contra cargas de 6 o más), pero los Broncos solo han sido capaces de poner presión sobre los pasadores rivales cuando la fabrican, es decir, cuando envían más de 4 elementos a presionar y combinan rutas y asignaciones en la línea (stunts, shifts, entre otros). Necesitaran un partido grande de Shaun Phillips para suplir la ausencia de Miller. Aunque, en general, será difícil que generen demasiadas detenciones a lo largo del partido. Ganar algunas batallas pequeñas en la línea y obligar a los Pats a usar a sus dos alas cerradas en labores de bloqueo, ya será ganancia para Denver.
Del otro lado el problema no es como detener a Peyton Manning, es si tienes los elementos para hacerlo. Y New England llena el formulario en algunas áreas, en otras resulta difícil pensar que puedan detener ya no a Manning sino a la ofensiva de los Broncos. Una de las claves de los Pats para detener la ofensiva de Denver en la segunda mitad del partido de la semana 12, fue poder detener el acarreo por el centro. Ya en ese momento de la temporada, New England había perdido a Kelly, Wilfork y Mayo. El elemento extra en la caja fue el secreto. No porque llenaran la caja consistentemente, sino porque no enviaban 7 a marcar pase desde el centro. Claro que la situación del partido en ese momento era bastante particular.
Tendrán que repetir ese trabajo si quieren tener posibilidades el domingo. Denver no solo maneja a la perfección los conceptos de bloqueo en zona para acarreos por el centro, sino que los ponen de manifiesto en una cantidad de formas que pueden confundir a cualquiera.
Jamie Collins tuvo un partido extraordinario contra Indy. Con un par de detenciones contra el acarreo en el backfield y muy buen trabajo con amplio rango marcando pases especialmente en los sets nickel y dime de los Pats. Él y Dane Fletcher son los sustitutos de Spikes y Mayo en la caja. Y si algo tiene Peyton Manning es que reconoce inmediatamente al elemento más débil de una cadena y lo explota inmisericordemente hasta que se lo permiten (pregúntenle al esquinero de los Chiefs Marcus Cooper). En particular el pesado Fletcher puede ser objetivo fácil de Manning en jugadas en las que lo envíen a marcar en zona o contra pases que salgan desde la finta.
Si bien es cierto que enviar cargas contra Manning va contra toda lógica soportada por números, video o simple sentido común, los Pats tuvieron éxito en la semana 12. Enviaron carga de 5 o más elementos en 8 ocasiones. Manning completo 1 de 6 para -6 yardas (una pantalla para perdida de yardas). Ese porcentaje de éxito no debe pasar por debajo de la mesa, especialmente porque 3 de esas cargas grandes, llegaron en la segunda mitad cuando Manning estaba contra el viento y forzaron malos pases. Debe decirse en este punto que el partido del mayor de los Manning fue bastante regular (en algun momento decididamente malo) en la semana 12 y el clima fue factor en esa actuación. Y no, no se trata del frio. Se trató del viento. La fuerza del brazo de Manning es algo que ha venido desapareciendo en los últimos dos años. Nunca fue un hombre de brazo poderoso pero haber perdido los domos como localia y las cirugías en el cuello han generado, particularmente este año, una buena cantidad de patitos feos salidos de su mano. El viento de Foxboro exacerbó esa tendencia.
Pero no fue solo el viento. El trabajo de la secundaria de los Pats hizo buena parte de ese trabajo. El secreto contra un pasador que tiene problemas con la fuerza de sus envíos (aunque lo compensa con excelsa precisión) es marcar mano a mano y ejercer presión sobre la ruta desde el inicio. New England tiene elementos para generar interrupciones en las rutas de los receptores sin que los esquineros pierdan referencia o distancia en la marca. Aqib Talib y Alfonzo Dennard marcan receptores y no costados (mas por la capacidad de Talib que por la de Dennard). Kyle Arrington y Logan Ryan marcan ranura con niveles de efectividad más que aceptables. En general, la secundaria de New England es de lo más respetable que vaya a enfrentar Manning este año. Sus tres peores partidos del año (en Indy, en New England y contra San Diego en temporada regular) tuvieron como denominador común equipos que solo esporádicamente enviaron carga y a pesar de solo enviar 4 elementos a presionar (en el caso de los Chargers incluso solo 3 en ocasiones), mostraron diferentes sets de zona en secundaria: Cover 3, Cover 6, Cover 2 Rubber, entre otros. New England y San Diego llenaban la caja y mostraban presión externa sobrecargando un costado en el pre-snap pero rara vez enviaron la carga y buena parte de esos elementos que sobrecargaban un costado de la línea iban al flat y a zona media con esquineros que retrocedían a zona inmediatamente.
