domingo, 12 de septiembre de 2010

La nube que puede dañar la fiesta...


Bienvenidos a la temporada 2010 de la NFL.

A partir de la próxima semana, publicare previas y resúmenes de los partidos de cada semana. Pero para arrancar el año, se hace necesario hablar del tema que será la principal preocupación de todos los relacionados a este deporte por, al menos, los próximos 6 meses: la negociación laboral entre liga y jugadores.

Los verdaderamente involucrados a la NFL (desde jugadores, gerentes, periodistas e incluso fanáticos) entienden la gravedad de la situación que podría terminar con una huelga y la imposibilidad de jugar la temporada 2011. Desde el pasado 5 de marzo (fecha de inicio del offseason 2010), quedaba claro que de no llegarse a un acuerdo antes del inicio de la temporada regular, el riesgo de huelga aumentaría a niveles importantes. El actual contrato colectivo (Collective Bargaining Agreement o CBA por sus siglas en ingles) vence el 4 de marzo de 2011. Una de sus clausulas estipula que un año antes de terminar, el tope salarial quedaba eliminado. Esto, como forma de obligar a las partes de negociar.

Las negociaciones entre la NFL y la asociación de jugadores (NFLPA) no solo no llegaron a buen puerto durante el offseason. Ni siquiera han iniciado. Y a medida que avanzan los días las posiciones de ambas partes se van alejando de la posibilidad de un acuerdo. Al menos, en el corto plazo. El mismo 2 de marzo, quedaba clara la manera en que se establecería el ambiente de las discusiones. Ante la posibilidad de iniciar el offseason sin tope salarial, la NFLPA envió un memo tanto a sus agremiados como a sus agentes, pidiéndoles autorización para proponer a la NFL que se mantuviera el tope salarial por al menos un año más. Esto como forma de llevar adelante las negociaciones del nuevo contrato colectivo sin que el asunto salarial fuera un tema que se interpusiera. Los jugadores aprobaron la propuesta y la NFLPA la elevo a la liga. La negativa de los dueños, llevo al primer offseason sin tope o piso salarial desde 1993, a que más de 200 jugadores con 4 años de servicio perdieran la posibilidad de ser agentes libres sin restricciones (sin tope salarial, los jugadores deben tener 6 años de servicio para declararse agentes libres sin restricciones) y, en general, enrareció aun más el ambiente de la negociación del nuevo CBA.

Los dueños querían probar un año sin tope salarial. Más que el tope, lo que les llamaba la atención era la ausencia de piso. Buena parte de equipos de los mercados pequeños (Kansas, Jancksonville, Seattle), vieron en el año sin restricciones salariales una buena posibilidad de reducir costos. En plena crisis económica mundial, los equipos claman por reducciones de costos y por encontrar nuevas formas de añadir ingresos a sus cuentas. Así, el principal punto en la nueva contratación colectiva, es como se reparten las ganancias. Aquí algunos de los puntos más importantes de la negociación:

-Nuevo sistema de repartición de ganancias: los dueños, con el argumento de la casi nula ganancia obtenida en el último tiempo, exigen poder reducir el porcentaje de las ganancias que va al pago de salarios de jugadores (en 2009 fue alrededor del 60%). El dinero que no se pague a los jugadores, iría a un fondo de alivio de deudas de los equipos. Los equipos NFL dicen estar altamente endeudados, especialmente aquellos que construyeron estadios nuevos e instalaciones de diferente índole en los últimos 3 años, o los que planean hacer remodelaciones en sus actuales instalaciones. Colts y Cowboys, por ejemplo, reportan que los costos de construcción de sus nuevos estadios aumentaron más de 20 % de lo presupuestado en los últimos 2 años de su construcción. Lo que represento un duro golpe a las finanzas de los equipos. Los dueños plantean que reducir el porcentaje dedicado a pagos, será beneficiosos para los jugadores en el largo plazo, cuando equipos menos endeudados, puedan pagar más y mejor. La NFLPA no hace oídos sordos a esa petición. Pero exigen que los equipos abran sus libros de cuentas y permitan al sindicato poder ver si realmente la situación es tan grave. Los equipos, obviamente, se han negado rotundamente a la exigencia de la NFLPA, argumentando que el sindicato tiene toda la información necesaria para la negociación. Ni más, ni menos. Sumado a todo esto, existe la disputa entre los dueños sobre cómo repartirse las ganancias entre ellos. Hasta ahora, los equipos habían repartido las ganancias comunes (derechos de mercadeo, de televisión, entre otros), de manera equitativa. En septiembre de 2009, Jerry Jones dijo que el actual sistema de repartición de ganancias entre los equipos estaba “de salida”. Los equipos de mercado grande exigen recibir dinero acorde a su impacto nacional. Los “nuevos ricos” de la fiesta, equipos que como New England ganaron adeptos masivamente en la última década, exigen mejor trato de parte de la liga y el resto de los dueños. Hasta que no haya acuerdo entre los dueños en ese punto, la negociación con los jugadores se hace casi imposible. Y el reloj corre…

