jueves, 8 de noviembre de 2012

32 equipos - 32 notas: AFC


AFC ESTE
New England Patriots – Record 5-3 (2-0 en la AFC Este)
Arranque de 1-2 por primera vez desde 2004. Primera vez que perdieron su apertura en casa desde 2001 y primera vez que pierden 2 en fila desde 2006. Sumen a eso dos derrotas contra equipos de la NFC Oeste y tienen un cuadro mas que extraño para el promedio de los Pats de la era Belichick. El problema de los Pats es bastante simple: la bomba. Los Pats son el equipo que mas pases de +20 yardas ha permitido esta temporada (48). Las lesiones han diezmado de manera importante la secundaria. Los safeties titulares Pat Chung y Steve Gregory se han perdido más de la mitad de los partidos de este año, así el esquinero Kyle Arrington. En ese contexto, los novatos Alfonzo Dennard y Tavon Wilson, así como Ras-I Dowling y Sterling Moore, han tenido que asumir la tarea de la secundaria. Devin McCourty, como el año pasado, esta supliendo a los safeties lesionados (aunque lo del año pasado fue una suma de lesiones y bajísimo rendimiento como esquinero). Teniendo en cuenta que llega Aqib Talib (un grito desesperado por ayuda en secundaria), la presencia de McCourty parece será prolongada en la zona profunda. Como el año pasado, es el oportunismo lo que le da vida a la defensiva de los Pats. Han forzado 20 entregas de balón para un diferencial de +13, el mejor de la AFC. Han mejorado el trabajo contra las distancias medias. Pero siguen sufriendo de allí en adelante. Es un tema que puede no pesarles para llegar a enero, pero los puede tener sufriendo contra equipos como Pittsburgh en playoffs.
Miami Dolphins – Record 4-4 (1-1 en la AFC Este)
3 de las 4 derrotas de los Dolphins han sido por 4 puntos o menos. Dos de ellas en tiempo extra. El cambio de la 3-4 de Mike Nolan a la 4-3 de Kevin Coyle, ha sido beneficioso para los Dolphins en términos de los niveles de presión a los pasadores rivales. 14.5 de las 23 capturas conseguidas por los Dolphins. Ese numero aumenta a 18.5 si la revisión se amplia a la caja de 7 frontales. El gran problema de los Dolphins ha sido marcar efectivamente el pase. No por un tema de poca presión, si por un tema de poco talento. El cambio de Vontae Davis a Indy antes de iniciar la temporada regular, ha dejado a los Dolphins con Richard Marshall y Sean Smith como titulares. Las constantes lesiones de Marshall le han dado más tiempo de juego del esperado a Nolan Carroll. En general, el rendimiento ha sido infinitamente mejor contra el acarreo que contra el pase (el partido contra Indy surge como prueba A). La temporada de Ryan Tannehill tiene dos explicaciones: la primera es que esta detrás de una línea ofensiva mas que competente: Jake Long y Mike Pouncey son los mejores en sus posiciones en lo que va de temporada. La segunda es que esta detrás de un corredor que promedia 6 yardas por acarreo. Su merito se centra en generar buenos números y record de .500 en un equipo sin un receptor 1 en nomina. De hecho, en el caso de estar en cualquier otro equipo, Brian Harlitne, el mejor receptor de los Dolphins, seria segunda o hasta tercera opción.
