El
segundo partido del sábado es el único del fin de semana que no es revancha de
temporada regular. Los Eagles regresan a playoffs después de dos temporadas
ausentes y reciben en Lincoln Financial a unos Saints cuyo trabajo en la
carretera dista muchísimo de ser siquiera en promedio similar a su rendimiento
en el Superdome. Sean Payton y sus jugadores han hecho todo lo posible por
evitar las preguntas respecto a la diferencia abismal entre sus actuaciones en
casa y como visitantes. Pero no hace falta irse demasiado lejos (tienen record
3-5 como visitantes este año), para saber que no es una presunción exagerada y
que a New Orleans le cuesta visitar. Su rival del sábado es un equipo cuya
defensiva tiene puntos específicos que permiten pensar que Brees y el juego de
pase de los Saints trabajara con tranquilidad. Pero la localia (y seguramente
el clima), jugaran un papel esencial en el partido más parejo del fin de
semana.
NEW
ORLEANS EN PHILADELPHIA.
Algunos
splits sobre el trabajo de los Saints como visitantes en el último tiempo: 1-5
en los últimos 6 partidos disputados (incluida una derrota bajo techo en San
Luis) y 3 de esas 5 derrotas por 7 puntos o menos; 5-10 cuando visitan en
diciembre o enero desde 2006; 2-6 desde 2010 con derrotas en los últimos 4… Los
Saints no son un buen visitante y eso en enero suele tener consecuencias. Si a
eso le sumamos el hecho que jugaran en el nada amable clima de Pennsylvania, la
ecuación no pinta demasiado bien.
Pero
al analizar al rival los números se emparejan un poco. Los Eagles serian uno de
los equipos más en forma en enero de no ser por el hasta ahora inexplicable
partido en Minnesota de la semana 15. Eso les evitó coronarse en la división en
la 16 con la paliza a Chicago en Lincoln Financial. Sacando el bache de
septiembre, Philly ha sido uno de los equipos más consistentes de la liga. La
idea de Chip Kelly es mantener el up-tempo de la ofensiva al más alto nivel
posible y que la defensiva no permita jugadas grandes (la idea de doblarse pero
no romperse).
Ofensivamente,
el enfoque Kelly es de lo más interesante que se pueda hallar en la liga en
estos días. Los Eagles no necesitan tener el balón demasiado tiempo para hacer
daño. El drive anotador promedio de Philly en el año fue de 2:30 minutos, con
solo 10 drives anotadores de más de 4 minutos y solo 15 con más de 10 jugadas.
Lo sorprendente es que Philly promediase 6.6 jugadas y 2:30 minutos por drive
anotador para recorrer 62.5 yardas. Filadelfia envió un snap ofensivo cada 24
segundos, el promedio más rápido entre jugadas en la NFL en los últimos 13
años.
Soportar
semejante ritmo demanda niveles de sincronía que no se encuentran de la noche a
la mañana. Y, en esa ofensiva, Nick Foles pudo trabajar para lanzar 27 pases de
TD y apenas 2 INT’s. La clave para eso ha sido el éxito del juego por tierra,
especialmente en jugadas salidas de formación pistola con conceptos de
zone-read. Los Eagles enviaron 304 jugadas con fintas o conceptos de zone-read
(al menos listadas así en los box scores oficiales de la liga). Esas son 180
jugadas más que el segundo equipo que más trabajo zone-read (San Francisco).
Foles no tiene la velocidad de piernas de Michael Vick, pero su trabajo en el
bolsillo ha probado ser mucho mejor que el del antiguo pasador de Atlanta.
Foles redujo al mínimo los errores aprovechándose especialmente de la finta
salida de las dos opciones que entrega la formación pistola. Philly envió 39%
de pases en jugadas de play action en la segunda mitad de la temporada. Eso es
un problema para los Saints.
Algo
que sale inmediatamente al revisar el video de New Orleans enfrentando equipos
de zone read como Seattle o San Francisco, es la tendencia más que establecida
de los apoyadores externos de los Saints a sellar el bolsillo ante el acarreo y
de los apoyadores internos a responder inmediatamente a la finta. Eso entrego
resultados disimiles. Contra San Francisco, los Saints llenaron la caja en múltiples
ocasiones contra los sets jumbo de los Niners (doble corredor, doble ala
cerrada y solo un receptor abierto). Se pueden ver múltiples ocasiones con
cajas de 9 y hasta 10 jugadores. San Francisco no respondió a la provocación e
intento acarrear contra las cajas llenas con buenos resultados para la
defensiva. Contra Seattle, los Saints llenaron menos la caja, pero las fintas
metieron en serios problemas a los apoyadores externos que se cerraban
inmediatamente al bolsillo en jugadas donde Russell Wilson tenia a Marshawn
Lynch a su lado desde la escopeta o la formación pistola. Los resultados fueron
terribles para los Saints (el TD de 60 yds de Zach Miller sale de un 3era y 1
en el que la finta sella a los apoyadores internos y deja a Miller mano a mano contra el único
safety disponible).
La
defensiva de los Saints vive de la presión de secundaria, pero habrá que ver
como sobreviven a la ausencia de Kenny Vaccaro, el safety novato cuya lesión
deja a Rob Ryan sin uno de sus elementos de presión fundamentales. Ryan es
seguidor de la presión de secundaria y por ende del Cover 0 o en su defecto de
enviar a linieros o apoyadores a marcar en zona media (carga en zona). Eso
contra un set de receptores tan versátil como el de los Eagles puede ser
problemático. La finta es algo que los Saints sufren y seguramente Junior
Gallette, David Hawthorne y Curtis Lofton tendrán problemas para diagnosticar
el trabajo en el backfield de Philly. La línea ofensiva de los Eagles tiene
todos los elementos para manejar mano a mano a los 3 frontales de New Orleans.
