viernes, 12 de febrero de 2010

Bill Polian y el legado que pudo ser...


Entre las cientos de preguntas que respondió Peyton Manning en el Media Day previo al Super Bowl XLIV, una de ellas tenía que ver con la derrota en la semana 16 ante los Jets que dejo a Indy sin temporada perfecta. Manning respondió en aquel momento que la temporada perfecta no les importaba y que nadie recordaría eso si los Colts le ganaban a New Orleans y se llevaban el campeonato. Casi como en una comedia irónica, Jeff Saturday, jugador de los Colts, respondía en ese mismo momento y en un lugar diferente del mismo salón donde estaba Manning, la misma pregunta diciendo que todos los jugadores de Indy querían la temporada perfecta y que fue decepcionante el no haberla conseguido.

Recapitulemos un poco: en la semana 16 Indy recibió a los Jets. Con los Colts en ventaja por 5 puntos en el tercer cuarto, Jim Caldwell saca a sus titulares y coloca a los suplentes. Los Jets remontaron y se llevaron el partido 29-15. Indy, que llego a ese partido con record de 14-0, perdía así el invicto y la posibilidad de ser el segundo equipo en lograr una temporada perfecta de 16-0. Se instalo la polémica, los fans de Indy que pitaron la decisión de su entrenador ese día en el Lukas Oil Stadium, no pararon de llenar los programas deportivos de esa semana con reclamos por la vergonzosa decisión de los Colts y, en algunos casos, pidiendo hasta la devolución del dinero de las entradas. Caldwell defendió su decisión con el argumento del descanso necesario de sus titulares para el playoff.

Más allá de la molestia absolutamente justificada de los fans de Indy, dos cosas quedaron claras esa semana. Por un lado, que la decisión de sacar a los titulares no había sido tomada por Caldwell. Se supo, esa misma semana, que la decisión de jugar con suplentes toda la segunda mitad de ese partido había bajado desde el palco del Gerente General de los Colts, Bill Polian. El mismo Polian confirmo que había sido él quien, junto al entrenador Caldwell, había decidido dar descanso a los titulares en la segunda mitad de ese encuentro. Por otro lado, quedaba claro que la decisión de sentar a los titulares frente a los Jets era una manera solapada de evitar a los Steelers en playoffs. Los Jets llegaron al Lukas Oil con chances clasificatorias y esa victoria les permitió prácticamente asegurar su clasificación como comodines en la AFC Este.

El debate que se planteo alrededor de la decisión de los Colts tenía dos vertientes. Por un lado, la evidente demostración de que no era Caldwell quien tomaba las decisiones deportivas de importancia en Indy. Y, en segundo lugar, el debate alrededor de si era valido o no hacer lo que Indy hizo para favorecer a un contrario y dañar las oportunidades de clasificación de otros.

De esos dos debates, el que más duró fue el segundo. El comisionado Roger Goodell dijo sentirse incomodo con la situación, pero que la liga no tenia forma de castigar a un equipo que hiciera lo que habían hecho los Colts. En el caso del primer debate, eran pocos los que podían decir algo contra Caldwell. Un coach que en su primer año había llevado a su equipo a ganar caminando la AFC Sur, poco tenía para discutírsele. Pero se planteaba la cuestión de si era realmente obra de Caldwell la temporada de Indy. Revisando la manera en que se dio la temporada, había quienes le daban mas crédito a Peyton Manning y a su coordinador ofensivo Tom Moore que al propio Head Coach. Tenía sentido, pero no demasiados seguidores esa teoría.

Polian cerró el debate diciendo que la decisión de sacar a sus titulares en la semana 16 no le quitaba el sueño y que lo importante en este deporte son los títulos y no las marcas (Peyton Manning algo sabe de eso). Quedo así cerrado el asunto “Jets, semana 16”. Al menos por ese momento…

Indy perdió con suplentes ante Buffalo en la semana 17 y luego de una semana de descanso despacho a Baltimore en el palyoff divisional con una paliza de 20-3. Quedo la escena servida para el campeonato de la AFC donde enfrentarían al monstruo de 6 cabezas que ellos habían ayudado a crear: los Jets. Los cálculos del gerente general Polian parecían dar resultados. Indy le paso por arriba en la segunda mitad a los Jets, callo las bocas de aquellos que pensaban en la posibilidad de que se repitiera lo de la semana 16, y se clasifico al Super Bowl.

El affair Jets aun estaba en el ambiente del vestuario de Indy antes del Super Bowl. Lo demuestran las declaraciones cruzadas de Manning y Jeff Saturday que citábamos al principio y algunos comentarios fuera de foco de Jim Caldwell cada vez que se le tocaba el asunto. Pero era el Super Bowl, no importaba lo ocurrido antes, si Indy le ganaba a los Saints y se consagraba campeón nadie recordaría lo ocurrido en la semana 16. Desafortunadamente para los Colts, lo que ocurrió (la derrota 31-17 en el Super Bowl a manos de los New Orleans Saints) trajo de nuevo el debate a la mesa… ¿Estuvo bien Bill Polian al negarle a sus jugadores la posibilidad de hacer historia? ¿Importaba realmente para los jugadores de Indy el terminar la temporada 16-0?