New York Jets – Record 3-5 (2-2 en la AFC Este)
Perder a Darrelle Revis puede significar muchas cosas. En el caso de los Jets no ha significado perder la efectividad en la marca del primer receptor rival. Esa asignación paso de Revis a Antonio Cromartie y permiten apenas 50 yardas al primer receptor rival aunque los números aumenta a medida que la progresión de receptores continua. El tema de los Jets sigue siendo el problema de jugar un esquema para el que no se tienen los elementos adecuados. Rex Ryan es hijo en términos de esquema de las 3-4  de Baltimore en la última década, así como del creador de la 4-6: Buddy Ryan. Todos esos esquemas vivian de la presión con la mayor cantidad de elementos posibles y coberturas individuales. Pero mas allá de la cantidad de elementos asignados a la presión, siempre es necesario tener dos cosas: un pass rusher elite y elementos de categoría en la secundaria los Jets solo cumplen con la segunda necesidad. Y en toda la era Ryan no han sido capaces de encontrar el pass rusher elite que la 3-4 de hoy en día demanda. Este año cuentan con apenas 12 capturas, el tercer peor numero de la liga. Los Jets han forzado 13 entregas de balón, lo que seria un buen numero de no haber cometido 14. Nadie podrá palpar a Mark Sánchez de haber entregado demasiados balones. El problema es que la consecuencia de no asumir riesgos, no es solo no entregar balones, sino tener un juego de pase paupérrimo. Los Jets tienen apenas 4 pases completos de +20 yardas en todo el año y Sánchez promedia 6.6 yardas por pase intentado. Piensen que Cam Newton promedia 5.9 yardas POR ACARREO este año y tendrán una idea de a lo que se refiere la palabra “paupérrimo” en esta reseña. Puede que sea el ultimo año de Ryan en los Jets, que sea el ultimo año de Sánchez es una discusión mas amplia, pero si es difícil que sea su ultimo año como la mejor opción del equipo.
Buffalo Bills – Record 3-5 (0-2 en la AFC Este)
Los Bills perdieron los 3 partidos que jugaron contra equipos de record positivo (Pats, Niners y Texans), aceptando 40 puntos promedio por partido y anotando únicamente 13. Sextos en yardas por acarreo, cuentan con la tan esperada explosión de CJ Spiller (promedia groseras 7.2 yardas por acarreo). El problema es que esa explosión ocurrió a partir de la lesión de Fred Jackson a inicios de la temporada. Todo lo demás, es un serio signo de interrogación. Buddy Nix le dio un contrato de 7 años y 24 millones de dólares garantizados a Ryan Fitzpatrick hace un año. A mediados de esta temporada, dijo que Fitz no era un pasador de elite y que su plan antes de retirarse (Nix tiene 73 años), era conseguir en el draft un pasador de nivel para los Bills. Es la clase de sucesión de eventos que te dejan sin trabajo a menos que te llames Buddy Nix y trabajes en Buffalo. El gran problema de Fitzpatrick es la precisión. Va y viene en su caso. Es posible que lance 3 INT’s al hilo y luego 7 TD’s con hermosas espirales. Pero no es el único problema de los Bills. Le pagaron una cantidad exorbitante a Mario Williams en el offseason (6 años y $50 millones garantizados), para apenas 4.5 capturas y 1 fumble recuperado. Que haya jugado la mitad de los partidos con problemas en los ligamentos de la muñeca derecha, explica en parte ese bajo rendimiento, pero no completamente. El año de la otra gran adquisición del equipo, el novato de primera ronda Stephon Gilmore, ha sido mucho más consistente. Aunque, en general, los Bills sufren contra el pase, contra el acarreo y pasando en ofensiva. Es una situación no muy diferente a la de la última década, pero en la ciudad se toma como una decepción por el nivel de inversión y las expectativas generadas a partir del buen arranque de 2011.