Forzar a Manning a cometer errores es lo máximo a lo que puedes aspirar y eso solo lo puedes lograr obligándolo a ser quirúrgico con sus pases en ventanas ínfimas. El regreso de Julius Thomas (que no estuvo en la semana 12) genera uno de los emparejamientos más interesantes del partido. New England no va a marcarlo con apoyadores y lo más cercano a Thomas seria Talib (que seguramente ira con Demaryius Thomas a quien secó en la semana 12) o Devin McCourty. El problema de darle esa asignación a McCourty es que elimina la capacidad de tener a dos safeties profundos, algo necesario si se pretende ir de entrada con el contacto contra los receptores en las rutas, para evitar que un mano a mano perdido signifique 7 puntos.
PRONOSTICO: Las posibilidades de New England son mayores a las que uno podría pensar de cualquier equipo que enfrenta a la mejor ofensiva de la NFL. Es la tercera final de la AFC de los Pats en tres años y la primera de esas tres como visitantes. EL partido en sí mismo es una mina de oro de emparejamientos interesantes con los dos mejores pasadores de la última época en la liga mano a mano. Pero va mucho mas allá de Manning v Brady. Denver tiene varias cosas que responder si quiere aspirar a jugar el 2 de febrero en NY. Su capacidad de detener a la ofensiva terrestre de los Pats y un buen día de Brady están al tope de esa lista. Patriots 34 – Broncos 27.

domingo, 5 de enero de 2014

NFC Comodines: 49ers en Packers.


El último partido del fin de semana es el cuarto entre Niners y Packers en los últimos dos años (semana 1 y ronda divisional de 2012; semana 1 y ronda de comodines de 2013). Las tres victorias al hilo de los Niners han sido muy diferentes una de la otra. La primera con Alex Smith como pasador, la segunda fue la demostración terrestre de Colin Kaepernick en el último partido de playoffs jugado en Candlestick y la tercera es la exhibición aérea de Kap en el partido inaugural de esta temporada. A excepción del primer partido, San Francisco ha dominado a placer el desarrollo y ganado los tres encuentros. Visitan a unos Packers cuyo record en la temporada no tiene nada que ver con el nivel del talento con el que entran a playoffs y eso pasa en gran medida por recuperar a Aaron Rodgers. El domingo en la tarde Lambeau recibe su primer partido de playoffs desde el desastroso partido contra los Giants en enero de 2012 en el Divisional. Sin ser tan favoritos como aquel día, la localia y, quizás simples probabilidades, les dan una ligera ventaja.
SAN FRANCISCO EN GREN BAY
Hay un problema con los antecedentes de este enfrentamiento en particular. Hay tres partidos en video (dos en el último año calendario). Montones de coincidencias en los escenarios en los que se enfrentaron (semana 1 y enero), la base de los equipos es exactamente la misma con la excepción del pasador de los Niners, la filosofía no ha cambiado y los números indican que la dominación de los Niners ha sido extrema en los últimos encuentros. ¿El problema? Centrarse en las características de los 3 enfrentamientos previos no permite establecer un patrón porque fueron partidos muy diferentes uno del otro. Así que le sacaremos algunas cosas al video, pero tratando que el análisis se apegue lo más posible a lo visto de ambos equipos en la segunda parte de esta temporada porque es el antecedente más cercano de ambos (aunque en el caso de Green Bay ni siquiera esa muestra nos entregue una visión plena del estado del equipo actualmente).
Dom Capers tiene que agradecer a la falta de opciones en el mercado el aun tener trabajo y no estar retirado en Florida (falta de opciones del gusto de Mike McCarthy y Ted Thompson, claro está). Su defensiva, recibió felpas de los Niners en formas, escenarios y estadios diferentes. Los últimos dos partidos son particularmente diferentes uno del otro. En enero de 2013, Capers trabajo a los Niners de la manera en que la defensiva de los Packers ha trabajado con él desde siempre: marcas mano a mano en las esquinas con Cover 1, un safety apoyando a la caja y apoyadores que marcan zona media y flats. El resultado fue Colin Kaepernick corriendo a sus anchas contra apoyadores que sufrieron contra las fintas de read-option y esquineros que daban la espalda al bolsillo, por diseño, en el snap. El tercer partido, fue el inaugural de esta temporada. Capers pareció aprender la lección, los Niners solo sacaron 10 yardas de 7 acarreos con conceptos de zone-read. Green Bay jugó zona expansiva en secundaria, con espías en la caja que evitaron cualquier escapada del pasador de los Niners. El problema es que los Packers no tienen personal para jugar zona y Kap los castigó con 412 yardas aéreas, trabajando de manera quirúrgica los espacios blandos de la zona (apoyadores y ranura). En ambos casos, el esfuerzo unidimensional de la defensiva de Capers entregó resultados diferentes (en términos de la faceta ofensiva que detuvieron), pero no evitaron la derrota.
