En
las últimas tres temporadas, los Falcons han ganado 36 partidos y solo han
perdido 12, ganando la NFC Sur en dos de esos tres años. El resultados de los
primeros dos viajes a playoffs de ese periodo: derrotas en rondas divisional y
de comodines (como local y visitante), por un marcador global de 72-23. El
tercer viaje arranca el domingo al mediodía en Georgia Dome, donde tienen
record de 20-4 en las últimas 3 temporadas. Su rival es el equipo al que nadie
quiere enfrentar en esta instancia. Seattle es una pesadilla de personal y
motivación a esta altura. Siendo el único partido del fin de semana que no es
revancha de temporada regular, es el más parejo. Y cualquiera que lo gane será
un reto de altísimo nivel para el Campeonato de Conferencia.
Seattle
en Atlanta (FOX):
Los Seattle Seahawks son, hoy por hoy, el ejercicio intelectual más interesante
que plantea la NFL. Y esa afirmación aplica a ambos costados del balón. No hay
peor noticia que esa para los Falcons, porque los equipos con especialistas en
áreas particulares les han generado problemas este año. Atlanta enfrento dos
veces una aproximación bastante sui generis del read-option con Carolina y
también enfrentaron a Washington que es, probablemente, la ofensiva que más y
mejor lo aplico este año. En ambos casos, tuvieron serios problemas para
detener el acarreo; Cam Newton les corrió 116 yardas en 9 acarreos en la semana
14 y Alfred Morris les corrió 112 en la semana 5. La defensa contra el acarreo
de los Falcons es, por lo tanto, una de las claves del partido. La caja de
Atlanta tiene, a esta altura, mucho más semejanza a alguna entrenada por Mike
Nolan, que la del inicio de la temporada. Es decir, hay mucho más concepto de
3-4 con Jonathan Babineaux jugando en muchas situaciones como ala en una base
3-4 y Kroy Biermann como el elemento utilizado para las cargas en zona. El gran
problema de esa defensiva ha sido detener el acarreo por los costados de la línea.
Básicamente, porque las alas no tienen la capacidad atlética para detener esos
acarreos y Nolan suele dejar asignaciones especificas en el resto de la caja
para marcar el pase. Enfrentan a la mejor ofensiva terrestre de la liga. La de
menor porcentaje de acarreos detenidos detrás de la línea de golpeo (15%) y la
de mayor porcentaje de acarreos entre tackles y guardias (24% entre tackle y
guardia izquierdo – 21% entre tackle y guardia derecho). SI bien los Seahawks
no viven plenamente del read-option, si sacan muchísima ventaja de las jugadas
de finta que esa filosofía genera. Russell Wilson promedia 8.8 yardas por intento
en jugadas de finta y pase, algo que Atlanta defiende bastante bien (6.6 yardas
por intento), pero contra pasadores clásicos. Wilson no lo es, al menos no en términos
de esquema. Su trabajo corto ha sido bastante menos exitoso que su trabajo
profundo, especialmente desde que Seattle trabaja extensivamente los conceptos
de la ofensiva opcional y las lecturas de Wilson han tenido tiempo y espacio
para desarrollarse. Teniendo en cuenta que Nolan tiene muchísima confianza en
sus esquineros, Dunta Robinson y Asante Samuel) para los duelos mano a mano y
el 90% de los snaps de esta temporada los jugaron marcando hombre y no zona, la
tarea de vigilar los flats queda en los profundos (en especial Thomas DeCoud) y
los apoyadores externos (en especial Sean Whiterspoon). Atlanta tiene apoyadores
más que capaces de marcar el pase, por lo que el nickel esta negado de entrada. Seattle enfrentara caja llena y al
menos 5 versiones diferentes de la organización en ese sector. Con Babineaux,
Vance Walker y Corey Peters jugando mucho juntos en la línea defensiva de 3
tackles. Seattle necesitara paciencia para trabajar contra esa caja y extrema
cautela de Wilson a la hora de trabajar distancias contra una secundaria que
fue la que más INT’s consiguió entre las 12 que clasificaron a enero. En
defensa, para Seattle el partido se reduce a dos preguntas esenciales ¿Cómo afectara
la perdida de Chris Clemons a la caja?, y ¿Quién gana el duelo White/Jones v
Sherman/Browner? La primera pregunta se responde con otra pregunta y es que, a
esta altura, no sabemos cuál puede ser el verdadero impacto del novato Brice
Irvin, quien sustituirá a Clemons el domingo. Irvin tiene 8 capturas este año,
en mucha menor cantidad de snaps que Clemons. El tema es que hasta ahora Pete
Carroll lo había utilizado como pass rusher situacional. El domingo vera el 90%
de los snaps y estará en juagadas obvias de pase, pero también situaciones
obvias de acarreo, que poco vio este año. Ira contra Sam Baker, un monolito que
permitió 3.5 capturas este año y no cometió castigos. Baker es parte de una de
las líneas más pesadas de la liga, pero no precisamente de las más atléticas. El
otro duelo interesante del partido es el de los receptores de Atlanta contra la
mejor pareja de esquineros de la liga. Difícil saber a esta altura quien se
emparejara con quien, aunque en términos de características, Richard Sherman
tiene todos los números para ser quien se encargue de Julio Jones, dejando a
Brandon Browner (que no se vio demasiado rápido en su retorno la semana pasada)
contra Roddy White. Matt Ryan ha tenido que trabajar corto muchísimo más de lo
que cualquier otro pasador en la liga este año, para suplir el bajísimo aporte
del juego terrestre a la ofensiva. Ese trabajo corto tiene nombre y apellido en
muchísimas ocasiones: pase pantalla. Ryan lo lanza no solo con corredores, de
hecho buena parte de los que lanzo este año fueron precisamente con Jones.
Browner marca la pantalla mejor que Sherman, pero Sherman es mejor trabajando
espacios en zona media. Lo que ambos esquineros de Seattle comparten es la
capacidad atlética de romper rutas, pelear balones en el aire y sostener
carrera a zona profunda. Y en caso de tener algún problema, Earl Thomas cubre
tanto terreno como el mejor jardinero central del beisbol. Seattle juega más Cover
3 en base lo que se podría pensar con un equipo con ese personal. Pero les va
bien, especialmente para defender el acarreo. Podriamos añadir el
emparejamiento de Tony González contra Kam Chancellor, pero el defensivo no
siempre será su asignación. El aporte de González será clave, especialmente en
zona roja, donde a los Falcons no les va precisamente bien y donde es el blanco
favorito de Ryan.
Pronostico: Es el más difícil del fin de semana,
por la ausencia de antecedente. Seattle llega con el momento, pero la ausencia
de Chris Clemons es un golpe que afecta casi todo el armado de la filosofía defensiva,
porque es quien provee la presión. Atlanta está en un punto de no retorno, este
año debería ser el año. A los Falcons les fue bastante bien sacando ventajas
temprano en partidos duros este año (Philly, NY Giants). En un duelo de ejecución
por ejecución todo el partido, Atlanta debería tener ventaja. Pero, de nuevo,
la ausencia de antecedentes esta temporada y los antecedentes de los propios
Falcons en las últimas 2 campañas, lo emparejan. Falcons 24 – Seahawks 21.