AFC Norte
Baltimore Ravens – Record 6-2 (3-0 en la AFC Norte)
Ganados y perdidos no son precisamente la estadística que genera la mejor visión respecto al rendimiento de un equipo. Existen, más aun en un deporte como este, zonas donde esa estadística no habla claramente del nivel de los equipos. Baltimore es un ejemplo de galería. De sus 6 victorias, solo 1 fue contra equipos de record ganador. Una fue contra KC, anotando solo 3 goles de campo y otra contra Dallas en el último minuto. Los Ravens tienen un serio problema contra el acarreo. Un problema que va mucho mas allá de la lesión de Ray Lewis (a esta altura de su carrera, mas una figura de motivación en el vestuario que un activo invaluable en el terreno). El verdadero problema de los Ravens es la línea defensiva. La terrible temporada de Haloti Ngata contra el acarreo esta generando serios problemas de emparejamientos en la zona de los apoyadores. Dallas, Houston, Philly, Cleveland… Kansas. Todos tienen en común haber conseguido monstruosos partidos terrestres, con la misma receta: bloqueo en zona. La línea defensiva de los Ravens esta teniendo problemas de emparejamiento en la zona media. Ngata no esta dominando los “espacios A” (la burbuja entre centro y guardia). Todo el bloqueo no asignado a la línea defensiva va al segundo nivel y resulta demasiado trabajo para los apoyadores. De los equipos listados arriba, solo Houston debe ser reconocido como un equipo con centro de línea ofensiva realmente competitivo. Para el resto, fue más un tema de esquema que un tema de personal. Además de eso, Baltimore tiene que enfrentar la segunda mitad de la temporada con dos signos de interrogación en sus esquinas. La lesión de su mejor esquinero, Lardarius Webb, dejo a Cary Williams y a la hasta ahora decepción de primera ronda Jimmy Smith como titulares. Para ponerlo en perspectiva: el porcentaje de pases completos contra Webb este año era de 37%. Es un número que esta poco ajustado por dos razones: cuenta únicamente 6 semanas de temporada y Webb no fue probado en demasiadas ocasiones por estar en el costado opuesto de un esquinero del montón como Cary Williams. Ahora los equipos podrán probar a los dos y las ayudas en la secundaria se harán más urgentes. Difícil decisión para un equipo que marca tan mal el bloqueo en zona.
Pittsburgh Steelers – Record 5-3 (1-1 en la AFC Norte)
ESPN Stats&Info dio hace poco un dato que me parece demuestra todo lo que cambio en la ofensiva de Pittsburgh con la salida de Bruce Arians. Entre 2008 y 2011, el pase promedio de Ben Roethlisberger viajaba 8.5 yardas. El promedio de 2012: 7 yardas, segundo menor de la liga solo detrás de Christian Ponder (6). Lo que trajo a este equipo Todd Haley fue estructura. Mike Tomlin deja que sea su coordinador el que llame la mayoría de jugadas en ofensiva. Si bien el entrenador participa en el armado del plan de juego, Tomlin viene de trabajar con Gruden, Dungy, Childress como asistente defensivo, por lo que su mayor injerencia esta en el otro costado del balón. Arians nunca le dio estructura a su ofensiva, esencialmente porque nunca tuvo control suficiente sobre Big Ben. Es por eso que la llegada de Haley parecía ser una forma de la gerencia de llamar la atención de su pasador. En términos de esquema, Haley siempre ha sido mas pro acarreo, pero el problema de estos Steelers es que Rashard Mendenhall esta lesionado y no ha conseguido jugar ni la mitad de los partidos de esta temporada. El reparto de complementos (Jonathan Dwyer, Isaac Redman, Chris Rainey), se han conjugado para un promedio de 3.9 yardas por acarreo. Nada mal, pero nada espeluznante tampoco. La vía para encontrar avance de balón viene precisamente de la estadística que dábamos al inicio. Los Steelers tienen una línea que es una abominación para proteger el pase. Pero si Big Ben retrocede solo 3 pasos (lo que demanda una ruta para ese promedio de yardas), la probabilidad de recibir castigo se reduce significativamente. Y hasta en ese aspecto se han visto beneficiados por el nuevo esquema. Han permitido 18 capturas y 30 golpes al pasador este año. Un numero que los aleja de la proyección a las usuales 50 capturas de las ultimas 4 temporadas. Lo otro que hay que destacar es como esa aproximación “costa oeste” al juego de pase, es la adaptación de los receptores. Mike Wallace, Antonio Brown y Emmanuel Sanders son conocidos por ser amenazas de ruta profunda. La forma de adaptarse a lo nuevo es consiguiendo muchas yardas después de la recepción. Pittsburgh promedia 5.2 yardas después de la recepción. Siendo la mayoría de las rutas, slants a la zona media, la velocidad de los receptores contra los apoyadores genera serios problemas de ángulos para los posibles tackleadores. Y la bomba siempre esta disponible, porque los Steelers están creados en inicio para lanzarla. Es una ofensiva que sigue viviendo mayoritariamente del pase, pero con otra aproximación filosófica.