El partido de semana 1 de esta temporada entregó algunas cosas particulares desde el punto de vista de la ofensiva de los Niners también. Usaron varias jugadas en las que el bloqueo no era mano a mano, sino en zona. Esas jugadas fueron detenidas con bastante éxito por los Packers. Es extraño ver a Greg Roman enviar jugadas de bloqueo en zona, pero al parecer fue solo un experimento, porque San Francisco volvió a sus conceptos de bloqueo mano a mano en la línea en el resto de la temporada. Pero algo que quedo claro a lo largo de la temporada, es que Roman no está dispuesto a enviar a su pasador a ser quien gane los partidos. Los Niners fueron un equipo corredor aun en situaciones y contra equipos que no ayudaban demasiado a esa idea. Varios equipos entregaron a Kaepernick bolsillos atestados (8 y hasta 9 elementos) que eran una invitación a explotar duelos mano a mano en zona profunda. Los Niners muy pocas veces tomaron la posibilidad y vivieron o murieron del juego terrestre. El domingo, San Francisco necesitara correr para ganar el partido. Algo nada difícil contra una defensiva de los Packers que ha sufrido enormemente para detener el acarreo en la segunda mitad de la temporada. BJ Raji y Ryan Pickett no lograron tener un partido siquiera similar al de la semana 1 contra los Niners en el resto de la temporada.
La línea ofensiva de SF ha tenido problemas trabajando, especialmente contra stunts (intercambio de asignaciones) de linieros defensivos. Pero aun está por verse que la línea defensiva de los Packers pueda hacer algo trabajando mano a mano contra una de las líneas más pesadas y versátiles de la liga. El secreto para detener el acarreo de los Niners es obligar ayudas de los linieros que salen desde el centro en bloqueos de trampa para ayudar en el segundo nivel. Es esencial que os apoyadores sostengan el punto de ataque para obligar a dobles bloqueos y eliminar las ayudas en el segundo nivel (que es donde Frank Gore suele hacer más daño).
El acarreo es el alimento diario de esta ofensiva, pero van contra una defensiva que simplemente sufrió todo el año para marcar pase. Capers sigue trabajando con esquineros en costados y no en receptores, por lo que Sam Shields y Tramon Williams verán cantidades iguales de Michael Crabtree y Anquan Boldin. En particular el último es un problema cuando va a la ranura. Los Packers lo sufrieron en la semana 1 y tendrán que entregar toda la ayuda disponible a Micah Hyde cuando lo tenga en zona. Sin Clay Mathews, Green Bay tendrá que encontrar formas de trabajar contra Kaepernick que no signifiquen enviar cargas, porque como ya quedo establecido, los esquineros de Green Bay necesitan toda la ayuda disponible. Además, el pasador de los Niners destruye la carga. Promedia 7 yardas por pase intentado contra cargas de 5 y 9 yardas contra cargas de 6 o más elementos. Esos números han mejorado considerablemente desde el regreso de Michael Crabtree. En general, los Niners necesitan dominar a los 3 frontales de los Packers y obligar a Capers a enviar cargas más de lo que le gustaría (Capers de entrada es creyente fiel de la carga de 5). Así ganaron los tres partidos previos y si los linieros defensivos de Green Bay no pueden obligar dobles marcas en la línea, el resultado no debería cambiar.
