martes, 2 de noviembre de 2010

Resumen: Semana 8.


-Un típico domingo en la tarde en la carretera para los Dolphins. Defensiva dominante, ofensiva con problemas y un partido definido más por la calidad de la primera que gracias a la efectividad de la segunda. A esta altura, está más que claro que el plan de Dan Henning es convertir a este equipo en uno eminentemente pasador. Y Chad Henne a veces da atisbos de adaptarse a la nueva filosofía. Y a veces lanza INT’s en su propia yarda 40 contra una doble cobertura de los Bengals. Henning y Henne no pueden quejarse de falta de compromiso con la nueva filosofía. Vernon Carey y Jake Long son la mejor pareja de tackles de la liga y Brandon Marshall, Davone Bess y Brian Hartline le dan versatilidad a ese cuerpo de receptores. El problema es que Henne sigue cometiendo errores que ponen en peligro partidos donde Miami ha dominado. Al menos 2 de las derrotas en casa tuvieron errores de Henne como punto principal. La defensiva es otra historia. Dominantes en cualquier lugar, los 7 frontales de Miami y su secundaria merecen respeto. El domingo, después de permitir que Cincy convirtiera 4 veces consecutivas en 3era oportunidad, los secaron con un 0/10 lapidario en ese renglón. Las siguientes 2 conversiones de los Bengals, llegaron en la serie que termino con la INT de Sean Smith para cerrar el partido en el último cuarto. Los Bengals siguen teniendo un problema llamado Carson Palmer. Hace 3 temporadas, antes que las lesiones comenzaran a hacer mella en su rendimiento, Palmer era uno de los pasadores que más riesgos asumía y que mejor manejaba el bolsillo en la NFL. Hoy tiene problemas para convertir situaciones clave, problemas de concepto y ejecución que le están costando mucho a los Bengals. El domingo apenas completo 17 pases. Y lo último que puede hacer es quejarse del trabajo de su línea ofensiva. Recibio poca presión y no fue capturado por una de las mejores cajas de la liga en este momento.

-Segundo partido consecutivo de los Jets con un diferencial de robos/entregas negativo (0/3). La burbuja sigue perdiendo aire. Y el problema es que parece haber gente en NY que pensó que duraría para siempre. La mejor demostración son los 38 pases intentados por Mark Sánchez. En un partido que estuvo 3-0 hasta los 6:36 del último cuarto, parece inaudito que los Jets tuvieran 38 pases de Sánchez y solo 16 acarreos de LaDainian Tomlinson. Esencialmente porque la defensiva terrestre de los Packers no es precisamente de elite. La consecuencia: 2 INT’s de Sánchez (la ultima bastante dudosa), presión que no dejaba de venir por parte de los Packers (especialmente contra el tackle derecho Damien Woody) y una secundaria de los Packers que dio otra demostración de que cuando los exigen, están al nivel del reto. Clay Matthews tuvo otro partido para la carpeta de su candidatura al jugador defensivo del año. Una captura clave en cuarta oportunidad en el último cuarto y un hit contra Sánchez son parte del historial. Los Packers no fueron mucha más efectivos que los Jets en ofensiva. La diferencia, fue de ejecución en momentos clave. Rex Ryan cambio las cargas de safety por cargas de apoyador medio. Brad Thomas le lleno los carriles de pase toda la tarde a Aaron Rodgers. Lo capturo una vez y le pego otras 3. Bart Scott no se quedo atrás. En general, la mayoría de los problemas de Rodgers, llegaron por el costado izquierdo de su línea. Con semejante efectividad ofensiva en ambos bandos, el partido fue realmente malo. Con solo 2 posesiones en zona roja (1 por equipo), las defensivas se impusieron ante errores clamorosos de ejecución en ambas ofensivas.

-San Diego cometió los mismos errores que en partidos anteriores. Los Titans le bloquearon un despeje a Mike Scifres (cuarto de la temporada), pero los Chargers redujeron las entregas a solo 1. El resto, lo hizo su ofensiva. Philip Rivers se convirtió en el QB con más yardas en los primeros 8 partidos de una temporada en la historia de la liga (2649). El record anterior era de otro miembro de los Chargers, Dan Fouts con 2580 en 1982. Rivers completo pases con 8 jugadores y ante la ausencia de Malcolm Floyd, Antonio Gates volvió a ser la principal arma en el arsenal de San Diego. Aun permitiendo 370 yardas totales, la clave defensiva de San Diego, fue dejar en apenas 59 yardas a Chris Johnson (sin contar la lesión de Kenny Britt). Johnson está siendo secado por las 3-4 que añaden un apoyador a la caja. Cuando Britt se lesiono apenas comenzando el partido, los Chargers dejaron de preocuparse por el perímetro y le llenaron los carriles de la caja a Johnson. Eso termino en Antoine Cason siendo quemado por Nate Washington para un TD de 70 yardas, pero poco más. Si Tennessee quiere que Johnson sea capaz de tener rendimientos tan altos como los del año pasado, deben rezar porque Britt pueda regresar lo más pronto posible.