Cincinnati Bengals – Record 3-5 (1-3 en la AFC Norte)
Dos claves hace a un equipo con temporada de playoffs (al menos en términos de calendario): ganar en casa y ganar dentro de la división. Esas claves se cumplieron a cabalidad por los Bengals de 2011. Los de 2012… not so much. 1-3 el record en casa y en partidos divisionales. Sumen a eso 0-3 contra rivales de record positivo y tienen las razones para este rendimiento. Sacando la paliza de la semana 1 contra Baltimore, las otras 4 derrotas de Cincy han sido por un promedio de 7 puntos. Si se revisan los números ofensivos y defensivos de los Bengals todos son similares a los de 2011, la cantidad de entregas forzadas son pocas, la cantidad de entregas propias son aceptables, el porcentaje de completos de Andy Dalton es mas alto que el en 2011, así como el promedio de yardas por tierra. Han sido, en esencia, partidos de detalles. Giants, Chargers, Steelers y Ravens son los equipos de record positivo en el cierre. Los dos últimos son rivales divisionales y los últimos dos partidos de la temporada. Siendo problemas de detalles los que evitaron que tengan mejor record, tranquilamente pueden esperar llegar con alguna oportunidad a esa parte del año.
Cleveland Browns – Record 2-7 (1-3 en la AFC Norte)
La formula para desarrollar a cualquier pasador novato en esta época incluye los siguientes elementos: línea ofensiva de experiencia, corredor de elite y plan de juego que se sostenga en el acarreo, al menos mientras el pasador de establece. Los Browns tienen un problema con esa formula. La línea ofensiva tiene experiencia, pero no demasiada y más allá de eso, la calidad después de Joe Thomas, no sobra. El corredor es novato. En esa medida, la exigencia no puede ser demasiada. Y el plan de juego de un equipo como los Browns, usualmente va a la basura a mediados en la segunda mitad, cuando regresar de alguna desventaja es necesario. En ese contexto, los Browns han tenido que lanzar a Brandon Weeden al ruedo a remontar desventajas con un reparto poco experimentado o talentoso. El problema con esa ecuación es este: Weeden fue una selección de primera ronda y tiene 28 años. Si toma el tiempo que un pasador promedio en desarrollarse a su tope (alrededor de 3 años), los Browns tendrían a un QB maduro  a los 31 años. Además entra en juego el tema de la presión de jugar en una ciudad que suele comerse como snacks a los novatos con primer año como titulares. Weeden lidera la liga en pases intentados con 336, un número exagerado para el 55% de completos que promedia. Pero, de nuevo, ese numero se basa fundamentalmente en planes de juego donde el pase es la única arma que puede remontar desventajas de 2 o mas anotaciones. El primer año de Trent Richardson esta siendo casi igual de mediocre. Aunque cuando los Browns pueden correr sin problemas de marcador durante todo el partido, ha generado resultados interesantes. En Cleveland tendrán que aprender a tener aun más paciencia. Este equipo esta a dos años de draft de encontrar el talento necesario para rodear a Richardson y Weeden en ofensiva. La apuesta de dos novatos ofensivos de ronda alta ha probado generar resultados en lugares tan cercanos como Cincy. El tiempo, sin embargo, es un tema de talento. Y eso es lo que les falta a los Browns.