Ofensivamente, los Packers tienen de regreso al jugador más importante de la liga en la relación presencia-nivel del equipo. El regreso de Rodgers coloco a los Packers en enero y es, seguramente, la única razón por la que podrán competir el domingo en la tarde. Pero quizás la diferencia más grande entre los 3 partidos previos y este, es que los Packers tienen como trabajar por tierra consistentemente. Nadie en Green Bay se beneficio más del cambio de costado de los lineros ofensivos en el offseason que Eddie Lacy. Los Packers envían el 37% de sus acarreos y guardia y tackle izquierdo (15%) y por fuera del tackle izquierdo (22% - tercer porcentaje más alto de la liga). Enfrentan a una defensiva que no tiene el mismo nivel de 2012. Perder a Aldon Smith por la mitad de la temporada les costó en el apartado de generar presión. Para el domingo, la lesión de Carlos Rogers puede dejarlos con Trumain Brock y Eric Wright de esquineros, una pareja de la que Rodgers puede aprovecharse, especialmente este año que tiene 3 receptores abiertos que pueden trabajar banda o ranura con el mismo nivel de efectividad (Randall Cobb, Jordy Nelson y Jarrett Boykin – considerando a James Jones como un elemento más de banda). Sin embargo, los problemas para generar presión no han cambiado la filosofía de Vic Fangio y los Niners siguen siendo un equipo que envía solo a 4 a presionar consistentemente. Fangio ha vivido de esa fórmula con apoyadores medios que pueden retroceder a marcar pase y cerrar espacios hacia adelante o en los flats con rapidez asombrosa. En particular la temporada de Navorro Bowman es de lo mejor que se ha visto en la liga en el último tiempo.
Los Niners no han tenido que presionar a Rodgers para ganarle 3 veces a los Packers. Ese ha sido, al menos, 60% del secreto del éxito. Nada hace pensar que esta vez Fangio tenga un plan diferente, pero la capacidad de trabajar por tierra de los Packers equipara mucho la situación. San Francisco obliga a Green Bay a dejar, usualmente, doble ayuda para bloqueos en la línea (doble ala cerrada o liniero ofensivo extra). Con sets de 3 receptores pueden hacer daño, pero cuando Rodgers pueda colocar a sus 4 armas principales en el terreno, no solo le generara un serio problema de matchups en secundaria a los Niners, también eliminara elementos de la caja que abrirán carriles para el acarreo (especialmente por la izquierda de la ofensiva). Bowman y Patrick Willis son más que capaces de trabajar solos los flats y la zona media incluso contra la finta, pero su presencia en el terreno en los paquetes nickel y dime de los Niners significa que alguno de los dos tendrá que marcar pase en zona profunda. Algo que puede ser un problema contra la velocidad de los receptores de Green Bay.

PRONOSTICO: Como verán, buena parte del partido se resume en los Packers obligando a los Niners a salir de su zona de confort. Algo que no han podido hacer en los últimos dos años. Obligarlos a fabricar presión en defensa y a pasar en ofensiva (aun con los problemas de la secundaria de Green Bay). Una última cosa que los Packers deberán mejorar: la batalla de las entregas de balón. En los 3 enfrentamientos previos, Green Bay entrego 5 balones y solo pudo robar 1. El record de los Niners cuando pierden el diferencial entregas/robos en la era Harbaugh: 1-9. En esta época no es difícil imaginar a un equipo ganándoles a otro 4 veces en dos temporadas. Pero, ¿Que un equipo de playoffs le gane a otro de playoffs en 4 partidos seguidos? Eso es particularmente difícil de pensar en esta época. Solo el regreso de Rodgers hace pensar que eso pueda ser evitado… y añadan el frio de Wisconsin en enero, si quieren. PACKERS 34 – NINERS 30.

AFC Comodines: Chargers en Bengals.


El primer partido del domingo es una especie de castigo para el sexto sembrado de la AFC. Los equipos de la AFC Oeste no juegan usualmente al mediodía los domingos. Eso es porque en tiempo del oeste de Estados Unidos, aun son las 10 AM. San Francisco y Kansas juegan en la tarde (aun en tiempo del oeste). Los Chargers tienen que jugar el domingo al mediodía. Van a Cincy, contra un rival que les gano en la semana 13, pero que entra a enero como uno de los equipos más inestables de la AFC. No son las lesiones las que generan dudas sobre los Bengals, es el nivel de su pasador. Su primer partido como locales en playoffs desde 2009 y el primero de la era Dalton es también un examen de rigurosidad. Cincy viene de eliminaciones consecutivas en comodines y la necesidad de trascender no pasa solo por ser locales, sino también por mostrar progresión del talento que, a esta altura, ya debería tener madurez de Final de AFC como mínimo. Eso en el caso de Andy Dalton es una premisa más que cuestionable.
SAN DIEGO EN CINCINNATI.
