sábado, 13 de noviembre de 2010

Previa: Semana 10.


Jared Allen encontró en Levi Brown al salvavidas perfecto para su temporada. 10 presiones contra el tackle izquierdo de los Cards son un número medianamente parecido a lo que se esperaba de Allen al inicio de la temporada. Aun así, los Vikes sufrieron para ganar un partido que debieron dominar desde el inicio. Chicago, como todo rival divisional, será difícil. Pero los problemas que han tenido los Bears con su línea ofensiva durante toda la temporada, hacen pensar que Minnesota parte con ventaja. La cantidad de presión que ha recibido Jay Cutler es inmisericorde (43% de las situaciones de pase). Lograr presionar a Cutler es fundamental para el éxito de cualquier defensiva. Con tiempo, el ex Broncos es de los mejores de la liga. Frank Omiyale no es precisamente de elite, pero con Jared Allen esta temporada, nunca se sabe. El verdadero problema de los Bears son sus guardias. Chris y Edwin Williams que deben definir como trabajaran a Pat y Kevin Williams. La presión por el centro es la que ha matado a Cutler todo el año. Del otro lado, el enfrentamiento entre Adrian Peterson y la muy buena defensiva por tierra de los Bears es de los choques de la semana. Julius Peppers no ha sido el pass rusher que pensó Jerry Angelo cuando lo contrato, pero la caja de Chicago es particularmente efectiva contra el acarreo. Y con la secundaria que tienen los Bears, pasar no es precisamente algo sencillo de ejecutar. Encontrar diversificación y darle un rol importante a Percy Harvin ha sido clave en las últimas semanas. Debe serlo aun más en Soldier Field. En ese estadio el año pasado, Favre tuvo uno de sus mejores partidos en climas fríos (temperaturas menores a 5 grados) en los últimos 8 años. Claro, aquel fue un partido de lunes en la noche en la semana 16 y con unos Vikes embalados a playoffs. La situación de 2010, es absortamente diferente.

Cuando los Bengals tienen a todo su personal defensivo sano, son un peligro. Jonathan Joseph está de nuevo como esquinero junto a Leon Hall. Eso es un aliciente interesante para ver un partido en el que enfrenten a Peyton Manning y al tercer equipo ofensivo de los Colts. Sin Anthony González ni Austin Collie, Indy depende de 3 y no de 5 receptores. Reggie Wayne, Pierre Garcon y Blair White son las armas en los costados de Indy. Con Wayne y Garcon irán Hall y Joseph. Y Morgan Trent trabajo bien contra Miami en ausencia de Joseph (intercepto a Chad Henne). En ese contexto, el que vuelve a tener un papel importante en la ofensiva de Indy es Jacob Tamme. El otro asunto a tener en cuenta, es la presión sobre Carson Palmer. Ya hemos dicho en varias ocasiones en la temporada, que Palmer sufre cuando recibe presión. La precisión lo abandona en esas situaciones. Dwight Freeney y Robert Mathis puden tener mucho que decir en ese sentido. Reggie Kelly y Andrew Collinsworth no son precisamente los tackles más rápidos de la liga. Especialmente Kelly, que requirió ayuda de un ala cerrada en más de una ocasión para detener a Lamarr Woodley (no con demasiado éxito), el lunes pasado. Utilizar a Cedric Benson y Bernard Scott es debe ser la manera de sacarle presión a Palmer. Aunque, ha quedado demostrado que la tentación por utilizar las armas aéreas que tienen (Terrell Owens es el receptor al que mas pases le han lanzado en lo que va de temporada en toda la NFL: 99), le ha quitado importancia al juego por tierra. Y la versión de Carson Palmer que se ha visto en el último tiempo es una buena explicación del porque de su record.

Deja vu… En Miami, han regresado a 2008. Tony Sparano se dio cuenta de que la temporada de los Dolphins se juega en casa contra Tennessee el domingo en la tarde. Ante el desastre de ejecución que es Chad Henne, Miami le ha dado la responsabilidad a Chad Pennington. A inicio de temporada preguntábamos “¿Qué tan bueno es Chad Henne?” y decíamos que era el rendimiento por tierra lo que sostendría la ofensiva. Dan Henning no estuvo de acuerdo. Los problemas de Chad Henne se fundamentan en que su coordinador ofensivo ha querido darle primacía al pase. En un equipo que tiene las armas para lograr buenos rendimientos en ese rubro, es el acarreo lo que ha puesto dinero en el banco para Miami. Cuando Chad Pennington fue exitoso en 2008, estuvo en un equipo que corría 120 yardas terrestres por partido. El año pasado, Miami promedio 140 yardas terrestres por partido. En 2010 ese promedio ha descendido a 105 yardas por partido. La inefectividad en zona roja es el otro testimonio de la pobrísima temporada de Henne. Probar con Pennington es lo mínimo que pueden hacer para intentar salvar el año. Aunque colocar a un QB nuevo en el terreno ante una defensiva que presiona en todo momento, quizás no sea la mejor idea. Jason Babin y Dave Ball enfrentan un reto más que interesante ante la mejor pareja de tackles de la NFL: Jake Long y Vernon Carey. Del otro lado, los Dolphins tienen esta semana el reto Chris Johson. Mas que detenerlo por tierra, Miami debe encontrar una solución a su problema más grande defensivamente toda la temporada: marcar el pase a los corredores. Que Vince Young intente más de un pase profundo a Randy Moss no debería sorprender. Pero Vontae Davis es un excelente esquinero y si Chris Clemons no suelta INT’s esta semana, puede terminar pesándole a Young.