AFC SUR
Houston Texans – Record 7-1 (2-0 en la AFC Sur)
¿El mejor equipo de la liga? Definitivamente no ¿El mejor equipo de la conferencia? Es discutible… Los Texans son octavos en yardas por tierra, cuartos defendiendo el pase y segundos defendiendo el acarreo. ¿Qué falta? Simple, el elemento más importante en la ofensiva de esta era: el pase. Houston es un equipo del montón pasando. Revisemos el razonamiento paso a paso. Houston es la ofensiva 26 en pases intentados. De hecho, la relación de pases y acarreos es 48-52, uno de los pocos equipos con una relación que favorece el acarreo. Cualquiera pensaría que la razón para esto es que los Texans tienen semejante relación porque les va mejor acarreando. Pero si revisamos las razones de ese éxito, encontraremos algunas explicaciones. De las 7 victorias de Houston, 5 llegaron contra equipos rankeados 25 o peor defendiendo el acarreo: Jacksonville (25), Baltimore (26), NY Jets (27), Tennessee (30) y Buffalo (31). Les va bien acarreando porque han enfrentado equipos terriblemente malos en ese aspecto. Las otras dos victorias fueron contra Miami (3) y Denver (9). Dos equipos rankeados top 10 en la defensa del acarreo. Contra los Dolphins apenas corrieron 83 yardas y contra Denver si sobrepasaron las 100 yardas por tierra. En general, se trata de un equipo que aun no enfrenta rivales que lo pongan en reales apuros respecto a las armas que poseen. La única ocasión en la que ocurrió, contra Green Bay en Reliant, perdieron un partido que genera todas las dudas posibles para enero. Houston perdió un partido contra un equipo de ejecución por paquetes de personal específico. Paquetes de personal que solo tienen en la liga Green Bay y New England. Hay una altísima probabilidad que lleguen como lideres de la AFC a enero (el record combinado del resto de sus rivales es 30-28). Lo que se encuentren en enero puede ser infinitamente mejor a lo que han enfrentado hasta ahora.
Indianápolis Colts – Record 5-3 (1-1 en la AFC Sur)
Con poco, Andrew Luck ha hecho muchísimo. ¿Cuál es la diferencia entre Indianápolis y equipos como Cleveland? Tienen unidades de personal más o menos similares, pasadores novatos y sus activos más preciados, aunque en posiciones diferentes, están en ambas nominas en cantidades parecidas (Joe Thomas en Cleveland, Reggie Wayne en Indy). La diferencia la ha hecho Luck. Como todo novato, ha cometido errores (algunos bastante groseros). Pero, en general, ha dado más de una demostración  del material que esta hecho. Partidos como el de Green Bay (donde se le vio errático en extremo hasta el ultimo cuarto), dan idea de lo que tomo Indy en el draft. Luck ha sido consistente retando ventanas ínfimas ante cualquier defensiva y en cualquier estadio. Es el segundo pasador con mas intentos de pase en lo quien va de temporada. Todo eso, detrás de una línea ofensiva que si bien ha permitido solo 19 capturas, es la línea ofensiva que más veces ha permitido que golpeen a su pasador (54). Ha contado con un Reggie Wayne que no tiene este nivel desde 2008 (mas de 800 yardas por recepción y aun falta la mitad de la temporada). Indy no tiene acarreo, pero no lo han tenido desde Edgerrin James. Donald Brown es un elemento secundario en esta ofensiva. La defensiva, por su lado hace lo que puede. No tienen personal para trabajar la 3-4 que Chuck Pagano trajo de Baltimore, pero hacen lo que pueden (17 capturas hasta ahora). En general, se trata de un equipo que hace mucho con bastante poco. Tomara algún tiempo antes que Luck tenga a su alrededor elementos que los conviertan en candidatos al gran juego. Por ahora, tienen partidos contra New England, Detroit y dos contra Houston. Eso definirá su temporada.
Tennessee Titans – Record 3-6 (0-2 en la AFC Sur)
Si le pagas a alguien como el mejor en su posición de la liga, mas te vale que sea el mejor. Chris Johnson no ha cubierto las expectativas del contrato de seis años y 30 millones de dólares garantizados. A esta altura promedia 5 yardas por acarreo, y tiene 5 partidos de 90 yardas terrestres o mas. El tema es que lo que pagaron por él demanda una actuación de mucho mayor nivel.  Bud Adams no quiere saber nada de Mike Munchak y su equipo de coordinadores y asistentes. La decepción de una temporada en la que tenían altas expectativas respecto a lo que podían lograr juntos Jake Locker y Chris Johnson se vino abajo rápido por la lesión del primero y el pobre rendimiento del segundo. Hoy, los Titans están entre los peores 5 equipos defendiendo el acarreo y el pase. El regreso de Locker en la segunda parte de la temporada y alguna posibilidad de tener sano y en forma a Kenny Britt son las únicas esperanzas de los Titans de ir construyendo bases medianamente solidas para el próximo año.