Cincy perdió a Leon Hall a principios de temporada y a Geno Atkins a mediados (top 3 en la votación del Jugador Defensivo del Año en ese momento). Pero la defensiva no resintió demasiado las perdidas. El esquema de Mike Zimmer siguió teniendo sentido, aun sin dos de los elementos de su línea central. En la semana 13, fueron a San Diego y generaron 3 entregas de balón, una de las cuales se convirtió en 7 puntos y terminaría siendo diferencia en el partido. La de San Diego es una de las mejores 5 ofensivas de la liga y los Bengals fueron capaces de dejarlos en apenas 10 puntos (su peor producción de la temporada). El problema de aquel partido (aun ganándolo) y de la temporada en general no fue la defensiva, fue el juego de pase.  Andy Dalton está lejos de ser un pasador de calibre. El tema con Dalton es que, cuando llego a la liga, se le consideraba promedio pero con altísimo techo. A esta altura es seguro decir que su progreso ha sido muy poco y si alguien hiciera análisis exhaustivo seguramente encontraría empeoramiento en algunas de las cosas que se le reconocían luego de su primera temporada.
Con un brazo promedio, problemas de precisión fuera de las hashmarks, una presencia en el bolsillo cuestionables y 20 INT’s de las cuales solo 6 llegaron enfrentando presión, la temporada de Dalton es uno de los elementos en los que se centrara el partido del domingo. La INT que lanzo en la semana 13 contra los Chargers sirve de ejemplo de varias de las cosas recién mencionadas. Contra presión de 4, Dalton pierde toda la compostura de su mecánica cuando colapsa el bolsillo. Pierde el apoyo sobre su pierna de trasera y lanza un globo con mas pinta de despeje que de otra cosa que cae en mano de Eric Weddle con el receptor más cercano de Cincy a 10 yardas de distancia. Las 6 INT’s de Dalton con presión encima este año, llegaron con presión de espacios A (los espacio entre el centro y los guardias). Dalton parece tener la instrucción de deshacerse del balón ante la más sencilla señal de colapso de bolsillo (cuestión de filosofía del coordinador ofensivo Jay Gruden) y sus INT’s llegaron cuando la presión por el centro le destruyo la mecánica y por ende la precisión. La línea ofensiva de Cincy permitió mucha presión durante la temporada. Marvin Lewis tuvo que reorganizar la protección enviando a Andrew Whitworth de tackle a guardia izquierdo a Anthony Collins de tackle derecho a tackle izquierdo e ingresando a Andre Smith en la derecha.
La medida ha probado ser acertada porque Dalton recibió solo 3 capturas en las últimas 5 semanas. De las 5.5 capturas que permitió Whitworth en el año, ninguna fue como guardia (la posición en la que comenzó su carrera en la liga) y Collins aun esta por permitir su primera captura como tackle del costado ciego. Pero Dalton sigue mostrando problemas ante siquiera la finta de apoyadores sobre la línea. San Diego tendrá que mostrar presión por el centro con sus apoyadores en cada posibilidad. Aun si la idea es que retrocedan ante el snap. El otro problema de Dalton es la precisión en pases intermedios, especialmente cuando tiene que trabajar fuera de las hashmarks. Richard Marshall y Shereece Whright tendrán que obligar el contacto desde el principio de cada jugada y obligar a los receptores de los Bengals a trabajar la banda. Eso, con ayuda de safeties en Cover 2, puede generar muchas oportunidades de error de Dalton. Los Chargers sufren marcando las esquinas (permiten casi 15 recepciones por partido a los receptores 1 y 2 del rival). La ayuda de doble safety es casi obligatoria contra AJ Green y Marvin Jones saliendo de la ranura, pero eso deja la tarea de parar el acarreo en manos de cajas de 7 y hasta 6 jugadores. Gio Bernard no es solo una amenaza por tierra, es el receptor favorito de Dalton fuera de sus receptores abiertos. Jermaine Gresham y Tyler Eifert llegaran lesionados así que cualquier trabajo en los flats que salga desde la línea o el backfield, tendrá a Bernard como objetivo.
Del otro lado del balón, Cincy tiene muchas más certezas. En la 13, Philip Rivers no tuvo ningún intento en zona roja de Cincy y eso fue básicamente porque le fue realmente mal entre la 40 y la 20 de los Bengals (2 de 11, 43 yardas, 1 primer down, 1 INT). Rivers lanzo solo un pase que viajo más de 20 yardas en todo el partido (incompleto). Dos cosas posibilitaron esos números, en primer lugar la altísima cantidad de presión que recibió Rivers toda la tarde (solo Michael Johnson le genero 7 presiones a DJ Fluker). La presión coloco a Rivers a trabajar corto, especialmente en los flats y con slants. Pero el plan de la presión genero un problema para los Bengals y fue permitir trabajo consistente del acarreo de los Chargers.
