sábado, 30 de octubre de 2010

Previa: Semana 8.


-Varios recuerdan aun (no con poca rabia) la interferencia de pase cometida por Reinaldo Hill y que prácticamente le salvo la tarde a los Jets en Invesco Field hace 2 semanas. Antes de esa jugada, los Jets habían tenido uno de sus peores partidos de la temporada. Aun con la victoria en Denver antes de su semana de descanso, los Jets vienen de permitir 145 yardas terrestres a una de las peores ofensivas por tierra de la liga, de entregar 3 balones (incluidas las primeras 2 INT’s de Mark Sánchez de la temporada) y, en general, de tener un rendimiento bastante flojo contra un equipo que se comió 59 una semana después. Van contra unos Packers que ganaron su primer partido cerrado de la temporada (definido por 7 puntos o menos), que parecen haber encontrado estabilidad en los costados de su línea ofensiva y a un pass rusher que acompañe a Clay Matthews en defensiva (Brad Jones). La receta contra los Packers es simple: correr. Mucho más con Cullen Jenkins limitado por lesión. Denver, Baltimore, Miami. Todos esos equipos combinan en mayor o menor medida presión al QB con una zona bastante agresiva. Baltimore y Miami tocaron varios pases de Mark Sanchez. Denver si logro interceptarlo. Si Dom Capers se ciñe al plan ejecutado hasta ahora, Tramon Williams será el encargado de Braylon Edwards. Salvo algún desliz contra Brandon Marshall, Williams ha secado a los mejores receptores de Dolphins y Vikes en semanas consecutivas. Una razón más para correr contra los Packers. Para Green Bay la solución pasa por llenar la caja con jugadores. LaDainian Tomlinson revivió su carrera, pero los años le quitaron pasos de aceleración. Formar frentes de 8 en la caja no es un riesgo tan alto si se enfrenta a un corredor de la edad de LT. Del otro lado, los Jets ya no tienen la secundaria más temible de la liga. De hecho, han pasado a ser una defensiva del montón cuando se trata del pase. Y esa baja de rendimiento no solo se relaciona con las lesiones de Darrelle Revis. El no encontrar un esquinero nickel a tiempo completo (lo que hacia Lito Sheppard al final del año pasado) ha afectado el rendimiento de ese cuerpo. Siguen siendo competitivos defendiendo el acarreo, aunque contra Green Bay esa competitividad quizás no sea necesaria. Green Bay se convirtió en un equipo eminentemente pasador. Y la semana pasada Aaron Rodgers dio una demostración de imprecisión pocas veces vista en él. Su línea ofensiva ha ido mejorando, en particular Bryan Bulaga. Sera clave que Donald Lee pueda ofrecerse como opción por el centro. Si los Jets siguen cargando en el 60% de los snaps, las rutas cortas deben poder ser explotadas por Rodgers. Tal como lo hizo en Chicago. Aunque la diferencia es que los Bears juegan Cover 2 en secundaria y los Jets siguen viviendo del Cover 0. Quizas por eso último, el QB de los Packers pueda explotar rutas profundas. Aunque la precisión deberá volver. Especialmente si quiere retar al, hasta ahora, magnifico Antonio Cromartie.