-Establecimiento de un tope salarial para novatos: en esto, parece haber disputas dentro de la misma NFLPA. Como forma de ayudar a la reducción de costos que pregona la negociación, los dueños propusieron esta medida. Se entiende, desde la NFLPA, que los novatos deben ser los que carguen con la principal carga en la reducción de salarios. Jugadores veteranos aceptan la propuesta. Sin embargo, parece no haber pleno acuerdo respecto a la medida. Especialmente porque la última primera selección del draft (Sam Bradford), recibió de los Rams un contrato más alto que el mejor QB a nivel estadísticos de los últimos 20 años: Peyton Manning. Los agentes, parte importante del lobby de la NFLPA, se niegan a asumir el asunto. Especialmente porque será difícil hacer entender a los novatos de la clase 2011, que deben conformarse con mucho menos de lo que sus pares de 2010 recibieron.

-Temporada regular de 18 partidos: aquí la negociación se torna en blanco y negro. Los dueños proponen los 18 partidos como la mejor manera de aumentar ingresos. Los jugadores, exigen mucho más dinero si se les va a pedir que jueguen 2 partidos más de temporada regular. Voces de la NFLPA han establecido su absoluto desacuerdo con la propuesta. Especialmente por el altísimo nivel de lesiones que se han visto en el último tiempo y que aumentarían con una temporada más larga. En este punto, la negociación se plantea como punto de honor de la NFL. Sin 18 partidos, no se firma un nuevo CBA. Y, para la NFLPA, sin más dinero por los 18 partidos, no se firma el nuevo CBA.

-Aumento en la ayuda a los retirados y aumento en las pruebas anti dopaje: una de las formas de escape al primer punto, es aumentar el porcentaje de ayuda y responsabilidad de los equipos en la ayuda a los veteranos retirados y en la investigación para mejorar su vida post-retiro. En este momento, la mayor carga en ambos puntos la tiene la NFLPA. Especialmente en lo primero. Gene Upshaw, ex presidente de la NFLPA y fallecido en 2008, fue uno de los precursores de la idea de exigir a los equipos tomar mayor responsabilidad en la vida post-football de sus jugadores. Además, las investigaciones para determinar las consecuencias medicas de las lesiones en la práctica del deporte (especialmente las conmociones cerebrales), son llevadas adelante con dinero del gobierno estadounidense (aprobado por el Congreso) y con aportes del sindicato. Poca o casi nula ha sido la ayuda de los equipos en este aspecto. Por su parte, la NFL exige algo que no pudieron establecer en el actual CBA: las pruebas para detección de HGH a través de muestras de sangre. Hasta ahora, la liga realiza esas pruebas con muestras de orina. Se ha demostrado que la orina no es absolutamente efectiva como forma de detección de consumo de HGH en el pasado reciente. La sangre, si lo es. Pero a ese punto se negó rotundamente Upshaw y aun no se tiene la postura oficial del nuevo Director Ejecutivo de la NFLPA: DeMaurice Smith.

La negociación aun está lejos de llegar a un punto de no retorno. Sin embargo, el golpe de marzo fue importante. Los dueños lograron tener su offseason sin tope salarial y ahorraron una buena cantidad de dinero. Pero, la contraparte recibió la queja de varios de sus protegidos al verse afectados por las diferentes ramificaciones de la ausencia de tope salarial (jugadores que en lugar de ser agentes libre sin restricciones, recibieron mucho menos dinero de sus actuales equipo, jugadores que no pudieron negociar nuevos contratos, entre otras).

Los puntos de honor de cada parte han quedado establecidos. Pero, en el ambiente actual, queda claro que alguna de las partes tendrá que ceder en sus más altas exigencias. La consecuencia de no llegar a un acuerdo antes del 4 de Marzo de 2011 es el retraso de todo el proceso de offseason: anuncio del calendario, minicamps de novatos y programas de acondicionamiento. Y, en el peor de los casos, la suspensión de la temporada 2011.

Ambas partes entienden el riesgo del juego que llevan adelante. La NFL, como negocio, es la liga que más dinero produce por derechos de mercadeo y televisación internacional año tras año. Ninguna liga profesional en el mundo genera tanto dinero en 5 meses como lo hace la NFL. En esa medida, ambas partes están jugando con la “gallina de los huevos de oro”. La posibilidad de que deje de producirlos por, al menos un año, es aún incierta. Lo que sí es absolutamente sabido por ambas partes, son las consecuencias de tal eventualidad.

Descansando en que ambas partes entiendan ese punto, los involucrados a este deporte esperan una solución pronta y satisfactoria a esta situación. Entretanto, disfruten de la temporada 2010…