El elemento débil es el tackle derecho novato Lane Johnson (8.5 capturas
permitidas), pero queda claro que el apoyador que trabaje ese costado va a
tener problemas diagnosticando el acarreo. En secundaria, la temporada de Corey
White como sustituto de Jabari Greer ha sido promedio. Ryan no es fan de
trabajar receptores sino costados, así que tanto White como Keenan Lewis verán
porciones similares de Riley Cooper y DeSean Jackson. New Orleans es uno de los
mejores equipos marcando situacionalmente alas cerradas (les permiten 46.4
yardas por partido). Van contra un Foles que promedia 9.1 yardas por pase
intentado a sus alas cerradas. Especialmente porque son esos los receptores que
más se benefician de la finta (al mismo estilo de Seattle en la jugada descrita
un poco más arriba). Esa puede ser una ventaja para Philly, teniendo en cuenta
que los safeties de New Orleans no son nada buenos marcando pase y mucho menos
mano a mano.
Del
otro lado, el concepto de doblarse pero no romperse no es tan visible en la
secundaria de Philly. Los Eagles permitieron la mayor cantidad de recepciones,
yardas aéreas y TD’s por pase de la liga. En suma, les va realmente mal
marcando pase, especialmente en la ranura y contra alas cerradas (precisamente
las áreas en las que Brees basa su trabajo profundo. El problema de la
defensiva de pase de Philly es que los conceptos de trabajo en la caja del
coordinador defensivo Billy Davis, usualmente dejan a un safety (usualmente Pat
Chung) en labores de marca mano a mano (con Cover 1), o a Brandon Boykin, el
esquinero nickel, en esa tarea. Ni Chung, ni Boykin tienen la carrocería para
manejar alas cerradas, especialmente cuando el receptor trabaja rutas cruzadas
o los conceptos de la ofensiva son de spacing (creación de espacios para un
receptor especifico), lo que deja a las alas cerradas mano a mano en rutas de
poste o en rutas a la esquina. Davis trabaja con un concepto de caja concebido
como “Predator”. Una “4-3 Under” que parece y se maneja con muchos conceptos de
3-4. La idea es que un tackle nariz de peso trabaje dos linieros en el centro
(el centro y el guardia del costado débil de la línea), un ala defensiva
trabaja al tackle del costado débil de la línea y un apoyador que va en dos
puntos a la línea y en más del 80% de los snaps va a presionar al pasador. Ese
apoyador se conoce como Predator (en este caso es Trent Cole) y de ahí el
nombre del esquema. Cole enfrentara al tackle novato Terron Armstead, que tomo
la titularidad en la semana 15 cuando Payton tomo la decisión de sentar al
desastroso Charles Brown. El problema para Philly es que son 5 elementos de
presión y los dos apoyadores restantes quedan en asignaciones de marca en zona
media. Davis envía usualmente 4 o 5 elementos a presionar. Rara vez Philly
presiona con solo 3. Mychal Kendricks y DeMeco Ryans son apoyos contra el acarreo,
pero no aseguran nada marcando pase.
La
ranura y la línea son problemas para Philly. Jimmy Graham es el ala cerrada más
completo de la liga y Brees tiene infinidad de formas de alimentarlo. Philly de
permitirle 112 yardas a Jason Witten y Graham puede tranquilamente conseguir
esa cifra. El otro problema es la ranura. Lance Moore y Kenny Stills trabajan
esa zona, pero el más beneficiado de trabajar en la ranura es Marques Colston
(41 de sus 75 recepciones vinieron cuando salió de esa zona de la formación).
La defensiva de Philly permitió 62 jugadas de más de 20 yardas este año y New
Orleans sumo 41 pases de más de 25 yardas en el año. Es la suma de gasolina y fósforos.
Cargar contra Brees no soluciona absolutamente nada, porque el pasador de los
Saints destruye la carga: 67.5% de completos, 11 TD’s. 2 INT’s y 8.6 yardas por
intento.
Formas
de detener a Brees hay pocas, pero las hay. Una de las más exitosas de la
temporada fue colocar a un esquinero de primera línea a marcar a Graham (como
Aqib Talib lo hizo en New England) y dejar zona expansiva para trabajar el
resto de la secundaria. Esa idea ayudaría a esconder las falencias de Chung
marcando mano a mano. Boykin es el elemento que Davis prefiere a la hora de
enviar cargas de secundaria, así que la mayor carga de trabajo quedaría en
manos de Brandon Fletcher. La otra forma es enviar presión constante por el
centro, para sellar los espacios A y obligar a Brees a trabajar corto y rápido,
reduciendo el impacto profundo de la ofensiva de pase y aumentando las
posibilidades de error. En cualquier caso, la defensiva de pase de Philly no
tiene demasiados elementos, al menos en el papel, para forzar a Brees a salir
de su zona de confort.
PRONOSTICO: Un choque de ofensivas de elite y
defensivas con problemas para trabajar situacionalmente. El clima y la localia
parecen darle ventaja a Philly, pero es difícil no imaginar a Brees poniendo
números grandes contra esa secundaria. Sin embargo, esta clase de partidos se
definen por emparejamientos y los Eagles tienen mucha más capacidad para sacar
ventaja de su personal especializado en ofensiva. Un trabajo medianamente
estable contra Brees o la creación de una ventaja temprana y los fantasmas de
New Orleans como visitante aparecerán inmediatamente en Lincoln Financial. EAGLES
30 – SAINTS 24.