jueves, 5 de septiembre de 2013

Previa AFC Norte 2013: Cleveland Browns

Los Browns van a su tercera renovación en menos de una década. Una franquicia que ganó 23 juegos en los últimos 5 años apuesta al enésimo proyecto nuevo que ha visto la ciudad con esperanzas de retomar nivel competitivo. Lo que sorprende de esta reestructuración, es que llega un año después de una temporada interesante (al menos para los estándares de Cleveland en el último tiempo). Nuevo Gerente General, nuevo entrenador y nuevos coordinadores convivirán con el pasador seleccionado por el antiguo régimen. Siendo ese pasador un jugador de segundo año que cumplirá 30 años a mitad de la temporada, puede asumirse tranquilamente que esta no es una renovación normal ni mucho menos ideal. Es una especie de fotografía panorámica de lo que han sido las ultimas 5 temporadas de los Browns.

OFENSIVA


Brandon Weeden es un pasador meticuloso. Quizá demasiado meticuloso. Sus problemas como novato pasaron por una mecánica en extremo lenta que parecía estar siguiendo paso a paso un patrón entrenado miles de veces. La fluidez de esa mecánica (o más bien la falta de ella) generó no solo problemas en el punto de envío de los pases sino también un serio problema en el desarrollo de las lecturas (básicamente un receptor que debía estar a 5 yardas de la línea de golpeo en el diseño inicial, estaba a 8 o 10 yardas cuando Weeden soltaba el balón). Eso puede mejorar de manera importante con el cambio de esquema que trae Norv Turner. Conocido por haberle dado identidad de pasador profundo a Philip Rivers en San Diego, Turner es un fiel creyente de la ofensiva de pase profunda. Weeden tiene no solo el brazo para ejecutar esa ofensiva, sino que ha desarrollado buen toque en sus pases de más de 20 yardas (y tendría tiempo para desarrollar su mecánica tranquilamente). El esquema Turner necesita dos cosas fundamentales (además de las ya mencionadas características de QB): línea ofensiva que pueda dar tiempo para desarrollar lecturas en retrocesos de 7 pasos y receptores que puedan, por cualquier vía, generar separación respecto a sus defensores. La línea ofensiva de los Browns tiene más talento del que el rendimiento reciente de la franquicia permitiría pensar. Eso incluye al mejor tackle izquierdo de la liga, Joe Thomas, y a un centro top 5, Alex Mack. Ambos son jugadores All-Pro, con absolutamente todos los registros del bloqueo en pase y acarreo manejados al máximo nivel. El tackle derecho Mitchell Schwartz va apenas a su segundo año en la liga, pero tuvo un cierre prometedor de 2012, mejorando en el bloqueo de pase que es el área donde más sufrió al principio de la temporada. El guardia izquierdo será John Greco, que mostró altísimo nivel cuando le toco asumir la posición después de que el titular Jason Pinkston jugara solo 6 partidos en 2012 por problemas de salud. La única interrogante es el guardia derecho Shawn Lauvao, que mostro serias deficiencias de juego de pies en 2012 y aun así jugo toda la temporada. Teniendo que sostener bloqueos por mucho más tiempo en el sistema Turner, puede ser una debilidad importante. Los receptores están encabezados por Josh Gordon, el que quizás sea el más beneficiado del cambio de esquema que le permitirá ir profundo sin tener que detenerse demasiado en finuras de corrido de rutas. El problema con Gordon es que tendrá que pagar una suspensión de dos partidos al inicio de la temporada. Al otro costado esta una incógnita. Greg Little no es precisamente un receptor confiable a esta altura de su carrera. Su patológica capacidad para dejar caer pases recuerdan a un joven Braylon Edwards. Las manos seguras son esenciales en un esquema en el que un pase largo tocado pero no atrapado puede terminar en manos enemigas y con un regreso enorme. Además, el esquema demanda confianza y ritmo entre pasador y receptores. Nadie lanza un pase de 40 yardas a un receptor con problemas crónicos de manos de cocodrilo. Llego Davone Bess como agente libre desde Miami. Una opción más que respetable para la ranura. El backfield es la otra duda de la ofensiva. Trent Richardson tuvo una terrible temporada de novato. Si viene es cierto que las lesiones mermaron su participación, logro estar activo en 15 de los 16 partidos de los Browns en 2012, promediando un paupérrimo 3.5 yardas por acarreo intentado. Un desastre considerando que fue tomado con la tercera selección del draft. Richardson, sano, tendrá que resurgir de semejante bache si los Browns quieren que esta ofensiva camine. Turner gusta de los esquemas de bloqueo de poder y Owen Marecic es un jugador idóneo para esa tarea. Poder desarrollar condiciones para que la finta tenga éxito es clave para el juego de pase con Turner y si Richardson no resurge, buena parte del barco se hundirá irremediablemente.

