domingo, 22 de enero de 2012

AFC Final de Conferencia: Ravens v Patriots

En Maryland conocen la sensación. Enero, equipo con gran record en temporada regular y excelente siembra. Visita en Ronda Divisional o Campeonato de Conferencia a Indianápolis, Pittsburgh o New England y… el resto es historia. Los Ravens hicieron un esfuerzo importante en la semana por desactivar la idea de muchos fanáticos y periodistas de Baltimore que piensan que es "ahora o nunca" para este equipo. Esa nocion no es del todo errónea. Especialmente si revisamos el promedio de edad de las principales figuras del equipo y la progresión de Joe Flacco. Enfrentan, en Foxboro, a un equipo que mostro un instinto asesino contra Denver, que no se veía desde hace tiempo por Gillette Stadium. Para los Ravens es momento de dar una declaración. Pero habiendo desperdiciado oportunidades parecidas en el último tiempo, la fe no es la más alta alrededor de esta en particular.
Baltimore en New England: Es una especie de oportunidad única para los Ravens. Si, ir a Foxborough en enero es un problema. Más aun después de ver el festival que pusieron los Pats la semana pasada. Pero enfrentan a la peor defensiva que recuerde haya jugado un partido en esta instancia en los últimos 3 años. Eso es una ventaja. Al menos, en la medida que Cam Cameron sepa utilizarla. Para los Ravens el gran tema del domingo esta en cómo impedir que los Pats conviertan a su secundaria en la nueva víctima del la pareja Hernandez-Gronkowski. Bill Belichick y el recién retornado Josh McDaniels encontraron un nuevo rol para ambos en la ofensiva: acarreo. Gronkowski y Hernandez representan el reto más grande para cualquier secundaria de la liga. Básicamente porque están redefiniendo el juego de pase alrededor de la idea de tipos extremadamente atléticos y físicos. No hay personal de secundaria con las características para marcarlos mano a mano. La mejor solución es la zona. Y, contra esta clase de alas cerradas, debe ser zona expansiva. Básicamente porque pueden recibir pases pantalla, pases en rutas cortas a la zona media, pases a los flats, o bombas profundas. En plena conciencia de esto, Belichick los emplea en tantas formas como formaciones tine su libro de jugadas. Y esa misma cantidad de presentaciones demanda la zona de los Ravens si no quieren tener problemas el domingo. Para los Ravens es un tema de cómo emparejarlos. La mayoría de los equipos de la liga marca a las alas cerradas de New England con esquineros. Pierden en el tema físico, pero tienen la velocidad para compensar. Los Ravens rara vez envían a sus esquineros a marcar alas cerradas rivales. Bernard Pollard y Jameel McClain, safety y apoyador, son los encargados de esa tarea en la mayoría de ocasiones. No les ha ido mal. Los Ravens permiten 6.3 yardas por pase intentado a las alas cerradas rivales (tercer mejor promedio de la liga). Contra los Pats, ese emparejamiento iguala lo físico, pero entrega ventajas en el tema de la velocidad. Si no hay apoyo en la zona profunda, Brady puede verse tentado a aprovecharse de la ventaja en velocidad de ambos emparejamientos. Es ahí donde entra la presión como factor diferenciador en el partido. Si Baltimore quiere tener alguna posibilidad, presionar efectivamente a Brady es lo único que les asegura éxito. Es básicamente un tema de diseño este. En la mayoría de los libros ofensivos de la liga, las alas cerradas y corredores son la opción de escape para jugadas rutas (los llamados checkdowns). En el libro ofensivo de los Pats, las alas cerradas tienen responsabilidades de lectura primaria. Es decir, en buena parte de las jugadas, las primeras opciones de Brady son sus alas cerradas. La presión, especialmente por el centro, colocaría a Brady en necesidad de usar sus rutas de escape. Y eliminaría del mapa a Gronkowski y Hernandez. Otra cosa a la que muchos se ven tentados contra New England es a zonas amplias. Zonas que significan presión con solo 3 y 8 jugadores marcando el pase. Brady destruye esas propuestas con sus alas cerradas. La presión con 4 y hasta 5 es lo que los Ravens hacen mejor. Especialmente si Haloti Ngata y Terrence Cody pueden establecer superioridad en el centro de la línea. Eso obligaría a dobles marcas en el centro y a un mano a mano entre Logan Mankins y Terrell Suggs. En ofensiva, el partido pasa por la capacidad de Joe Flacco de pegarle a la peor secundaria de la NFL. En términos de filosofía no será sencillo. Los Ravens son el equipo que más veces utiliza formaciones con solo 2 receptores. Eso encuentra explicación en los problemas de sus tackles para sostener el acarreo y en la inexistencia en roster de un jugador que se ganara la designación como tercer receptor. Las veces de tercero las hace el ala cerrada Dennis Pitta. Y eso, a diferencia de los Pats, es un problema para la ofensiva de pase de los Ravens. Con solo 2 receptores en el terreno, New England puede sentarse a jugar Cover 2 en zona profunda con marcas individuales sobre Torrey Smith y Anquan Boldin. Con la caja llena de todos los elementos posibles para detener el acarreo. Darle más opciones que marcar a los Pats (obligarlos a jugar Dime) es obligatorio para los Ravens. El acarreo no sufrirá aun con la caja de los Pats llena de toda la población de Massachusetts. Los Pats tienen serios problemas con el acarreo por el centro y sus apoyadores sufren con los cambios de dirección. La semana pasada Belichick, notablemente más concentrado en la defensiva desde la llegada de McDaniels, envió como base una 3-4, que generó presión en el centro y asentó a los apoyadores como espías en los flats. Eso fue contra un scrambler como Tebow. Esta semana enfrentan un pasador de bolsillo clásico y una línea cuyo centro es mucho más fiable. Apostar por otra 3-4 sería darle demasiadas responsabilidades a Vince Wilfork. Los Pats seguramente querrán darle más espacio a la 4-3 que han jugado todo el año, aunque todo depende de la cantidad de retos que encuentren en la secundaria y de cómo logran esparcir por el terreno el cortísimo personal que tienen para marcar el pase.
Pronóstico: Todo se reduce a la capacidad de los Ravens para, por primera vez en mucho tiempo, demostrar que el nivel de la temporada regular es sostenible en enero. Escribía en la previa del partido de ronda divisional contra Pittsburgh en enero de 2011: "El problema es que lo visto hasta ahora, no se aleja de las versiones de los Ravens que llegan con mucho empuje a morir en partidos desastrosos en Heinz Field. Hasta que no prueben que son capaces de lo contrario, hay que irse con Pittsburgh". Que la frase aplique perfectamente a este momento y lo único a cambiar sean el rival y el lugar, es cualquier cosa menos una casualidad. Pats 34 – Ravens 21.