jueves, 10 de enero de 2013

AFC Divisional: Ravens en Broncos


¿Cómo se enfrenta a un equipo que no pierde desde el 7 de octubre de 2012? ¿Cómo se enfrenta a un equipo que ya te derroto por 17 puntos a mediados de diciembre? Mile High recibe ronda divisional por primera vez desde 2005. Peyton Manning regresa a playoffs (luego de la derrota contra los Jets en 2010), al mando del que probablemente es el equipo más completo que ha tenido en su carrera. Para los Ravens es una nueva oportunidad para demostrar que pueden lograr algo más que romperle el corazón a la gente de Maryland. En el año de contrato de Joe Flacco, su última oportunidad para lograr una extensión con todos los méritos puede llegar en Denver, la tarde del sábado.

Baltimore en Denver (CBS): Para ningún otro equipo en este playoff es más importante la localia, que para los Broncos. 2 de sus 3 derrotas fueron como visitante y el rendimiento de Manning no es precisamente óptimo cuando sale de Mile High. La buena noticia es que no tendrán que hacerlo a menos que sea para jugar en New Orleans el 3 de febrero. Es la historia del salto de calidad que un pasador de elite puede generar en un equipo con las piezas adecuadas. El partido de la semana 15 es un testimonio del porque es tan importante para Denver jugar como local. También es una demostración del nivel de influencia que ha tenido la defensiva de los Broncos en el record del equipo. Manning estuvo bajo presión durante buena parte de la primera mitad. De hecho, en el primer cuarto promedio 4.4 yardas por intento de pase, sin TD’s. 1 captura y 2 hits. La presión de los Ravens llego en diferentes formas y con más jugadores de los que una defensiva que juega contra Manning envía usualmente. Los Ravens enviaron al menos 5 a presionar al inicio del partido y el ritmo de la ofensiva de Denver tardo en aparecer. Aun en ese escenario, los Broncos llegaron a los últimos 2 minutos de la primera mitad con ventaja de 10-0. Y en ese momento llego el error que cambio el partido: en la yarda 4 de Denver, Joe Flacco lanzo una INT que fue devuelta 98 yardas para TD por Chris Harris. Baltimore se fue al descanso perdiendo 17-0 y ahí murió el partido. Esa jugada desnaturalizo el resto: Ray Rice tuvo apenas 5 acarreos en la segunda mitad y los Broncos aprovecharon el énfasis en el acarreo para sacar una ventaja de 34-10 a mediados del último cuarto. Un desarrollo con menos presión por puntos en lo inmediato le habría dado mayor presencia al juego por tierra de Baltimore. Pero los intangibles de cada partido son los que lo definen. Aquel fue el primer partido de Jim Caldwell como coordinador ofensivo y los ajustes en la ofensiva de los Ravens han ido apareciendo desde entonces. Lo que debe preocuparles respecto al sábado es el comportamiento de su línea ofensiva. La semana pasada, la ausencia de su guardia izquierdo Jah Reid obligo a reorganizar el personal de la línea y colocar como titular a Bryant McKinnie. Reid no ha practicado en la semana y es duda para el sábado. En cualquier caso, Michael Oher tendrá que enfrentar a Elvis Dumervil (a quien ya permitio 1 captura, 2 hits y un tackle para perdida de yardas en la semana 15) o Von Miller. Al tackle derecho titular, Kelechi Osemele le fue mal con Miller en la 15, pero si Reid no se recupera será él quien ocupe su lugar en el centro de la línea.  A Flacco le hace mucho daño la presión con 5 o más. En la semana 15 completo apenas 2 de 6 contra ese tipo de cargas. Necesita que el acarreo sea factor, no solo para descargar peso ofensivo en Rice, también para lograr que el play-action funcione. Para los Broncos, la clave está en explotar los duelos mano a mano con los esquineros de Baltimore. En la 15, Manning destrozo a Cary Williams, especialmente cuando marcaba a Eric Decker (a quien permitio TD de 51 yardas). La clave aquel día fue aprovechar el gran trabajo del juego por tierra para vender la finta. Manning completo 73% de sus pases con la finta de acarreo, promediando 12.2 yardas por pase intentado. Números extraordinarios, contra una caja que tiene problemas para leer la finta, en especial sus apoyadores medios. Aun con toda la experiencia de Ray Lewis, los años y las lesiones impiden que pueda ir más allá de su primera reacción. Mike McCoy, coordinador ofensivo de Denver, combino la finta con rutas profundas de doble movimiento, contra las que los esquineros de Baltimore preferían entregar colchones amplios para evitar perder la espalda en el segundo momento. Pero todo descansa en el éxito del acarreo. Los Broncos envían menos del 12% de sus acarreos por fuera de los tackles, una buena idea contra una 3-4 con apoyadores externos que pueden marcar más que bien el acarreo. Es además una característica de los equipos de Manning, donde los corredores necesitan tener capacidad de bloqueo y las fintas deben dejarlos en posición cercana al bolsillo. En general, lo que debe preocupar a los Ravens es el ritmo que la ofensiva de Denver puede alcanzar si el acarreo funciona de entrada. Llenar la caja no es opción con una secundaria tan endeble (aunque la fórmula para contrarrestar ese problema ha sido jugar Cover 4), pero necesitan entregar mayoría de recursos a la caja. Sino para presionar, al menos para mantener un ambiente con ruido alrededor de Manning.

Pronostico: Los dos grandes problemas de los Ravens este año han sido la incapacidad para detener el acarreo y el rendimiento con altas y bajas de la ofensiva de pase. Los problemas en la línea ofensiva deberían generar problemas contra un equipo que, como Denver, presiona poco con más de 4 elementos, pero efectivamente en mayoría de ocasiones. Lo otro no ha tenido solución en todo el año. Denver busca ser el primer equipo de la AFC que, desde 2000, alcanza el campeonato de conferencia luego de terminar con diferencial robos-entregas negativo (-1). Las entregas definieron el primer partido entre ambos y seguramente definirán en el que viene. Broncos 34 – Ravens 20.