No hay razón para pensar que Cincy cambiara de idea. En la 13, vieron a los receptores de los Chargers moverse por todo el terreno buscando un lugar en el que la defensiva “Cuartos” de la secundaria de los Bengals entregara alguna ventaja. Zimmer es especialmente fan de los “Cuartos”, un esquema que divide la secundaria en 4 partes iguales y asigna una a cada back defensivo (esquineros y safeties). Ese esquema, esencialmente de zona, ha sido particularmente exitoso desde la lesión de Leon Hall con la aparición en la titularidad de Dre Kirkpatrick y Terrence Newman. La zona expansiva en secundaria le ha permitido a los Bengals marcar siempre con ayuda de safeties profundos. Pero tiene una seria desventaja y es la creación de drop-zones (burbujas o tierras de nadie, en las que el responsable de un sector entrega una marca al responsable del siguiente sector) especialmente en la zona de los apoyadores. Antonio Gates tuvo éxito en la 13 trabajando esa zona. Sacando el fumble y la INT (que primero toco sus manos), Gates tuvo éxito en la zona media. Vontaze Burfict tuvo éxito marcando rutas cruzadas de bajo desarrollo que salían de la línea, pero en general los Bengals no tienen forma eficiente de marcar la ranura.
Kirkpatrick fue victimizado en múltiples ocasiones en las últimas semanas cuando el rival aislaba al receptor de la ranura. Lardarius Green parece ser el elemento ideal para trabajar desde la línea o en la ranura contra Kirkpatrick o el propio Burfict. El trabajo corto de Rivers no debería ser problema, siempre que los Chargers eviten las indiscreciones de balón que los mataron en la 13. Cincy defiende mejor pase que acarreo. Pero incluso tienen problemas para defender receptores que salen del backfield (les permiten 8 recepciones en promedio por partido). En ese contexto, Danny Woodhead puede generar problemas trabajando en los flats o en la zona de los apoyadores, especialmente contra un Rey Maualuga que no tiene la velocidad para perseguir corredores que salen del backfield a esperar pase.

PRONÓSTICO: San Diego cerró ganando sus últimos 4 para meterse en playoffs. Eso, mas una combinación realmente rara en la última semana, los salvo de una eliminación que parecía segura después de la derrota en la semana 13. Sin las entregas de los Chargers, aquel habría sido un partido diferente. Cincy depende de un partido sin errores de su pasador para jugar en New England. Aun con los niveles de eficiencia de la ofensiva, no parece ser la defensiva de los Chargers, mucho menos de visitante, la ideal para obligar que esos errores aparezcan. Aun así, consideren este como el pronóstico en el que menos creo. BENGALS 20 – CHARGERS 17.

viernes, 3 de enero de 2014

NFC Comodines: Saints en Eagles.

El segundo partido del sábado es el único del fin de semana que no es revancha de temporada regular. Los Eagles regresan a playoffs después de dos temporadas ausentes y reciben en Lincoln Financial a unos Saints cuyo trabajo en la carretera dista muchísimo de ser siquiera en promedio similar a su rendimiento en el Superdome. Sean Payton y sus jugadores han hecho todo lo posible por evitar las preguntas respecto a la diferencia abismal entre sus actuaciones en casa y como visitantes. Pero no hace falta irse demasiado lejos (tienen record 3-5 como visitantes este año), para saber que no es una presunción exagerada y que a New Orleans le cuesta visitar. Su rival del sábado es un equipo cuya defensiva tiene puntos específicos que permiten pensar que Brees y el juego de pase de los Saints trabajara con tranquilidad. Pero la localia (y seguramente el clima), jugaran un papel esencial en el partido más parejo del fin de semana.
NEW ORLEANS EN PHILADELPHIA.
Algunos splits sobre el trabajo de los Saints como visitantes en el último tiempo: 1-5 en los últimos 6 partidos disputados (incluida una derrota bajo techo en San Luis) y 3 de esas 5 derrotas por 7 puntos o menos; 5-10 cuando visitan en diciembre o enero desde 2006; 2-6 desde 2010 con derrotas en los últimos 4… Los Saints no son un buen visitante y eso en enero suele tener consecuencias. Si a eso le sumamos el hecho que jugaran en el nada amable clima de Pennsylvania, la ecuación no pinta demasiado bien.
Pero al analizar al rival los números se emparejan un poco. Los Eagles serian uno de los equipos más en forma en enero de no ser por el hasta ahora inexplicable partido en Minnesota de la semana 15. Eso les evitó coronarse en la división en la 16 con la paliza a Chicago en Lincoln Financial. Sacando el bache de septiembre, Philly ha sido uno de los equipos más consistentes de la liga. La idea de Chip Kelly es mantener el up-tempo de la ofensiva al más alto nivel posible y que la defensiva no permita jugadas grandes (la idea de doblarse pero no romperse).