Jacksonville Jaguars – Record 1-7 (1-1 en la AFC Sur)
Después de todo, sigue siendo Lacksonville. Los Jaguars perdieron buena parte de las esperanzas de su temporada con el holdout de Maurice Jones-Drew. De hecho, la lesión de MJD puede ser consecuencia de no haber entrenado en todo el offseason. Blaine Gabbert esta a merced de una línea ofensiva que ha permitido 21 capturas y 40 golpes al pasador. Sin armas en los costados y sin su corredor titular, esta es la ofensiva con menos recursos de la liga. Shad Khan sabe que sin buenos rendimientos, sostener al equipo en la ciudad será muy poco rentable. Y que la inversión en para hacerlo competitivos en el corto plazo tal vez sea demasiado alta. Eventualmente Khan y la liga tendrán que tomar una decisión respecto a la franquicia que, a esta altura, parece con menos rumbo de las 32 que componen la NFL.
AFC OESTE
Denver Broncos – Record 5-3 (2-0 en la AFC Oeste)
Al inicio de la temporada, Denver tenía el calendario más difícil de la liga si tomamos en cuenta el record de sus rivales durante la temporada pasada. La primera parte de la temporada ha probado que semejante calendario no estaba demasiado lejos de reflejar el nivel de dificultad al que estarían expuestos los Broncos. Hasta la semana 9, tienen 5 enfrentamientos contra equipos de record positivo. Victorias contra Pittsburgh y San Diego. Derrotas contra Atlanta, Houston y New England. La revisión de los marcadores de las derrotas, puede llevarnos a una conclusión errada. Porque si bien es cierto que el promedio de puntos de diferencia en esas derrotas es 7, también es cierto que el 90% de la producción de los Broncos llego en garbage time, es decir, momentos del partido cuando el rival había tomado una ventaja bastante amplia y permitieron ejecutar a Denver. Contra New England, llegaron al ultimo cuarto perdieron por 17. Contra Houston y Atlanta, la ventaja sobre los Broncos era de 20 puntos. La actuación de Peyton Manning ha sido de menos a mayor. Su rendimiento ha mejorado a medida que la temporada avanza. El problema es que los números y la manera como se comportan sus espirales en Denver y fuera de Denver, hacen pensar que jugar en casa es una enorme ventaja. De las 4 visitas de este año, Manning ha lanzado INT’s en 3 de ellas. De hecho las 6 INT’s que lanzo este año fueron como visitante. Eso incluye su peor partido de la temporada, con 3 en la primera mitad contra Atlanta. Es difícil revisar las estadísticas de Manning en victorias y derrotas o como visitante o local. La producción en tiempo basura lo hace casi imposible. Solo sabemos que para Denver es imperativo cerrar bien la temporada. El record combinado del resto de sus rivales es 22-35, allí ayuda mucho tener 4 partidos contra rivales de una división que ha probado una vez mas, ser de las peor trabajadas de la liga.
San Diego Chargers – Record 4-4 (3-1 en la AFC Oeste)
31 años cumplirá Philip Rivers en diciembre. Si esta temporada termina mal, tendrá que ajustarse a nuevo entrenador, nuevo gerente general y nuevo proyecto para ganar campeonatos en los próximos 3 o 4 años. Es un problema para los Chargers que Norv Turner y AJ Smith hayan manejado tan mal este equipo en las ultimas 3 temporadas. Del incidente de Vincent Jackson siendo arrestado por manejar ebrio horas antes del partido de playoffs divisional contra los Jets en 2009, al equipo rankeado top 10 en todas las estadísticas ofensivas y defensivas que se quedo fuera de playoffs en 2010, al desastre desde todo punto de vista de 2011. De Smith debe decirse que construyo este equipo con selecciones bajas en el draft. Pero también se encargo de desarmarlo, dejando ir activos tan importantes como Michael Turner o Darren Sproles. La respuesta a semejantes movimientos son jugadores como Ryan Mathews, que en tres temporadas no ha logrado ni la mitad de lo que los Chargers esperaban de él. Si bien es cierto que en sus 3 temporadas promedia mas de 4 yardas por acarreo, también es cierto que nunca ha jugado los 16 partidos y este año tampoco lo hará. Las lesiones han mellado de manera importante la posibilidad de explosión de Mathews. Se esperaba para este año, pero no ha ocurrido. Rivers, que hasta hace 2 temporadas era considerado un pasador de elite, hoy es seriamente cuestionado. Este año, promedia su numero mas bajo de yardas por pase intentado desde 2007 (7.1 YPA), así como su rating mas bajo desde ese año (86.5). La diferencia es que ese fue el último gran año de LaDainian Tomlinson con San Diego. Este año, Jackie Battle y Mathews se reparten acarreos y el record habla por si solo. Tampa, Denver, Baltimore y Pittsburgh están en su cierre. Ganarle a Denver es la tarea pendiente si quieren estar en enero.
