martes, 11 de mayo de 2010

Notas sueltas del offseason


-Si aun alguien piensa que el desastre más grande en la historia del draft es Ryan Leaf, revisen “El curioso caso de JaMarcus Russell”. Mandar al horno al ex Tigre de LSU (donde aun lo veneran como a un genio) es sencillo. El tipo cobro 37 millones de dólares y lanzo 18 TD y 4065 yardas. Un papelón por donde se lo mire. Pero, ¿Tienen responsabilidad los Raiders en esto? Creo que sí. Russell llego a Oakland en 2007. Tuvo a Greg Knapp de coordinador ofensivo en 07 y 08. En 09 tuvo a Ted Tollner y en 2010 le tocaba trabajar, si no lo cortaban, con Hue Jacskon. Demasiada inestabilidad. Una situación que se repite en la posición de entrenador en jefe (Lane Kiffin y Tom Cable) o en la de coordinador de mariscales. Nadie puede guiar a un QB novato sin estabilidad en la posición de formación. En Baltimore, por ejemplo, no dejaron ir a Hue Jackson (Coordinador de QB en Baltimore en 08 y 09) hasta que Joe Flacco no completo su proceso de formación. Jackson estuvo con Flacco sus dos primeras temporadas y solo después los Ravens dieron alas a su deseo de convertirse en coordinador principal lejos de Maryland. En ese proceso de idas y venidas, de llegadas y salidas de personal, Russell hizo lo que todo chico joven sin guía y con dinero haría… disfrutar. Su peso en este momento está más cercano al de un LB que al de un QB (300 LBS) y no ha mejorado en ninguno de los aspectos en los que tenía que trabajar desde su llegada a la liga. ¿Tiene talento Russell? Si. Pero en su caso aplica algo dicho por DeAngelo Hall (alguien que conoce el manicomio que es Oakland) cuando se decía que Donovan McNabb iría a los Raiders: “He doesn’t want to go to Oakland, tell him that. If you have any say-so in the matter, tell him I said that”… Lástima que nadie se lo advirtió a JaMarcus.

-La situación de Ben Roethlisberger en Pittsburgh es menos que placentera. Nadie lo quiere en la ciudad. Ni los Rooney, ni los fans, ni varios de sus compañeros. Lo interesante, es que su confrontación con la parte mayoritaria de aquello no llegara hasta la semana 10. Big Ben está suspendido por 6 juegos. En la semana 7 los Steelers van a Miami, en la 8 a New Orleans, en la 9 van a Cincinnati (MNF), y es solo en la semana 10 cuando Roethlisberger tendrá que verse frente a frente con los fans de la ciudad que le dio todo (y a la que él le dio mucho, no olviden esa parte). Es un juego de domingo en la noche contra New England. Muchas cosas pueden pasar de aquí al 11 de Noviembre. Pero, por ahora, anoten esa fecha.

-Otro cuya situación no es placentera, pero no por las mismas razones, es Albert Haynesworth. En el campamento de los Redskins se respira un aire pesado cuando el apellido Haynesworth es mencionado. Sus compañeros ven su ausencia a los workouts de offseason como una falta de respeto. Y no les falta razón. Haynesworth es el defensivo mejor pagado de la nomina de Washington y su presencia en estas actividades se demanda como necesaria para formar a los nuevos jugadores. Por su parte, el ex Tennessee Titans esta en una especie de huelga silente. Esta absolutamente negado a ser tackle nariz en la 3-4 de Jim Haslett y es poco probable que a sus 28 años cambie de posición (sus características físicas también conspiran contra esa posibilidad). No veo un final feliz para esta relación. Quizas si el coach de los Redskins fuera otro, uno que se dejara imponer problemas de vestuario por los dueños (Wade Phillips sabe y mucho de eso), la situación cambiaria. Pero no. Daniel Snyder quería a Mike Shanahan. Lo tiene. Y si hay algo que a Shanahan le importa poco, es que los dueños le paguen cantidades escandalosas de dinero a cierto jugador. Si no fue él quien lo pidió, es prescindible (pregúntenle a Jason Campbell). Hoy, Haynesworth puede pasar toda la temporada en el banco de los Redskins cobrando sin jugar. A Shanahan eso no le quita el sueño. A Daniel Snyder y Bruce Allen, debe estar a punto de dejarlos calvos.

-Cierro con otro escándalo. El de las pastillas de Vicodin y el robo en las instalaciones de los Saints. El ex jefe de seguridad de los Saints Geoffrey Santini denuncio que a inicios de 2009 fueron sacadas de las instalaciones de los Saints sin autorización del quipo 130 tabletas de Vicodin. En la denuncia, Santini habla de dos miembros del staff de los Siants que estarían implicados en el robo. La investigación periodística ha determinado que esos dos miembros son el coach de los Saints Sean Payton y su asistente y entrenador de apoyadores Joe Vitt. La demanada de Santini dice que el Gerente General de los Saints Mickey Loomis conocía del asunto por denuncia suya, pero que no hizo nada por evitarlo. Denuncia Santini que Vitt tiene una condición médica que hace necesario el uso de analgésicos. Pero Payton no tiene ninguna condición médica que haga necesario el consumo de Vicodin. En suma, Payton seria consumidor del analgésico o seria complice por encubrimiento de Vitt. Lo mismo aplica a Loomis quien entra en el caso como complice o encubridor de Payton. Un asunto particularmente escabroso. Payton hizo público un comunicado en el que niega ser consumidor de Vicodin y los Saints están a la espera de los resultados que arroje la investigación que la DEA hace del asunto. Las consecuencias pueden incluir desde suspensiones y multas por parte de la liga, hasta cargos criminales contra los implicados. Demasiadas distracciones no deportivas para un equipo que tendrá las cosas difíciles en la NFC Sur en 2010.