Ofensivamente, el enfoque Kelly es de lo más interesante que se pueda hallar en la liga en estos días. Los Eagles no necesitan tener el balón demasiado tiempo para hacer daño. El drive anotador promedio de Philly en el año fue de 2:30 minutos, con solo 10 drives anotadores de más de 4 minutos y solo 15 con más de 10 jugadas. Lo sorprendente es que Philly promediase 6.6 jugadas y 2:30 minutos por drive anotador para recorrer 62.5 yardas. Filadelfia envió un snap ofensivo cada 24 segundos, el promedio más rápido entre jugadas en la NFL en los últimos 13 años.
Soportar semejante ritmo demanda niveles de sincronía que no se encuentran de la noche a la mañana. Y, en esa ofensiva, Nick Foles pudo trabajar para lanzar 27 pases de TD y apenas 2 INT’s. La clave para eso ha sido el éxito del juego por tierra, especialmente en jugadas salidas de formación pistola con conceptos de zone-read. Los Eagles enviaron 304 jugadas con fintas o conceptos de zone-read (al menos listadas así en los box scores oficiales de la liga). Esas son 180 jugadas más que el segundo equipo que más trabajo zone-read (San Francisco). Foles no tiene la velocidad de piernas de Michael Vick, pero su trabajo en el bolsillo ha probado ser mucho mejor que el del antiguo pasador de Atlanta. Foles redujo al mínimo los errores aprovechándose especialmente de la finta salida de las dos opciones que entrega la formación pistola. Philly envió 39% de pases en jugadas de play action en la segunda mitad de la temporada. Eso es un problema para los Saints.
Algo que sale inmediatamente al revisar el video de New Orleans enfrentando equipos de zone read como Seattle o San Francisco, es la tendencia más que establecida de los apoyadores externos de los Saints a sellar el bolsillo ante el acarreo y de los apoyadores internos a responder inmediatamente a la finta. Eso entrego resultados disimiles. Contra San Francisco, los Saints llenaron la caja en múltiples ocasiones contra los sets jumbo de los Niners (doble corredor, doble ala cerrada y solo un receptor abierto). Se pueden ver múltiples ocasiones con cajas de 9 y hasta 10 jugadores. San Francisco no respondió a la provocación e intento acarrear contra las cajas llenas con buenos resultados para la defensiva. Contra Seattle, los Saints llenaron menos la caja, pero las fintas metieron en serios problemas a los apoyadores externos que se cerraban inmediatamente al bolsillo en jugadas donde Russell Wilson tenia a Marshawn Lynch a su lado desde la escopeta o la formación pistola. Los resultados fueron terribles para los Saints (el TD de 60 yds de Zach Miller sale de un 3era y 1 en el que la finta sella a los apoyadores internos  y deja a Miller mano a mano contra el único safety disponible).
La defensiva de los Saints vive de la presión de secundaria, pero habrá que ver como sobreviven a la ausencia de Kenny Vaccaro, el safety novato cuya lesión deja a Rob Ryan sin uno de sus elementos de presión fundamentales. Ryan es seguidor de la presión de secundaria y por ende del Cover 0 o en su defecto de enviar a linieros o apoyadores a marcar en zona media (carga en zona). Eso contra un set de receptores tan versátil como el de los Eagles puede ser problemático. La finta es algo que los Saints sufren y seguramente Junior Gallette, David Hawthorne y Curtis Lofton tendrán problemas para diagnosticar el trabajo en el backfield de Philly. La línea ofensiva de los Eagles tiene todos los elementos para manejar mano a mano a los 3 frontales de New Orleans. El elemento débil es el tackle derecho novato Lane Johnson (8.5 capturas permitidas), pero queda claro que el apoyador que trabaje ese costado va a tener problemas diagnosticando el acarreo. En secundaria, la temporada de Corey White como sustituto de Jabari Greer ha sido promedio. Ryan no es fan de trabajar receptores sino costados, así que tanto White como Keenan Lewis verán porciones similares de Riley Cooper y DeSean Jackson. New Orleans es uno de los mejores equipos marcando situacionalmente alas cerradas (les permiten 46.4 yardas por partido). Van contra un Foles que promedia 9.1 yardas por pase intentado a sus alas cerradas. Especialmente porque son esos los receptores que más se benefician de la finta (al mismo estilo de Seattle en la jugada descrita un poco más arriba). Esa puede ser una ventaja para Philly, teniendo en cuenta que los safeties de New Orleans no son nada buenos marcando pase y mucho menos mano a mano.