-La vida después de Randy Moss no es tan sencilla como muchos pensaron en New England. Entre otras cosas porque Wes Welker es un playmaker siempre y cuando este acompañado por otro receptor de calibre. Solo, Welker desaparece en el esquema de los Pats. De ahí su poca participación en los últimos 3 partidos. De ahí el aumento en la participación de Danny Woodhead y Aaron Hernández. Minnesota (en uno de los casos estadísticos más extraños del último tiempo) tiene una de las defensivas contra el pase más efectivas del año. Los que sorprende de los números defensivos de los Vikes, es que siendo la segunda peor cuando a presionar pasadores se refiere (6 capturas, solo por encima de Tampa Bay), tienen una defensiva de pase que apenas admite 209 yardas por partido. Asher Allen debe ser el encargado de marcar a Wes Welker. Mas por el hecho de que Antoine Winfield carece de la velocidad y las habilidades de balón necesarias para marcar a Welker. Lo interesante de la defensiva de Minnesota es que está entre las mejores marcando alas cerradas. Contra esta versión de New England, eso es muy importante. Mas alla de su secundaria, el asunto de los pass rushers sigue siendo un dolor de cabeza para Brad Childerss, Leslie Frazier y buena parte de la gente en Minnesota. Sebastian Vollmer y Matt Light tuvieron problemas la semana pasada con Shaun Phillips y Antwan Barnes. Seguramente les irá mejor contra Ray Edwards y Jared Allen. Algo que Dallas y Green Bay hicieron con mucha frecuencia, fue recurrir a las jugadas de pantalla. La mayoría funcionaron. Especialmente hacia el final de los partidos, cuando los Vikes envían a mas de 4 a presionar. Algo que se ha repetido ante el bajísimo nivel de Allen y Edwards. En ofensiva, Minnesota depende de si Brett Favre quiera o no jugar. Nadie, muchísimo menos Brad Childress, dejara en la banda a Favre sin su consentimiento. Si el QB es Tarvaris Jackson, la versión más corredora de los Vikes, aquella que en 2008 tuvo mucho éxito, regresara. En caso contrario, la tentación de pegarle fuerte a una de las peores secundarias de la NFL será enorme para Favre. Aunque con los problemas que ha tenido últimamente contra la zona de las 3-4, debería pensarlo 2 veces antes de pretender pasarles por encima. Chad Henne ya sufrió las consecuencias de la que, en más de una ocasión, se torna en casi defensiva preventiva.

-Los Saints tienen varios problemas más allá de las ausencias de Pierre Thomas y Reggie Bush en su ofensiva. Lo extrañamente inestable que ha estado su línea ofensiva (especialmente el tackle derecho John Stinchomb) y lesiones en sus mejores jugadores defensivos (Tracy Porter y Jabari Greer) están en la lista de cosas que han salido mal este año en New Orleans. Mas alla de las 4 INT’s contra los Browns, Drew Brees sigue siendo el mismo de siempre. El problema es que va contra una defensiva que, mas allá del ranking de su defensiva contra el pase, no ha permitido a ningún pasador superar las 300 yardas y solo ha admitido 4 TD aéreos en 6 partidos. Aunque esta semana no tendrán a Aaron Smith (y probablemente por el resto de la temporada) y Lamarr Woodley estará, en el mejor de los casos, limitado. Eso debe permitir que Stichcomb no sufra tanto. Los pases pantalla han sido medianamente efectivos con Ladell Betts en los últimos 2 partidos, pero la línea de New Orleans debe darle tiempo y espacio para ejecutar a Brees. Lo hemos dicho en varias ocasiones: siempre que una línea le dé a su QB tiempo suficiente para atacar a la secundaria, los Steelers tendrán problemas. Cuando se trata de Brees, la frase tiene el doble de importancia. Atacar por tierra al sustituto de Smith, Ziggy Hood, parece una opción. Aunque la primacía del ataque estará en el brazo de Brees y en sus múltiples opciones. Defensivamente, New Orleans enfrenta a un equipo que redescubrió el acarreo como arma ofensiva. O al menos siguen siendo un equipo corredor después del regreso de Big Ben. Aunque el mayor problema de los Saints esta en los costados. Encontrar solución a Hines Ward y Mike Wallace parece lo más importante. Especialmente porque los esquineros titulares Tracy Porter y Jabari Greer son duda y es poco probable que estén ambos el domingo en Lousiana Superdome. Maurkice Pouncey se ha establecido como titular indiscutible en la línea ofensiva de Pittsburgh. Correr detrás de él es una de las claves de la ofensiva terrestre de los Steelers. Si New Orleans permite que Pittsburgh establezca el juego terrestre, buena parte del partido estará resuelto.