DEFENSIVA

Del antiguo régimen de los Browns podrán decirse muchas cosas, pero la defensiva de Dick Jauron fue el punto más alto del equipo en las últimas dos temporadas. Un esquema 4-3 fundamentado en presión de los 4 frontales y coberturas mano a mano en secundaria, con los profundos y los apoyadores en tareas de zona intermedia y presión. Lo más interesante del esquema era su simplicidad, fundamentada en el hecho de que esta es una defensiva bastante joven y con muchos jugadores en sus primeros 5 años como profesionales. El nuevo GM Michael Lombardi fue el que tomó la decisión de cambiar a 3-4, atizado por el hecho de traer como coordinador defensivo a Ray Horton, el hombre que durante las últimas dos temporadas hizo de la defensiva de los Cardinals una de las más competitivas de la liga. La liga ha dado ejemplos bastante categóricos de lo que ocurre cuando un equipo pasa de 4-3 a 3-4 sin tener el personal adecuado. Y los Browns, que no lo tenían, fueron a buscarlo en el draft y la agencia libre. Trajeron a un pass rusher puro en primera ronda, Barkevious Mingo, firmaron un ala/tackle defensivo de los Raiders, Desmond Bryant, un apoyador externo (está por verse que merezca el nombre de pass rusher) de Baltimore, Paul Kruger y otro ex de loa Cardinals, Quentin Groves. Quizá demasiadas adiciones para una defensiva que no estuvo nada mal en 2012 (7 de las 11 derrotas de los Browns en 2012 fueron por menos de 10 puntos). Pero lo que más preocupa es como se ajusten al nuevo esquema los jugadores que rindieron bien en la 4-3 de Jauron, especialmente el tackle Athyba Rubin, el apoyador medio D’Qwell Jackson y el pass rusher Jabaal Sheard. Línea por línea, hay talento, el tema es que puedan ajustarse al esquema sin una curva de aprendizaje que elimine la competitividad del equipo en ese tramo. La línea defensiva mantiene a Rubin, pero ahora como ala y no como tackle, una transición nada sencilla. El tackle nariz será el jugador de tercer año Phil Taylor, que ya tiene alguna experiencia en ese lugar de su época en Baylor, pero con Jauron vio acción acompañado por otro tackle. Su 2011 fue extraordinario, pero se perdió todo 2012 con una lesión pectoral. La otra ala será Bryant, que es uno de los agentes libres que recibió un buen contrato de los Browns, a pesar de haberse desempeñado como jugador situacional y no como titular indiscutido en los Raiders. El otro jugador en esa situación es el apoyador Paul Kruger, otro de los productos no probados del esquema Baltimore 2012. Kruger viene de tener su mejor temporada, oh! Casualidad en el año que vencía su contrato en los Ravens. El título de Super Bowl y algún buen partido en enero convencieron a Lombardi, pero aún está por verse que pueda ser consistente. El otro pass rusher del cuerpo de apoyadores será el novato Mingo o el en transición Sheard. Las transiciones de ala de 4-3 a apoyador de 3-4 pueden ser difíciles, especialmente si el esquema demanda igual responsabilidad de gaps (espacios a marcar) que en la 4-3. Mingo viene también de ser ala en LSU, así que la curva de aprendizaje de ambos puede dejar al equipo sin presión consistente al pasador. En el centro de la caja, Jackson tendrá que compartir funciones con Craig Robertson. La transición para Jackson viene después de una de sus mejores temporadas, especialmente marcando el acarreo en tráfico. Su principal ventaja, su estatura un tanto baja para la posición, se pierde en la necesidad de marcar acarreo constantemente por el centro. La secundaria, que continuara combinando conceptos de hombre y zona, tiene su mejor jugador en Joe Haden, una especie de facsímil del esquinero físico y de elite que Horton tenía en Arizona, Patrick Peterson. El problema es que detrás de Haden no hay más esquineros confiables. Buster Skrnie, Leon McFadden y el recién firmado Chris Owens comparten males similares: ninguno tiene el pedal (velocidad de retroceso) para marcar en la esquina. Pueden ganarse la vida en la ranura, donde la ayuda tiende a ser mucho más amplia, pero alguno tendrá que marcar la esquina opuesta a Haden y ahí hay un problema. Los profundos serán TJ Ward, un complemento de cajas extraordinario que también puede defenderse marcando zona y el que gane la otra posición entre Johnson Bademosi y Tashaun Gipson, ambos de segundo año y con absolutamente todo por probar

PRONOSTICO:
Es difícil pensar que una franquicia que solo tuvo dos temporadas de record positivo desde 1999, pueda pretender resurgir en un año. El tema no pasa por talento. Digamos que la defensiva tiene suficiente para sobrevivir, aun si la adaptación al esquema Horton tarda. El problema es que su pasador no es solo una incógnita, es una incógnita entrada en años e incrustado en un equipo mucho más joven (en 2012, solo 4 jugadores del roster de los Browns tenían 29 años o más y uno de ellos era Weeden). El cambio de absolutamente todas las esferas de toma de decisiones puede terminar no cambiando nada si el desarrollo de Weeden no ocurre (algo que, honestamente, muy pocas personas esperan que ocurra). Estar en una división donde hay tres equipos de talento establecido es solo una más en la lista de dificultades. 4tos en la AFC Norte.