viernes, 14 de enero de 2011

AFC Ronda Divisional: Ravens en Steelers.


Aun con toda la charla previa a los dos choques de ronda divisional en la AFC, solo uno merece atención más allá de los micrófonos. Ravens y Steelers son organizaciones que acostumbran a destruirse mutuamente en el terreno y a respetarse mutuamente en los micrófonos. Hay equipos en la AFC Este incapaces de semejante muestra de deportividad.

Baltimore en Pittsburgh: Si, esta temporada han estado más parejos que nunca. Sus últimos 7 partidos en temporada regular se definieron por 5 puntos o menos y es de los enfrentamientos más físicos de la liga. Eso ha sido recontra repetido toda esta semana. Pequeño detalle: se juega en Heinz Field. Y los Ravens juegan muy mal en Heinz Field (record de 4-12 desde 1996). No es el frio, no es la nieve, no son los fanáticos. Son los Ravens. Es usual mirar en los análisis de los números de un QB la frase “ha ganado X cantidad de partidos”. Cambiemos la frase y hagamos el juego con Joe Flacco y los Steelers. Flacco tiene 7 partidos contra Pittsburgh. Completa apenas 55% de sus pases, tiene rating de 78.0, tiene 6 TD y 7 INT’s. Ha ganado 2 partidos y perdido 5. Si bien todos los partidos de temporada regular se han decidido por 3 puntos, la final de conferencia de 2009 fue una paliza a Flacco en el que completo 51% de sus pases y lanzo 1 TD…. y se jugó en Heinz Field. Pasaron 2 temporadas y ya Flacco no es un novato. Los enfrentamientos de temporada regular parecen apuntar a un duelo cerrado. Pero, de nuevo, son los Ravens en Heinz Field. Aplica la misma clausula de pánico escénico que a los Colts en Foxboro (o en la mayoría de estadios a los que han ido a jugar playoffs en la ultima década). Los enfrentamientos en la temporada fueron estadísticamente extraños. Al menos, no respondieron a los patrones que traían. Ambos ganaron como visitantes y con un drive anotador en el último cuarto. En esencia, solo el segundo partido es muestra. El primero se jugó sin Ben Roethlisberger y con los Stelers corriendo más veces que pasando (27 acarreos, 21 pases). El segundo partido tiene la mayoría de las características de ambos equipos en este duelo. Ya se había lesionado Max Starks y Jonathan Scott recibió una paliza monumental de Terrell Suggs. Michael Oher sufrió con James Harrison y Troy Polamalu y los Steelers sacaron una victoria que hoy, es fundamental para definir la sede de este partido (y ya vimos lo que significa jugar en un lugar u otro en esta rivalidad). Siendo batalla de defensivas, el partido se definirá por la línea ofensiva que menos errores cometa. O, mejor dicho, por el QB que en menos errores incurra por los desmanes de su línea. Analicemos por un momento la debilidad de ambas líneas: el tackle izquierdo. Michael Oher cambio de posición esta temporada. Antes jugaba en el otro extremo de la línea. El resultado del cambio es bastante pobre. Oher cometió 20 castigos y permitió 7 capturas en la temporada. En Arrowhead, recibió una paliza de Tamba Hali y Glen Dorsey (2 capturas, 3 presiones). En la semana 13, Oher permitió solo 1 captura y 1 presión. El problema, es que cometió 3 castigos. Por su costado, Dick LeBeau envió a Troy Polamalu en 3 de las 7 ocasiones en que el safety de los Steelers fue enviado a presionar. Entre la incapacidad de Flacco para leer lo que planteaba LeBeau, la lentitud de Oher y la ausencia de Todd Heap como bloqueador en la línea, la noche fue un suplicio para la línea de Baltimore. James Harrison y Tamba Hali son igual de buenos. El problema para Pittsburgh es que Brett Keisel no es precisamente un pass rusher. Sin eso, Oher puede darle toda su atención a Harrison. A menos que, como en la semana 13, el esquema de los Steelers le de primacía a la carga de secundaria (2 capturas, 3 hits, 2 presiones), contra la que Flacco sufre muchísimo. Más si quien la ejecuta es Troy Polamalu. En el otro lado, esta Jonathan Scott, que cometió 8 castigos en la temporada y permitió 5 capturas. Esos números son buenos para una temporada completa. Scott los sufrió en solo 9 partidos (de hecho, titularizo 9 partidos, pero solo jugo completo en 7). Contra Baltimore en la 13, permitió 3 hits, 1.5 capturas y 3 tackleadas para perdida. Todo eso, de Terrell Suggs. Greg Mattison no es fan de las cargas de secundaria. Si Suggs victimiza de esa manera a Scott de nuevo, no tendrá siquiera que pensar en asomarlas. El otro punto importante es el ataque terrestre. Esa es la clave de la defensiva de Pittsburgh y la razón por la que históricamente Joe Flacco ha sufrido contra este equipo. Baltimore promedio 2.6 y 2.2 yardas por acarreo esta temporada contra Pittsburgh. Si no consiguen una forma de mejorar ese promedio en, al menos yarda y media, estarán en problemas. Pronóstico: No descubro nada al decir que espero un “festival del despeje” en Heinz Field. Baltimore necesita demostrar que puede ganar partidos grandes en Heinz Field. Su QB necesita demostrar que puede cargar una ofensiva a la que no se le permitan más de 60 yardas terrestres. El problema es que lo visto hasta ahora, no se aleja de las versiones de los Ravens que llegan con mucho empuje a morir en partidos desastrosos en Heinz Field. Hasta que no prueben que son capaces de lo contrario, hay que irse con Pittsburgh. Steelers 17 – Ravens 10.