-Como en el tenis, los Texans necesitan ir a Lucas Oil Stadium a “confirmar el quiebre” de la primera semana. Su rendimiento en las semanas posteriores les dio el apodo de “equipo bipolar” y con mucha razón. 5 partidos después del desastre en Reliant Stadium, los Colts tienen el mismo record que los Texans, las dudas sobre su línea ofensiva han quedado atrás (al menos por ahora) y su defensiva volvió a ser aquella de los años dorados: una 4-3 de Tampa 2 clásica (de las que se doblan pero no se rompen). Houston también es un equipo diferente 5 partidos después de aquel golpe. Su defensiva de pase es la peor de la liga, perdieron a DeMeco Ryans, recuperaron a Brian Cushing y Matt Schaub no ha vuelto a tener un partido grande. Al menos no tanto como el primero. Arian Foster se ha afianzado como uno de los puntales de la ofensiva y el arranque furioso de Mario Williams quedo en eso, solo un arranque. Para ambos es un partido fundamental. Indy necesita recuperar el partido que perdieron en la semana 1, de no hacerlo les pesara en diciembre. Houston necesita confirmar aquella victoria. Fundamentalmente porque en una división tan pareja, perder con Indy después y quedar 4-3 seria quitarle cualquier significado importante al resultado de la semana 1. La segunda mejor ofensiva de pase en la NFL (Colts), se enfrenta a la peor defensiva de pase de la liga (Texans). Para Indy, no tener a Dallas Clark no es un problema tan grande contra Houston (la defensiva que más yardas permite a alas cerradas contrarias). Mario Williams y Antonio Smith deben poder presionar a Peyton Manning si no quieren que el QB de los Colts vuelva a tener un partido de 400 yardas en su contra. El problema para ambos es que después de aquel primer partido de la temporada, Charlie Johnson y especialmente Ryan Diem, volvieron a lucir como tackles de una línea de elite. Además, Brian Cushing será apoyador medio ante la lesión de DeMeco Ryans. Eso envía a Zac Diles al costado de Cushing y elimina un punto de presión importante para la defensiva de Houston. El regreso de Anthony González cubre de alguna manera la ausencia casi confirmada de Austin Collie. El gran problema ofensivo de Indy son las lesiones Joseph Addai y Donald Brown que los dejan con pocas opciones terrestres. Defensivamente, Indy tiene el problema Arian Foster. El corredor de Houston destruyo a la defensiva de Indy en la semana 1 y permitirle libertades esta semana puede tener resultados idénticos. Enfrentar las piernas de Foster con el brazo de Manning puede no terminar siendo un duelo favorable para los Colts. Obligar a Houston a pasar es una solución más inteligente. Todos los equipos que han enfrentado a Indy han pretendido pasarle por arriba a su secundaria (Jerraud Powers es el esquinero mas atacado de la temporada: 52 pases). Aun así la defensiva aérea de Indy permite solo 206 yardas aéreas por partido (aun sin Bob Sanders). En un partido de equipos que ganan duelos de fuegos artificiales, Indy parece tener más perfeccionada la técnica para contener ofensivas potentes. Quizás no por debajo de los 20 puntos. Pero si por debajo de lo que produzca Peyton Manning.

-Si quieren ver un partido interesante, asómense en Qualcomm Stadium el domingo en la tarde. Los análisis de San Diego no pasan por nada que sea o se parezca a estadísticas. Errores mentales y de concepto los han metido en el hoyo en el que se encuentran y enfrentan a la versión 4-3 de la defensiva “cargar hasta morir” de los Jets: Tennessee. Si hay un equipo capaz de formar una caja de 8 efectiva contra Chris Johnson, esos son los Chargers. Obligar a los Titans a pasar contra la mejor defensiva de pase de la liga es el reto de Ron Rivera esta semana. Uno interesante, pero para el que tienen talento mas que suficiente. Pero más grande es el que tiene la ofensiva. Van contra una línea defensiva cuyos 4 titulares acumulan 16.5 capturas. Las alas defensivas Jason Babin y Dave Ball tienen 6 cada uno. Ball va contra el más que respetable Marcus McNeill. El problema está por la derecha, con el tackle derecho por comité de los Chargers contra Babin. Aunque, como en toda la temporada, el partido para san Diego pasa mas por la cabeza que por el juego. Solo errores mentales explican que el equipo con mejor ofensiva y defensiva total de la NFL este ultimo en una de las divisiones mas mediocres de la liga.

-Miami va a la carretera, al lugar donde sus errores parecen no existir. Los Dolphins tienen uno de los records más bizarros de la liga: 3-3 con todas sus victorias como visitantes y todas sus derrotas en casa. Si tomamos en cuenta que 2 de esas victorias fueron en Minnesota, Green Bay, el nivel de locura aumenta. Si Dan Henning vio la masacre a la que fue sometida la secundaria de Cincy en Georgia Dome, seguramente Brandon Marshall y Chad Henne querrán repetir aquello. Aunque la verdadera clave de Miami para semejante rendimiento fuera de casa ha sido su defensiva. En sus 3 victorias como visitante, permitieron a sus rivales 13 puntos en promedio. Solo Pittsburgh y Baltimore tienen mejor promedio. Y si hay un equipo con esquineros suficientes para cerrar el grifo de receptores de Cincy, esos son los Dolphins.