La segunda interrogante tiene una respuesta más que clara. A los jugadores de los Colts les disgusto que se les quitara la posibilidad de la temporada perfecta. Por encima de cualquier declaración a la prensa, basta ver el video de aquel partido y las caras de Manning y compañía mientras los Jets le pasaban por arriba a los suplentes, para darse cuenta de que esa decisión no fue del agrado de ninguno de los jugadores.

Pero la primera interrogante es la más difícil de responder. En la previa al Super Bowl, se escucharon opiniones de varios analistas que decían que la decisión de Polian en la semana 16, tenía como objetivo descansar a sus titulares y sacarles presión de cara a los playoffs. Planteaba esta corriente de opinión, que lo buscado era evitar que Indy llegara al playoffs con la presión de tener que mantener su temporada perfecta y que en el caso de alcanzar el Super Bowl, no tuvieran la presión de los Pats de 2008 que perdieron el juego más importante de la temporada, después de haber estado perfectos en la previa.

Difiero de esa corriente por dos razones. Primero, me parece en extremo inocente pensar que Bill Polian tomara esa decisión fundamentado en sacarle presión o en darle descanso a su equipo. Lo fundamental en esa decisión fue darle vida a los Jets y sacársela a los Steelers. No quiero decir con esto que Indy temiera encontrarse con Pittsburgh en alguna de las rondas del playoffs de la AFC. Pero parece más que evidente el hecho de que en el cálculo de rivales, los Jets eran el de menor cartel. Y visto desde esa lógica, la decisión de Polian se hace incluso defendible, porque Indy termino ganándole con autoridad a los Jets en playoffs. Segundo, decir que los Pats perdieron el Super Bowl XLII por tener exceso de presión ante la marca histórica que estaban por imponer, es sacarle responsabilidad en aquello a unos Giants que le pasaron por arriba a New England y, lo mas importante, es poner en tela de juicio el profesionalismo de los jugadores y su capacidad de manejar una presión de ese tipo. Porque no niego que la presión exista, lo que discuto es la capacidad de los jugadores para manejarla. Y según esta corriente de defensa a Bill Polian, los jugadores no pueden manejar ese tipo de momentos, algo con lo que difiero en absoluto.

Indy termino su temporada sin nada. Como equipo volvieron a ser el logo que sale al lado de la foto de Peyton Manning en los libros de records. Su QB es una leyenda estadística en la liga. Ellos como equipo son poco menos que uno del montón. Y no hablamos aquí de la calidad de sus jugadores, sino del legado que dejan en esta época de la liga.

Cuando se haga una revisión de la última década (un post que prometo escribir dentro de poco), veremos en el tope a los New England Patriots, por mucho el mejor equipo de la década pasada. Tendremos a los bicampeones Pittsburgh Steelers en segundo lugar, a los Giants de 2008 y su victoria épica sobre Green Bay en el campeonato de la NFC y sobre New England en el Super Bowl, a los Ravens de 2000 y una de las mejores defensivas en la historia de la liga, a los Saints de 2009 y la ofensiva más explosiva de la liga en esta década sin dudas.

¿Dónde se coloca a los Colts en la revisión de la última década? Seguramente, el Super Bowl que ganan en 2007 no supera, en cuanto a su temporada y al partido en que lo consiguen, a ninguno de los equipos antes mencionados. Pero, en términos estadísticos y hasta sentimentales, la década de Indy se define solo por ese Super Bowl. Como equipo no tienen nada más que mostrar a excepción de algún dato exiguo sobre su rendimiento en temporadas regulares (número de victorias en temporadas consecutivas, entre otros). Temporadas que en nada superan algo antes logrado en la historia de la liga y que, por tanto, no deben llamar la atención mas allá del mero dato interesante.

Visto de esa manera, lo que ocurrió en el Lukas Oil Stadium el domingo 27 de diciembre y fue rematado en el Sun Life Stadium el 7 de febrero, es la perdida de la oportunidad de los Colts de entrar en los libros como algo más que el equipo en el que Peyton Manning estableció todos los records como pasador en la NFL. Era la posibilidad de Indy para ser recordados como equipo en el debate de los más grandes en la historia de la liga. El no haberlo logrado (y él ni siquiera haber tenido la oportunidad de hacerlo) es algo que seguramente quedara en la memoria de los jugadores de este equipo. Y junto a ese recuerdo, el recuerdo de la persona que opero en la decisión de no buscar la historia: Bill Polian.

Recuerden ese nombre cuando en algunos años se hable de la posición en la historia que merecen estos Indianápolis Colts modelo 2009. Un equipo que tuvo la posibilidad de ser algo más que esto que se recordara de ellos, pero que de manera casi odiosa le dieron la espalda a la historia para terminar quedándose con nada. Una lección que bien vale la pena aprender…