-Minnesota comenzó a ver su futuro en Foxborough. Ese futuro incluye una defensiva que cada vez rinde menos, una ofensiva de pase que se sostiene en el brazo de un bastante magullado Brett Favre y un solo jugador que parece tener el nivel y el talento suficiente para meterlos en playoffs: Adrian Peterson. Los Vikes corrieron bastante bien contra una defensiva que se vio indefensa al inicio. Vince Wilfork fue victimizado por el centro de la línea de Minnesota y Phil Loadholt se vio bastante bien protegiendo el acarreo. Pero en la segunda mitad la filosofía cambio y los Vikings se convirtieron en el equipo pasador que poco y nada puede hacer este año. Cuando los Vikes pasan, Phil Loadholt se convierte en una carga que solo comete castigos, Percy Harvin es el único receptor viable que tienen y cuando Brett Favre reta secundarias sigue pagando las consecuencias (esta semana fue Devin McCourty). Pero el gran problema de este equipo sigue siendo su defensiva. Olviden las estadísticas por un segundo. El partido de Foxborough, demostró que los Vikes son incapaces de imponer presión en ninguna circunstancia. Y que mientras los apoyadores sigan teniendo que comprometerse con la presión, los pases pantalla y a receptores en la zona media seguirán siendo exitosos. El domingo, los Pats explotaron menos que los rivales anteriores de los Vikes la pantalla. Pero aprovecharon mucho mejor las cargas de 5 y 6 jugadores que Leslie Frazier envió. La secundaria de Minnesota está llena de buenos tackleadores, pero ningún playmaker o siquiera un jugador con ball skills para convertir jugadas grandes. Asher Allen fue dejado en evidencia por segunda semana consecutiva y solo Madieu Williams se vio bien contra el pase. Tom Brady simplemente se sentó a esperar que alguno de sus 4 o 5 blancos pudieran librarse para trabajar con tranquilidad. El TD de 65 yardas de Brandon Tate es una foto de lo que han sido los Vikes defensivamente este año. Y seguirán siéndolo a menos que sus 4 frontales suban su nivel. Algo que a esta altura parece poco probable. Para New England, la clave sigue siendo aprovechar al maximo los errores del contrario. Y reducir los propios al mínimo.

-Los Steelers de 2010 se parecen cada vez más a los campeones de 2005 y 2008. Equipos con defensivas extraordinarias, pero con una línea ofensiva que es, por mucho, la peor de un equipo que haya ganado un Super Bowl. Estos, nobleza obliga, tienen un punto diferente: corren mejor el balón que sus antecesores. Nunca sabremos si sería igual de haber comenzado la temporada con Ben Roethlisberger, pero al menos han redescubierto esa faceta de su ofensiva. El domingo en Louisiana Superdome, la línea de los Steelers volvió a las andanzas. Permitieron 3 capturas, 7 golpes y en total 12 presiones contra Big Ben. La vuelta de Trai Essex no pudo ser peor (fue dominado toda la noche por Seadrick Ellis) y Will Smith fue demasiado para Flozell Adams. Los Steelers perdieron 2 balones en el último cuarto que les costaron el partido. Ambos, meritos de la defensiva de New Orleans. Aunque el merito mas grade de la defensiva de Gregg Williams fue dejar a Hines Ward en apenas 3 recepciones y 15 yardas. Especialmente si consideramos que ni Tracy Porter ni Jabari Greer estuvieron en el partido. Mas alla de la victoria, para New Orleans hay un problema en su línea ofensiva. Jahri Evans y Jonathan Goodwin sufrieron con Casey Hampton y Lawrence Timmons. Por no hablar de lo mal que le sigue yendo a Jonathan Stichcomb contra quien sea. El centro de la línea ofensiva de New Orleans fue su punto más fuerte las últimas 3 temporadas. En esta, el único medianamente estable ha sido Carl Nicks. En cualquier caso, Drew Brees sigue siendo Drew Brees. Y con él en alto nivel, la ofensiva de los Saints seguirá siendo competitiva.