En sus últimos 2 partidos, Seattle ha permitido 74 puntos y ha anotado 10. Permitieron a Raiders y Giants 1032 yardas totales. Verdaderos desastres. Seattle ha perdido 14 partidos consecutivos cuando anotaron menos de 20 puntos. Contra Arizona, el problema será buscar la manera de hacer puntos. La defensiva de Seattle antes de los fiascos de Oakland y NY, tenía buenos promedios. Especialmente defendiendo el acarreo. Arizona no es precisamente una ofensiva terrestre que pueda exponer las debilidades de los Seahawks, aunque después de las últimas 2 presentaciones, nunca se sabe. En esencia se enfrentan dos equipos con ofensivas paupérrimas. Ninguna de las 2 ha tenido partidos de 300 yardas aéreas y entre ambos acumulan 1 partido de 100 yardas terrestres. Solo en ese desastre llamado NFC Oeste, equipos con tan pobres rendimientos pueden estar discutiendo un puesto en playoffs.

En esa misma división, los Niners inician el camino de 5 partidos divisionales que pueden darles la clasificación. San Francisco ha ganado 2 de los últimos 3 que ha jugado. La clave ha sido reducir las entregas. En sus 6 derrotas, tienen 16 entregas de balón. En sus 2 victorias: 0. Será el segundo partido de Troy Smith al frente de la ofensiva. Enfrentan una defensiva con una de las líneas defensivas más dominantes de la liga. Los buenos números de la defensiva contra el pase de San Luis (217 yardas permitidas por partido), se deben en buena medida a la manera en que la línea defensiva ha sido capaz de imponer presión. Lo fundamental para San Francisco será mantener su buena racha de partidos reduciendo las entregas en casa (las 2 victorias han sido en Candlestick Park). Del otro lado, Sam Bradford tiene 96 intentos (3 partidos) sin lanzar INT’s. En ese lapso (2 victorias, 1 derrota), Bradford ha lanzado 6 TD’s. Bradford ha trabajado muy bien en corto (pases de menos de 10 yardas). El equipo que logre imponer condiciones con su defensiva, tendrá buena parte del partido ganado. En eso, la de Steve Spagnuolo parece partir con ventaja.

Desde 2003, los Pats han perdido partidos consecutivos en solo 2 ocasiones (2009: en New Orleans y Miami y 2006: en casa contra Miami y NY Jets). Ir a Heinz Field pone en peligro esta para ser la tercera temporada con derrotas consecutivas. Logan Mankins aun no se adapto al ritmo de juego. El domingo pasado sufrió contra Cleveland y esta semana no será mejor contra Brett Keisel. En el “32 equipos, 32 notas” de la semana anterior, hablábamos de lo poco que producen los Pats y de cómo reducir las entregas ha sido la clave para su record. Contra Pittsburgh el partido se presentara medianamente parecido al que jugaron en Qualcomm Stadium hace 3 semanas. Aunque la secundaria de los Steelers no es tan buena como la de los Chargers, la presión al QB es la especialidad de la defensiva de Dick LeBeau. Trabajar a los esquineros de Pittsburgh y mucho pase pantalla suele ser una receta para ganarle a los Steelers. El problema con esa receta es darle tiempo suficiente al QB para desprenderse del balón. Del otro lado, los Pats puede aprovechar las lesiones en la línea ofensiva de Pittsburgh para imponer presión a Ben Rowthlisberger. Aunque ha quedado demostrado que capturar a Big Ben es particularmente difícil y que la secundaria de New England siempre necesita toda la ayuda que le puedan entregar. Los Pats vienen de permitirle 256 yardas terrestres a Cleveland. En sus 6 victorias, los rivales corrieron solo 95 yardas en promedio. Queda bastante claro cuál es el punto en el que la defensiva de New England se sostiene. Por último, los Steelers deben tener cuidado con sus números defensivos en el último cuarto. 8 de los 11 TD y más de la mitad del total de puntos que han permitido, han sido anotados en los 4to cuartos de sus partidos. Si no quieren tener problemas, enfrentando a un QB como Tom Brady, esas estadísticas deberían mejorar.