Del otro lado, el concepto de doblarse pero no romperse no es tan visible en la secundaria de Philly. Los Eagles permitieron la mayor cantidad de recepciones, yardas aéreas y TD’s por pase de la liga. En suma, les va realmente mal marcando pase, especialmente en la ranura y contra alas cerradas (precisamente las áreas en las que Brees basa su trabajo profundo. El problema de la defensiva de pase de Philly es que los conceptos de trabajo en la caja del coordinador defensivo Billy Davis, usualmente dejan a un safety (usualmente Pat Chung) en labores de marca mano a mano (con Cover 1), o a Brandon Boykin, el esquinero nickel, en esa tarea. Ni Chung, ni Boykin tienen la carrocería para manejar alas cerradas, especialmente cuando el receptor trabaja rutas cruzadas o los conceptos de la ofensiva son de spacing (creación de espacios para un receptor especifico), lo que deja a las alas cerradas mano a mano en rutas de poste o en rutas a la esquina. Davis trabaja con un concepto de caja concebido como “Predator”. Una “4-3 Under” que parece y se maneja con muchos conceptos de 3-4. La idea es que un tackle nariz de peso trabaje dos linieros en el centro (el centro y el guardia del costado débil de la línea), un ala defensiva trabaja al tackle del costado débil de la línea y un apoyador que va en dos puntos a la línea y en más del 80% de los snaps va a presionar al pasador. Ese apoyador se conoce como Predator (en este caso es Trent Cole) y de ahí el nombre del esquema. Cole enfrentara al tackle novato Terron Armstead, que tomo la titularidad en la semana 15 cuando Payton tomo la decisión de sentar al desastroso Charles Brown. El problema para Philly es que son 5 elementos de presión y los dos apoyadores restantes quedan en asignaciones de marca en zona media. Davis envía usualmente 4 o 5 elementos a presionar. Rara vez Philly presiona con solo 3. Mychal Kendricks y DeMeco Ryans son apoyos contra el acarreo, pero no aseguran nada marcando pase.
La ranura y la línea son problemas para Philly. Jimmy Graham es el ala cerrada más completo de la liga y Brees tiene infinidad de formas de alimentarlo. Philly de permitirle 112 yardas a Jason Witten y Graham puede tranquilamente conseguir esa cifra. El otro problema es la ranura. Lance Moore y Kenny Stills trabajan esa zona, pero el más beneficiado de trabajar en la ranura es Marques Colston (41 de sus 75 recepciones vinieron cuando salió de esa zona de la formación). La defensiva de Philly permitió 62 jugadas de más de 20 yardas este año y New Orleans sumo 41 pases de más de 25 yardas en el año. Es la suma de gasolina y fósforos. Cargar contra Brees no soluciona absolutamente nada, porque el pasador de los Saints destruye la carga: 67.5% de completos, 11 TD’s. 2 INT’s y 8.6 yardas por intento.
Formas de detener a Brees hay pocas, pero las hay. Una de las más exitosas de la temporada fue colocar a un esquinero de primera línea a marcar a Graham (como Aqib Talib lo hizo en New England) y dejar zona expansiva para trabajar el resto de la secundaria. Esa idea ayudaría a esconder las falencias de Chung marcando mano a mano. Boykin es el elemento que Davis prefiere a la hora de enviar cargas de secundaria, así que la mayor carga de trabajo quedaría en manos de Brandon Fletcher. La otra forma es enviar presión constante por el centro, para sellar los espacios A y obligar a Brees a trabajar corto y rápido, reduciendo el impacto profundo de la ofensiva de pase y aumentando las posibilidades de error. En cualquier caso, la defensiva de pase de Philly no tiene demasiados elementos, al menos en el papel, para forzar a Brees a salir de su zona de confort.

PRONOSTICO: Un choque de ofensivas de elite y defensivas con problemas para trabajar situacionalmente. El clima y la localia parecen darle ventaja a Philly, pero es difícil no imaginar a Brees poniendo números grandes contra esa secundaria. Sin embargo, esta clase de partidos se definen por emparejamientos y los Eagles tienen mucha más capacidad para sacar ventaja de su personal especializado en ofensiva. Un trabajo medianamente estable contra Brees o la creación de una ventaja temprana y los fantasmas de New Orleans como visitante aparecerán inmediatamente en Lincoln Financial. EAGLES 30 – SAINTS 24.