Oakland Raiders – Record 3-5 (1-2 en la AFC Oeste)
Esta defensiva perdió a Chris Johnson, Stanford Routt, John Henderson, Kamerion Wimbley y Trevor Scott. Todo eso el año siguiente a la ida de Nnamdi Asomugha. La línea defensiva y la secundaria perdieron a demasiados elementos en los últimos dos años. Los sobrevivientes son pocos y la palabra restructuración parece quedarse corta. En ofensiva, la ida de Hue Jackson no solo significa la salida del esquema que los Raiders trabajaron los últimos 3 años, sino también la llegada de uno totalmente diferente con Greg Knapp (si le quitamos la K de inicio y una P del final, tenemos una buena descripción de la ofensiva de Oakland este año). El acarreo ya no bloquea en zona. Eso es un problema porque los linieros ofensivos de los Raiders están hechos para ese esquema. La consecuencia: 3.3 yardas por acarreo para Darren McFadden en lo que va de temporada. La ofensiva ha sido sostenida por regresos casi milagrosos, liderados por Carson Palmer. Los Raiders tienen la séptima mejor ofensiva de pase de la liga. La lidera Danarius Moore con aportes esporádicos de Darius Heyward-Bay, que por lesiones no ha podido estar en al menos 4 de los partidos de este año. La ofensiva Knapp no solo varía en el enfoque del acarreo. El pase deja de aprovechar las virtudes de pasador profundo de Palmer, para enfocarse en las distancias cortas y medias. Eso en alguna medida sustituye el impacto del acarreo, que por ahora es mínimo. Denver y San Diego son lo único con record de .500 o mejor que queda en el calendario de los Raiders. Las posibilidades de una primera temporada de 8-8 para el proyecto Reggie McKenzie-Dennis Allen, no están descartadas.
Kansas City Chiefs – Record 1-7 (0-3 en la AFC Oeste)
Todos tienen un candidato a decepción. La mía es esta. Dos estadísticas hablan mejor que cualquier otra de lo que ha sido el año de KC. La primera: el peor diferencial robos-entregas de la liga (-20), alimentado esencialmente por la insultante cifra de 29 entregas de balón (14 intercepciones, 15 fumbles perdidos). La otra, es aun más increíble: Kansas, en 8 partidos, no ha tenido el liderato en ningún momento. Su única victoria, fue por gol de campo en tiempo extra. El proyecto Matt Cassell se cayó a pedazos. La fresa del pastel fue la afición de Arrowhead Stadium aplaudiendo mientras Cassell salió conmocionado del partido contra Tampa Bay. Los Chiefs necesitan un pasador. Uno que le den sentido a Dwayne Bowe y a una línea ofensiva que sigue trabajando por encima de las expectativas, liderados por Ryan Lilja. La caída en desgracia del QB por el que entregaron una selección alta del draft a New England en 2009, genera serias dudas sobre la continuidad del GM Scott Pioli. En general, el talento conseguido por Pioli, es el que conforma la línea central del equipo: Jamaal Charles, Tamba Hali, Brandon Flowers. El problema son las otras decisiones, las cuestionables: Tyson Jackson, Todd Haley, la ya mencionada de Cassell y el terrible record de 22-34 en temporada regular y 0-1 en playoffs. Los Chiefs deberían ser uno de los varios equipos buscando formas de reorganizarse en el offseason. Lo interesante es que están a un pasador competente de ser un competidor de playoffs por varios años. Lo problemático es encontrar esa pieza.